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Valentina.

Me causaba felicidad que se imaginara una familia conmigo, me hacía una gran ilusión tener hijos con el, teníamos una gran casa para nosotros dos, así que tener niños harían más alegre esto.

Pasamos el día viendo películas, salimos a cenar a un restaurante, y después volvimos a casa, nos pusimos la pijama y nos acostamos a dormir.

***

Me levanté de la cama, Mike ya estaba bañado, y cambiado, lo ayudé con su corbata, me sonrió.

—¿Por que no me despertaste?

—Te vi cansada, iré a la oficina, tengo varios pendientes.

—Espérame, me bañaré y voy contigo. —El asintió, lo besé.

Me metí rápido a bañar, salí y me puse un pantalón, una blusa negra, encima un suéter, salí del baño, me maquille natural y bajé las escaleras. Ahí estaba Mike con un vaso de jugo de naranja, y fruta picada.

—¿Sabes picar fruta?—Reí, el me miró mal.

—Tu medicamento, tu vaso de jugo, y tu plato para que puedas servirte fruta.—Sonreí.—Una mala noticia, tal vez esta un poco sucia la cocina.—Me reí y desayuné, terminé, iba a levantar los platos, pero me detuvo.—Yo lo haré, lo seguí a la cocina, y efectivamente, estaba demasiada sucia.

—Yo la limpiaré.

—No, no hasta que te sientas mejor de tu brazo, yo lo limpiaré.—Lo miré divertida.—Solo dime cómo. —Le expliqué y lo hizo, sonreí, nos lavamos los dientes y salimos de la casa.

Me fui un rato con Karol, pase a su oficina, estaba sola, así que me senté frente a ella.

—¿Que haces aquí?

—Ana quería hablar con Mike, y yo tengo que buscar alguien que me ayude en casa.

—¿Dejaste a la chica que está enamorada  de tu esposo, a solas con el?—Asentí.—Okay... ¿No sientes algo de celos? Digo, después de todo lo que ah pasado...

—Bien Karol... me voy, fue mala idea venir contigo.—Ella río, me levanté de la silla y salí. Me dirigí a la oficina de Mike, y estaban abrazados, Ana salió de la oficina, el me contó lo sucedido con ella, procese sus palabras. —¿Dejarás que se valla?

—¿Hay otra opción? Es su decisión, y está bien, creo, no le correspondo a sus sentimientos, y solo ella sabe que necesita. Además, no es que valla a perder su trabajo, se tomará vacaciones, con disfraz de renuncia, si quiere volver, la contrataré de nuevo. ¿Te molesta? —Le sonreí.

—Me parece bien, son amigos, necesita tu apoyo, y por mí no hay problema, y menos al saber que está intentando olvidarte. ¿Te ayudó? —Nos levantamos del sillón, me tomó de la mano, y me puso frente a el, me miró. —¿Que pasa?

—Me encanta mirarte.—Sonreí, lo besé. —También besarte.—Me pegó más a su cuerpo.—También me encanta hacerte el amor.—Me sonrojé.—Te amo Valentina Zenere. —Nuestro momento se vio interrumpido por toques en la puerta, era Ana.

—Lo siento, té mandaron estos papeles, y la abogada de tu tío te quiere ver mañana, otra cosa, tienes que firmar estos papeles, los pidió Marcos.

—¿Que ese idiota que?—Sin más salió de la oficina, suspiré y fui detrás de el. —¿No te quedó claro que te despedi?

—Vamos Michael, te puedo demandar por despido injustificado, ¿otra demanda sera buena para tu reputación?

—Pudrete, tu y mi reputación se pueden ir a mismísima mierda, eso si, Marcos, tu y tu estupido padre, harán lo que yo diga, así que haré de tu estancia aquí, un infierno. —Sin más salió de la oficina, lo tomé de la mano.

—¡Para! Una vez más estás alterado. Ana, trae los papeles que tiene que firmar, por favor.—Asintió.— Al menos hasta que todo se resuelva, no te alteres, terminando tu demanda, puedes hacer lo que quieras.—Ana llegó con los papeles, le agradecí con la mirada, le di la pluma, el rodó los ojos, y firmo. —¿Quieres llevarte el trabajo a casa?—Asintio. —Toma Ana.—Entramos a la oficina, Mike recogió los papeles y los guardó en su maletín. Salimos de la empresa y nos dirigimos a la casa, llegamos. —¿Estás mejor?

—Un poco, no es de mi agrado tener que verle la cara.—Hice una mueca. Nos sentamos en el sillón.

—Todo mejorará, ya verás.—Le acaricié su mejilla.—Ten paciencia, es lo que quiere tu tío, que pierdas el control, no lo permitas, mejor hay que pensar que todo va a terminar pronto.—Le sonreí.

—Eres mi ángel, sin duda.—Me besó.

***

Entré a la oficina de Mike, el me sonrió, se levantó y me ayudó con la bandeja que traía en manos.

—¡Mujer, no tienes que mover el brazo! —Me reí. Me senté en la silla frente a el.

—Te traje sándwich, no has comido, y no fue la gran cosa, tengo otro brazo bien.—Rodó los ojos, tomó el sándwich y le dió una mordida.—Cheque los currículum's y creo que me elegí por esta señora, ¿Que dices? —Le di el currículum y lo leyó.

—Me parece bien, le diré a Ana. —Sonreí, terminamos de comer y nos fuimos a la recámara, me puse mi pijama y me acosté con Mike. —Ya casi comenzarás la universidad, ¿Que quieres hacer antes de eso? —Lo pensé un poco.

—No lo se.

—Me dijiste que querías que te enseñara a manejar ¿cierto? —Asentí.— Bien, mañana te enseñaré, también mañana comenzaremos a redecorar la casa, a nuestro estilo. ¿Te parece?

—Me parece Perfecto, ¿cuántos hijos quieres tener?—Dije mientras hacía círculos en su pecho.

—Tu me dijiste que quieres tener dos, así que respeto tu decisión, pero si me lo preguntas a mí, quiero tener un equipo de fútbol, dónde haya muchas réplicas tuyas y mías.—Me reí. —Pero respeto los hijos que tu decidas.—Lo besé.

—Tal vez tengamos más de dos hijos, depende de como nos valla con el primer bebé.

—Me parece bien. Sabes también que me gustaría.—Arqueé una ceja.—Que me seducieras, y vallamos practicando para el primer bebé. —Le di un leve golpe en el hombro. El solo se rió.—¿Esto es parte de la seducción? —Se puso encima mío, me besó lentamente, y al separarnos mordió mi labio inferior, gemí levemente.—Me encantas.

—Ensayemos para cuándo hagamos al primer bebé.—Dije y lo besé.

Cuántos hijos quieren que tengan los bebés?👀👀

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now