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Valentina.

La compañía de Jordi me hacía bien, a decir verdad, creo que cualquier compañía hacía sentirme bien, después de lo sucedido, me aterraba quedarme sola, y más en cuatro paredes como esta, que básicamente sentía que no tenían salida, escuchaba atentamente a Jordi mientras me platicaba lo sucedido en los días de universidad que no fui.

—La verdad si te eh extrañado, te marque y no me contestabas.

—Lo lamento, ahora ya sabes en dónde estoy.—Reí. Tocaron la puerta, y esta fue abierta por ¿Ana?

—¿Puedo pasar?—Asenti.— ¿Que tal la comida de hospital?

—Hola, verdaderamente horrible. Jordi, ella es Ana, Ana, el es Jordi, un amigo. —Ellos se saludaron.

—Me imagine lo espantosa de la comida de aquí, así que te traje chocolates.—Me dio una pequeña caja.

—Gracias... ¿El te mando, cierto?

—En parte, pero también estaba preocupada, aunque no lo creas, si no, no hubiera venido.—Lo pensé un poco, era cierto.—Pero veo que no estás sola, así que no quiero estorbar, ¿quieres que le diga algo? Esta allá fuera.—Negué.— Bien...

—¿alguien puede traerme algo de comer, que no sea lo que me dan? —Ambos rieron.

—Yo iré, no te preocupes.—Le agradecí a Ana.

—¿Algo que deba saber? ¿Amiga tuya, conocida?

—Antes teníamos diferencias, pero ahora ya no, así que no se en que la convierte.—Me reí. Miré la hora en el reloj, 6:30 PM. La puerta se abrió dejándome ver a Michael, quien inspeccionó la habitación detenidamente, arqueé una ceja.—¿Que haces aquí?

—Vine a hablar contigo, a solas.—Miró a Jordi, pude ver que estaba celoso.—Si es que se puede. —Suspiré, hice caso omiso, y seguí con Jordi.

—¿Como están las chicas?

—¿Enserio Valentina? —Miré a Mike. Rodeó los ojos. —¿Me puedes hacer el favor de dejarme hablar con mi esposa a solas, por favor?—Jordi me miró, lo último que quería es ver a Mike pelear, Jordi se acercó a su mochila, y sacó un libro.

—Toma, para que no te aburras, te lo regaló, después de todo, haz conseguido quitarme mi libro favorito.—Reí. —Nos vemos linda.—Me dio un beso en la mejilla. —Le agradecí, y el salió, se despidió de Ana, quien apenas iba entrando con mi comida.

—¡Tu me mentiste! Eres de lo peor. —Dijo Michael reclamándole a Ana.

—Si claro, yo lo soy. —Dijo Ana irónicamente.

—Ana, ¿puedes decirle que me deje sola?

—¡NO! No dejaré que me usen como su comunicadora, ya están grandes, déjense de estupideces, especialmente tu.—Dijo señalando a Mike.—Aquí esta tu comida, es lo mejor que pude conseguir. Ahora si, iré afuera y ustedes platicarán, Valentina, si después de lo que sea que te diga este estupido, no lo quieres ver, me ofrezco para quedarme contigo. —Le agradecí, ella salió, la habitación quedó en un completo silencio. Estiré mi brazo para poder comer lo que me trajo Ana, me habían dado el desayuno, y fue realmente espantoso.

—Los papeles de divorcio no significan que no te amo.—Lo miré.—Estás aquí por mi culpa, y mientras sigamos juntos, tu saldrás perjudicada, saldrás lastimada, y no puedo soportar eso, así que es mi manera de protegerte.

—Que manera tan estupida, realmente. ¡Quería salir de ahí para verte, para sentirme protegida por el hombre que supuestamente me ama, y solo obtengo que me pida el divorcio!

—Te amo, no deberías dudarlo si quiera un segundo, pero los días que estuve sin ti, se sintió el mismísimo infierno, al menos el alejarte me servirá para no tener que sentirme culpable, eres como el aire que respiró.

—No seas egoísta Michael, fui golpeada, fui usada, fui...—Suspiré.—Yo fui la que sufrió, no tu, y no te estoy culpando de nada, porque se que solamente has querido protegerme.

—¿Fuiste que? —Arqueé una ceja.—Dijiste que fuiste golpeada, usada, y después ibas a continuar, pero te quedaste callada. ¿Que más paso, que no le hayas dicho a la policía? —Yo me había prometido no decir nunca lo sucedido con Marcos, y venia y cometía este error.

—Iba a decir que fui yo la secuestrada.—Me llevé comida a mi boca, el se acercó a mí.

—¡Mientes! ¿Alguien más estaba ahí, que te haya hecho daño? —Los recuerdos de esa escena volvían a mi, sentí su mano en mi cabello, lo acaricio.

—A esto me refería, a que me haces sentir segura, haces que sienta que darías tu vida por mí.—Mis ojos se cristalizaron.—No veo como que tu seas el culpable de nada, solo puedo ver que tengo a mi lado a un hombre que me ama, me protege.

—Esa era mi manera protegerte, alejarte de mí, no quiero que sufras más.

—¿Tu de verdad quieres eso? ¿Que nos alejemos? Yo respetaré tu decisión, pero quiero que sepas que no habrá marcha atrás.

—No, no lo quiero.—Sonreí.—Quiero tener un futuro a tu lado, quiero despertar todos los días a tu lado, ver tus ojos azules, perderme en ellos, tener hijos, quiero tener un mundo contigo.

—Tengamos todo eso, juntos, no hables siquiera de no estarlo.—El se levantó, y rompió los papeles del divorcio.

—¿Que más paso amor? ¿Te hicieron algo más de lo que no quieras hablar? —Suspiré.—¿De lo que tengas miedo de decir?

—Miedo a perderte si te lo digo, a que no me veas igual.

—Nada de lo que me digas, o hagas, hará que te deje de amar, o que me aleje de ti, te lo prometo.

—Marcos también estaba ahí, los últimos golpes me los dio el.—Dije entrecortadamente.—Reclamándole la cachetada que le proporcione cuándo me beso. —El asintió.—Lo que no le dije a la policía, porque me hace sentir avergonzada, es que el abuso de mi.—Michael me miró, se acercó a mi, y limpió mis lágrimas.

—Tu no deberías estar avergonzada, no fue tu culpa, siempre te he visto como una mujer fuerte, y eso jamás cambiará, te amo, así que cada vez que te sientas avergonzada por lo sucedido, recuerda que tienes a tu lado a un hombre que te ama, y que jamás te vera como la culpable de algo que no estuvo en tus manos.

—Te amo, y es solo que...

—Basta, no hablemos de eso si te hace sentir mal.—Sonreí.—Si quieres hablarlo con la policía.—Negué. —Lo respetó, solo que no es justo que el este en libertad como si nada, y necesitarás que te hagan estudios, así que... es tu decisión, y sea cual sea la opción que tomes, estaré contigo.—Me dio un beso en mi mejilla.—Lo primero que haré cuándo tu labio ya no esté hinchado, será besarte.—Nos reímos. —Iré por Ana para decirle que se puede ir. —Asentí. El salió por unos segundos, y después entró acompañado de ella.

—Me alegra que todo esté solucionado.—Sonreí.—Le estaba diciendo a Mike que me puedo  quedar para que el se valla a bañar, y tu no te quedes sola.—Vi a Mike rodar los ojos.

—Deberías hacerle caso, sirve que nos quedamos la noche juntos.—Me miró.

—Bien, no demoraré. —Me dio un beso en la frente, se despidió de Ana, y salió de la habitación.

—Estuvo muy preocupado por ti, me alegra que estés bien, en lo que cabe. —Le agradecí.

Que opinan de la amistad que esta surgiendo entre Ana y Valu? 👀

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now