Encadenados (Malec Mpreg)

28. Extra: conversación

«¿Podemos hablar, Magnus?»

Habían sido las amables palabras de Alec para después gritar cuando Magnus bajó de un salto del taburete, como si fuera un acto suicida o algo así, o un atentado contra sus hijos.

Magnus hizo un puchero.

—¿Magnus? Sigue en pie lo de irte conmigo —había dicho Catarina de nuevo.

En ese momento, Magnus habría querido decir sí y no sólo esa noche, sí para siempre. Pero, por muchas razones, no podía. Estaban encadenados y debían estar juntos durante el embarazo, y él estaba decidido a conservar a sus hijos. Eso le dio el último empujoncito. —No, está bien —intentó hacerse el fuerte—. Ve con Ragnor y los veo mañana o cuando puedan venir a instalarse.

—¿Seguro? —Catarina insistió, pero entonces Izzy le pidió hablar con ella y después de eso se quedó tranquila.

* * *

—¿Entonces? —preguntó Magnus, sentándose en la cama de Alec.

Alec, por primera vez, se veía avergonzado y demasiado vulnerable. Habló sin mirarlo: —Izzy habló conmigo. Me hizo imaginarme en tu situación y me doy cuenta que no es fácil. Tu situación es tal vez peor que la mía. Tú eres el embarazado, Magnus. Prometo que voy a intentar entenderte y ser paciente contigo y esta situación. Aunque no prometo cambios de la noche a la mañana. Pero lo voy a intentar de verdad.

—Está bien, Alexander. Con que no vuelvas a tratarme mal o a pretender ocultarme o aislarme del mundo. Entiendo que no buscaste esto, pero...

—Perdón —Alec tomó su mano un momento, antes de soltarla asustado. Pero sonaba sincero—. De verdad lo siento.

—Está bien, ya prometiste intentar cambiar —Magnus mordió su labio antes de seguir—. Y sobre conservar a los bebés...

Alec se tensó. —Magnus, yo no estoy seguro de quererlos. No me malentiendas, pero ser papá...contigo...

Magnus frunció el ceño. —¿O sea que si fuera mujer no tendrías problema en formar una familia conmigo?

Alec no dijo nada.

—Bien. Sobre eso, quería proponerte, finge que estamos bien, que somos una pareja cuando ellos pregunten. Al nacer los bebés, yo me haré cargo de ellos. Solo. Sólo necesito que me apoyes para que no me los quiten

_Magnus, yo... No sé...

—¡Por favor! —esta vez fue Magnus quien tomó sus manos—. Por favor. No voy a obligarte a nada, no tenemos que besarnos ni nada. Sólo, cuando pregunten, di que estamos juntos y no vamos a dar a nuestros hijos. No pido más de ti. Después, cuando ya no estemos a prueba, incluso puedo irme lejos de ti. Por favor, Alexander.

Eso no sonaba tan malo. No atentaba contra la "normalidad" que sus padres habrían querido. Alec asintió, aceptando ese trato.