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Valentina.

Si soy sincera, hablar de un futuro a su lado me daba cierta emoción, y no se si era por el hecho de que quería un futuro a su lado, o porqué me estaba acostumbrando a esto. A el.

El quería que fuera lindo para mí, y a pesar de que para mi sería especial en donde fuera, respetaba que el quería hacer algo más significativo, así que mi intento fue fallido. Sin embargo, me gustaba la idea de que pensara en mí, y quisiera hacer algo lindo.

***

El me estaba pidiendo el divorcio, y yo no tenía la más mínima idea del porqué, y justo cuando le pregunté, nos fuimos, todo el camino me fui pensado en eso; el divorcio, ¿que había pasado? Hace unas horas estábamos de maravilla, y después como si nada, el divorcio, salí de mis pensamientos al llegar a la cabaña, y me ponía nerviosa el no saber porqué me tapaba los ojos. El quito sus manos de mis ojos, dejándome ver un camino de velas, al final de este, una manta y cojines.

Era realmente lindo, y más lindo las palabras que me estaba diciendo, fui sincera con el, no importaba como sucedió, ahora estábamos juntos

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Era realmente lindo, y más lindo las palabras que me estaba diciendo, fui sincera con el, no importaba como sucedió, ahora estábamos juntos. Y era muy tarde para tratar de reprimir mis sentimientos, estaba perdidamente enamorada de el.

—Si quiero ser, o más bien, seguir siendo tu esposa.—Reímos, puso el anillo en mi dedo, a pesar de que lo tenía hace mucho tiempo ahí, nunca había sentido esa satisfacción al mirarlo. —Por cierto, tu también eras un dolor en el trasero.—Nos reímos, lo besé. —Ahora, ya que no tenemos a quien invitar, solo seremos tu y yo, diciendo nuestros votos.—Tomé el anillo.

—Si está es idea de tu boda perfecta, quiero decirte que estás loca.—Lo bese.

—Yo Valentina Zenere, te tomo a ti, Michael Ronda, como mi esposo, sin importar como comenzó nuestra historia, no puedo sentirme más afortunada de tenerte a mi lado, nuestra relación es algo complicada.—Reímos.—Pero es nuestra, sin importar como fue que llegamos hasta aquí, estoy segura, que estoy completamente enamorada de ti.—Sonreímos.—Prometo serte fiel, prometo que siempre que tengas un problema, seré la primera en ayudarte, prometo que haré que nuestro amor crezca día con día.

—Yo Michael Ronda, te tomó a ti Valentina Zenere, como mi esposa. Agradezco el día que conduje sin un destino previo, en dónde me encontré ese bar, agradezco el documento que firmamos, prometo hacerte feliz todos los días de mi vida, ayudarte, apoyarte, demostrarte cuánto es la felicidad que le traes a mi vida, sin importar a dónde vallan nuestros destinos, nos unirá el mar, prometo serte fiel, estar a tu lado en tus felicidades, pero más en tus tristezas. ¿Aceptas ser mi esposa?

—Acepto, ¿Aceptas ser mi esposo?

—Nunca había estado tan seguro de algo, acepto. —Sonreímos y nos besamos. Un beso tranquilo, sin prisas, transmitiendo el amor que sentíamos, me cargó en brazos y me llevó al mar. Mis pies tocaron la arena. —Te amo.—Lo miré y sonreí.

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now