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Michael.

Yo iba a ser padre de una linda niña, aún no podía creerlo, llegué al super, me bajé y escogí el helado, aproveche para comprar unas cuantas cosas más, y pagué, manejé de regreso a casa, entré pero no estaba Valentina, deje las bolsas en la barra de la cocina, tomé el helado y una cuchara, subí las escaleras y fui a la habitación de la bebé, pero no estaba Valen, fui a la nuestra y ahí estaba dormida, sonreí.

La desperté, y ella comenzó a comer helado, últimamente el hablarle a su vientre o acariciarlo se había vuelto una de mis cosas favoritas, ella bajo y yo aproveché para cambiarme.

Alessa Ronda.

Aunque se escuchaba lindo, cierta sensación se presentó en mi estómago, Valentina me miraba esperando una respuesta, que claramente yo no tenía en estos momentos.

—Creo que no te gustó la idea, ¿sabes que? Buscaremos otro nombre.

—No,no, no, es solo que...—Fui interrumpido por el sonido de mi celular, conteste. —¿Que pasa Ana?

—Ojalá ella pudiera contestar. Creo que se te olvido poner vigilancia a la casa de tu zorra.

—Habla claro.

—Quiero 5 millones de dólares.

—Los tendrás, siempre y cuándo escuchen que ambos están bien.

—¿Ambos? Creo que llegue a mal hora, porque solo esta ella.—Un alivio recorrió mi cuerpo.—Pero aún no he terminado. 5 millones de dólares, y a tu esposa. Por la zorra de tu amiga, tendrás que elegir. —Me reí irónicamente.

—Tendrás tus 5 millones, no más.—Escuché un quejido. Cerré mis ojos, sentí que me quitaron el teléfono de mis manos.

—Supongo que estás en casa de ella ¿no? Bien... —Colgó el teléfono, iba a salir pero la detuve.

—¿A dónde crees que vas? —Ella me miro y me besó.

—Tu ya sabes a dónde voy, ella no tiene nada que ver, es todo lo que tiene Franco, no podemos dejar a un niño sin nadie, además, yo se lo que es estar en manos de ese idiota, ella va a sufrir demasiado, solo porque estuvo enamorada de ti como para alejarse, ve por el dinero, yo iré a su casa, y tengamos fe en que la policía llegué a tiempo.—Negué.

—No hay manera...

—¡MALDITA SEA MICHAEL! ¡BASTA! ESTOY CANSADA DE ESTO, ESTOY CANSADA DE QUE HAYA POLICIAS FUERA DE MI CASA,ESTOY HARTA DE NO PODER IR A HACER EL SUPER SIN COMPAÑÍA, ESTOY CANSADA DE VIVIR CON MIEDO, ANA ES MI AMIGA, UNA AMISTAD SINCERA, RARA, PERO SINCERA.—Suspiro.—GRACIAS A ELLA YO TUVE EL VALOR DE SER MADRE, NO PUEDO DARLE LA ESPALDA, SE LO DEBO, PORQUE LA TIENE SECUESTRADA UN CHICO QUE ESTA OBSESIONADO CONMIGO, SI PUEDO AYUDARLA LO HARÉ, YO...—Sus ojos se llenaron de lágrimas, la abracé.—Solo quiero estar en paz, nada más, ve por el dinero, yo iré con ella, que sepa que no la dejaremos sola.

—No te perderé.

—No lo harás, quiero que nuestra hija crezca tranquila, confío en que llegaras a tiempo. —Me sonrió.

***

Fui al banco, suspiré, metí la maleta con el dinero, puse el auto en marcha, llegué a la casa de Ana, ahí vi el coche de Valentina, suspiré, vi a Yankel, me baje del coche.

—¿Y bien?

—Ya viene la policía, no sonarán las sirenas, para evitar problemas.—Asenti.—Solo queda esperar.—Y era lo que no podía. —Vi a tu esposa.—Lo miré.—Tranquilo que le puse un localizador escondido en su ropa, no pasará lo mismo de la vez pasada.—Sonreí.—Tal vez no sea el lugar correcto, ni el momento, pero tu detective me llamo, encontró pistas, y valla que muy buenas.—Arquee una ceja.—Todo parece indicar que tu familia jamás llego al hospital, por ende... ellos podrían estar vivos.—Lo miré perplejo, pero lastimosamente yo ya había hecho un caparazón, en dónde había cerrado todo lo que tuviera que ver con ellos, así que me tranquilice, y trate de no hacer sentir a mi cuerpo ningún tipo de esperanza, la policía llegó, me hicieron señas y entré. Toque su puerta y me abrió Marcos con Valentina siendo apuntada por una pistola.

—Aquí esta tu dinero.

—Y aquí esta tu zorrita.—Me señaló a Ana, quien estaba atada a una silla, le quité el pañuelo de la boca, y la desaté, tenía unos pequeños moretones en su piel.—Cuánto tiempo sin vernos primo.—Lo mire. —Veo que ustedes dos han decidido agrandar la familia, tranquilo que el bebé no sabrá de tu existencia, lo cuidaremos nosotros dos, ¿no es así mi amor?

—Escúchame bien Depietri, así sea lo último que yo haga en mi vida, te mataré, pude con tu padre, podré contigo, y te juro que si algo le haces a mi esposa, o a mí hija...

—Así que sera una linda niña.—La puerta fue abierta por los policías, Marcos apuntó el arma hacía Valentina.—Les juro que la matare si es que ustedes se acercan. Valentina, toma el dinero.—Así lo hizo, pero falló en el intento. —Quítate.—La aventó hacía la pared, y ella calló.

—Hasta aquí llegaste. Marcos Depietri, queda usted arrestado por demanda de violacion, y atentar contra la vida de la señorita Ana Martinez.—Esposaron a Marcos, y el se trato de safar, fui con Valentina y la ayudé a levantarse.

—¿Estás bien?—Ella asintió.

—No se podrán salvar de mi, les juro que vendré por la venganza, todos ustedes me las pagaran. —Sin más se lo llevaron.

—¿Y Franco?

—Está con Jazmín, le llamé, le dije que yo iba a pasar por el, esta bien.—La abracé.—Yo... lo lamento Ana, por ambas, para ser sincero, yo les traje todo este caos. 

—Tranquilo, siempre eh sabido los riesgos.—Le sonreí a Ana.

—Hay que llevarla al hospital para hacerle un chequeo, a ambas.—Ellas asintieron. —Michael, tengo que irme a ver todo esto.—Asentí

—¿Te molesta si voy por Franco? —Valentina negó.—Ella lo necesita, y...

—Ve por el, nosotras estaremos bien.—Me sonrió.—Trae a Franco sano y salvo. —Asentí, salí de la casa y me subí al coche, conduje a la casa de Jazmín, llegué y le marqué, ella me abrió.

—Hola.—Me sonrió.—Franco esta dormido, pasa.—Así lo hice, lo cargué y lo llevé al coche.

—Gracias por cuidarlo, y perdón por la hora.

—No te preocupes, después habló con ella, nos vemos Mike.—Me despedí y conduje, Franco despertó.

—¿Y mi hermana?—Lo miré.

—En el hospital, vamos a verla. Ella está bien.—Llegamos y entramos, le marqué a Valentina, fuimos con ella. —¿Como están?

—La bebé y yo estamos bien, y Ana la están atendiendo.—Me sonrío.

—Quiero ver a mi hermana.—Ana salió del consultorio, y abrazó a Franco.—¿Que te paso?

—Nada grave, ¿por que no vamos a casa y descansamos?—El niño asintió. —Es tarde, y estoy cansada.

—¿Si sabes que puedes quedarte en casa verdad?—Dijo Valen y Ana solo asintió.

—Prefiero no hacerlo, pero gracias. No me quedaré sola.—Sonrío y Jordi llegó a su lado, ellos se abrazaron.

—Hola linda.—Saludó a Valen. —Hola Michael.—Alce la mano en forma de saludo.

—Veo que estarán en buenas manos.—Jordi asintió ante las palabras de Valen. —Bien... me alegró, te cuidas guapo.—Se puso a la altura de Franco, esté sonrío.

—Si necesitas algo, no dudes en llamarme.

—Lo se Mike.—La abracé. —Gracias a ambos.—Sin más nos fuimos.

—¿Si sabes que puedes ser más educado verdad? —Rodeé los ojos.

—¿Si sabes que si esta saliendo con Ana, puede dejar de decirte "linda" no? —Le abri la puerta del coche, y ella entró. —Solo digo que eso es coqueteo. —La vi rodar los ojos.

—Solo es de cariño, o costumbre.

—Si claro...

Por fin Marcos en la cárcel!!!!

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now