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Michael

Lo que me imaginaba era otra cosa, pero respetaba su decisión, y si quería decir los votos, por mi estaba bien, aunque si creía que estaba un poco loca, me alegraba que no se arrepintiera de nada de nuestra relación, la lleve al mar, y me quedé mirándola por unos segundos.

—Te amo.—Se lo dije sin importarme que no fuera correspondido, sin embargo no fue así, fui correspondido, y no puedo estar más feliz, regresamos a la cabaña, fui por agua, seguro estaba como un idiota sonriendo, mire mi anillo, lo portaba con orgullo y felicidad, regrese a la habitación y la vi con una pequeña bata de seda, la cual le quedaba demasiada corta, despoje todos los pensamientos de deseo de mi cabeza.

Ese imbecil, no me dejaba en paz nunca, pero me negaba rotundamente a que siguiera amenazando a Valentina, salimos de la cabaña, llegamos al hotel, me dirigí a recepción.

—Buenas noches, hice reservación a nombre de Michael Ronda. —La chica tecleo en su computadora.

—Claro, habitación para dos, frente a la playa, disfruten la estancia. —Agradecí y me fui con Valu, entramos a la habitación, era linda, grande, con una gran vista al mar.

***

Se supone que tendría que detenerme en este momento, sin embargo, ella con esa lencería, es lo más sexy, y dulce que había visto, ninguna mujer me había seducido sin seducirme, miré sus ojos, sus labios estaban levemente hinchados.

—Te amo.—Sonreí al escuchar esas palabras. Ella me tomo del cuello y me beso, me quito mi camisa, bajo mi pantalón, quité delicadamente su camisón, deje besos en su cuello, de ahí baje a sus senos, escuché un levé gemido de su parte, deje besos húmedos haciendo un camino desde sus senos hasta llegar a su intimidad, baje su braga, deje besos al rededor.—Mike...—Gimió, pase mi lengua por su feminidad.—Michael, no pares.—Si supiera que esa no era mi intención, volví a su boca y la besé.

—¿Estás segura?—Ella asintió, posicione mi miembro en su entrada, y entre lentamente, escuché un leve gemido, la mire a los ojos,  estaban cerrados, vi que apretó las sabanas, la besé, sentí una lágrima caer por sus mejillas.—¿Quieres que pare?

—No, solo hazlo lento.—Asentí, la besé, —Continua. —Así lo hice, gemíamos al compas, la besé, nuestras lenguas juguetearon.—Siento mis piernas temblar. —Sonreí.

—Solo déjate llevar.—Así lo hizo, minutos después llegué yo a mi clímax, suspiramos, la tape con la colcha, y la abracé. —¿Estás bien, te lastimé? —Ella río levemente.

—Estoy bien, de verdad, ¿Por que lo preguntas? —La miré.

—Una de las razones por las que no quería hacer el amor contigo, es porqué yo nunca lo eh hecho "dulcemente" no se como explicarlo, tenía miedo de que te doliera más de lo normal, no se.

—Te lo digo de verdad, fuiste lindo.—Sonreí y la bese.

***

Desperté por el sonido de mi celular, "Sevilla" me levanté cuidadosamente de la cama y salí al balcón.

—¿Que ah pasado?

—Mi padre.—Sollozó.—Marcos es su hijo, lo escuché, el se enteró, y me golpeo, por si fuera poco, no eh sabido nada de Ruggero desde ayer, eh intentado marcarle, Mike, te necesito.

—Te juro que cuándo vea a tu padre, lo mataré con mis propias manos, dile a Richard y Jessica que te lleven al aeropuerto, vendrás a dónde yo estoy, y nadie te hará daño, trataré de comunicarme con Ruggero.

—Pensé que Richard te había llamado, ellos ya no trabajan aquí, mis padres los corrieron.

—Sal de esa casa ya Karol.—Sin más colgué, vi la hora, 7:39 AM, marque el número de Ruggero, sin embargo, no obtuve respuesta, Marcos mi primo, ahora entiendo el porqué de su favoritismo de mi tio hacia el. Compré los boletos de avión de Karol y Ruggero, me comuniqué con Richard.—Richard, recién me acabo de enterar que los han corrido, lo siento, se cuánto tiempo tenían ahí.

—Señor Michael, no se preocupe, buscaremos otro trabajo.

—Bien, si no encuentran, no duden en contactarme, en México siempre tendrán un trabajo, no solo eso, yo les dare su liquidación, por tantos años de servicio. Solo un favor, necesito que lleves a Karol al aeropuerto, sana y salva, y si sabes algo de Ruggero, avísame por favor.

—Claro que si, gracias por preocuparse, yo me encargaré de la señorita Karol.—Agradecí. Me metí a la habitación, ordené room service y me senté en la pequeña mesa que había ahí. Le mande un mensaje a Yankel, tomé el teléfono de Valentina y me reenvié los mensajes, de ahí los mande a Yankel.

"Por favor Yankel, necesito resolverlo cuánto antes, si necesitas más pruebas, no dudes en avisarme."

No era como me imaginaba pasar el 31 de diciembre, pero supongo que si no había drama, no era mi vida, suspiré frustrado, mi límite había llegado desde que escuché las palabras de Karol "el me golpeo" baje a recepción, y reservé otra habitación para Karol, juro por mis padres que llegaría hasta las últimas consecuencias, antes de permitir que le volvieran hacer daño a Karol. Un mensaje me llegó. "Ruggero"

"Hermano, perdón, los abogados de tu tío me detuvieron con muchos papeleos, me comuniqué con Karol, personalmente iré por ella, hablamos luego."

Un suspiró de alivio recorrió mi cuerpo, sabía que el iba a proteger a Karol, regrese a la habitación, sorpresa, Valentina ya estaba despierta, y el room service había llegado.

—¿Dónde estabas?

—Buenos días mi amor.—La besé. Le platiqué lo que me contó Karol.—¿No te molesta si vienen?

—Para nada, Karol necesita de nuestro apoyo, y tal vez la ayude a despejarse, además, por fin me quitaré de encima a Ruggero con los preparativos para que le pida matrimonio. —Rodeé los ojos.

—Me niego a que mi prima se casé. ¿Que quieres hacer hoy?

—¿Quieres ir a la alberca? —Asentí.

—¿Ya te dije que me encanta como te ves con mi ropa?—Ella sonrió.—Bueno, te puedo decir que me encanta más como te ves con mi playera cuándo no traes nada abajo.—Vi como se sonrojo.

Puro amor con estos bebés.😍😍

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now