Encadenados (Malec Mpreg)

39. ¿Esperarías por mí?

El jardín de los Lightwood, como toda la mansión, era enorme. Había incluso un pequeño laberinto al que Magnus no entraría solo nunca, pero con Alec lo hizo.

Alec parecía otro estos últimos días.

Había llevado una manta para los dos. Alec estaba sentado, su espalda contra el grueso tronco de un árbol, sus piernas extendidas y Magnus recostando su cabeza sobre ellas. Se habían acomodado sin dudarlo, como si llevaran haciéndolo toda la vida.

Los Soñadores se habían separado porque el Príncipe despertó, no llegaron a decirse ni siquiera sus nombres.

—Él no le dirá que es príncipe y eso traerá problemas después —dijo Magnus muy seguro, sus ojos estaban cerrados, sus manos sobre su vientre, bajo su ropa, acariciando la piel, Alec no se perdía ese movimiento, él también sentía la necesidad de acariciarlo...

Consideró un breve momento qué pasaría si se quedaran juntos...podían seguir como hasta ahora, sólo como amigos, para mantener a sus hijos únicamente. Por ninguna otra razón.

—¿Alexander? —Magnus iba a levantarse para verlo mejor, pero Alec no quería perder el contacto y, en su intento por retenerlo, lo terminó golpeando con la novela.

La boca de Magnus se abrió con incredulidad total. Alec sintió su cara arder, dejó los Soñadores a un lado y empezó a balbucear una disculpa mientras con su pulgar acariciaba donde había golpeado a Magnus. Su corazón se aceleró, pensando que iba a perder lo que tenían, pero entonces Magnus empezó a reír y él suspiró aliviado.

—Hubiera bastado... —dijo Magnus, entre risas—, con decirme... que no... estás de acuerdo...

Alec terminó sonriendo y después riendo también porque la risa de Magnus era contagiosa. Siguió sobando su frente incluso cuando Magnus ya no se quejaba de dolor. Se sentía bien su piel bajo sus dedos.

—Entonces —dijo Magnus, acomodándose más cerca de Alec—, ¿ese golpe significa que no piensas como yo? ¿el príncipe le dirá quién es?

—Él dice que ni siquiera va a regresar al Castillo... —se interrumpió por el resoplido de Magnus—, ¿qué? Eso dijo.

Magnus le sonrió. —Sólo tú crees que no va a volver. Está asustado de que el chico pobre le gustó, pero definitivamente va a volver cuando esté listo.

Alec se quedó mirándolo fijamente, sin apartar sus manos, y preguntó muy serio: —¿Y si tarda en estar listo? ¿Él va a esperarlo? ¿Tú esperarías?

Magnus dudo, ¿seguían hablando de los soñadores o...?

* ~ * ~ *

¿Alec habla de los Soñadores o no?