81•

260 16 9
                                    

Valentina.

Estaba frente a mi vestido de novia, lo observaba detenidamente, mientras cierta desilusión se sentía en mi cuerpo, después de 4 meses, aún no lo habían encontrado, por ende, aún no me casaba, quería se yo quien encontrara a Marcos y darle unos cuantos golpes por arruinar mi vida,mil veces idiota; acaricié mi vientre, y sonreí.

—Por suerte tu padre no es así, el té ensañará mejores cosas, y nos hará muy feliz, no dejará que nada malo nos pase.—Subí el cierre del protector del vestido, mientras sonreía con nostalgia.

—¡Mi amor! —Me voltee hacía el, le sonreí.—¿Como están?

—Bien... ¿hasta cuándo tendremos a la policía fuera de nuestra casa? —Cerró los ojos.—Deberías decirles que sean más disimulados.

—O yo decirle la verdad a mi esposa.—Asentí. —¿Que te parece si mejor vamos con la doctora a conocer el sexo de nuestro bebé? —Me besó.—O podemos recordar lo de anoche.—Sonreí, me levantó en brazos, y me recostó suavemente en la cama, su cálida mano viajo por toda mi pierna descubierta debido al vestido, gemí. Cambiamos de posición, me separé de sus labios, puse mis manos en sus mejillas.

—Aunque me encanta como haces esos toques por todo mi cuerpo, y me excita demasiado, tenemos que salir en menos de 20 minutos, así que... o nos apuramos a hacer el amor, o nos detenemos aquí. —Me quitó mi vestido, se relamió los labios, quité su playera y deje besos húmedos en su abdomen, el quito mi ropa interior, introdujo un dedo en mi feminidad, gemí, metió otro dedo. —Oh por dios, necesito que estés dentro de mí.—Se bajo el bóxer, me besó, mientras introducía su miembro en mi feminidad.  La habitación se lleno de gemidos, y en algunos minutos llegamos a nuestro clímax juntos. Suspiramos. Me levanté de la cama.—¿te puedes voltear en lo que me cambio?—Se hecho una gran carcajada, pero así lo hizo.

—Curioso que me digas eso después de haber hecho el amor.

—No volveremos a hacer el amor.—Me miró indignado.—No es eso a lo que me refería, si no a esto, hacer el amor y después tener que cambiarme, me siento como una... no se.—Se levantó de la cama y me tomó de la cintura, me beso.

—Ilógico, para empezar, son tus hormonas las que nos llevan a hacer el amor.—Me reí penosa.—Vamos a tener un bebé, es ilógico que sientas que solo es de un rato. Y eres tu la que me seduce sin siquiera hacer nada, ¿o que crees? ¿Que no me excite en la forma en como me dijiste que hiciéramos el amor rápido ?

—Bueno... mejor vamos, porque se nos va a hacer tarde.—Dije y cambie de tema rápidamente, el se cambio y salimos de la casa, condujo a la clínica, llegamos y nos dirigimos a la sala de espera, tomé su mano.—¿Que crees que sea? —Me miró.

—No tengo la más mínima idea, una niña tal vez, lo cual estaría genial, para que jugara con nuestra ahijada, pero un niño también estaría increíble, para que la cuidara.

—¿Que quieres que sea?—Me miró mientras se reía.

—Lo que valla a ser, me parece bien, no voy a querer menos a mi bebé por el sexo que sea.—Sonreí. La doctora nos dejo pasar al consultorio, con ayuda de Mike, me senté en la camilla, la doctora puso el gel frío sobre mi vientre.

—Bien... ya que estamos en el mes 5, esperemos poder ver al bebé.—Sonreímos.—Sus latidos están más que bien.—Siguió moviendo el aparato, sonrió. —Es una linda niña.—Mike me dió un beso en los labios.—Ella esta sana, en unos meses podrán conocerla.—Me limpie y baje de la camilla. —Necesito que sigas tomando las vitaminas, tu ácido fólico, te daré una nuevas vitaminas, esto es solo si sientes malestar.—Asentí. —Los mismos cuidados, felicidades.—Le sonreímos. Salimos del consultorio.

—Tendremos una linda niña.—Dijo Mike, le sonreí y lo besé.—¿Que haremos ahora?

—Ya que sabemos el sexo de nuestro bebé, ¿que te parece si vamos acomodando su habitación?—El sonrió, me abrió la puerta del coche y fuimos al centro comercial.

***

Llegamos a casa, después de estar todo el día en el centro comercial, me senté en el sillón de la sala, Mike se puso a lado mío, me acosté poniendo mi cabeza en sus piernas, nos quedamos sin hablar, el silencio no era para nada incómodo.

—¿En que piensas? —Le dije mientras lo miraba.

—¿Como le pondremos a la bebé? —Lo pensé, suspiré.

—No lo se, pero debemos pensarlo muy bien, básicamente es algo que tendrá de por vida. —El asintió, me levanté del sillón y fui a la futura habitación de la bebé, sonreí mientras acaricié mi vientre, sentí una punzada.—¡Mike!

—¿Que pasa? ¿Están bien? —Tome su mano y la llevé a mi vientre.

—La bebé pateo.—Sonrió, acaricio mi vientre, sentí otra pequeña punzada, sonreímos. Dejo de patear.—Iré por helado.—Mike río, salimos de la habitación y fui al congelador, hice un puchero.—Ya no hay helado, solo queda esto.—Le mostré un bote casi vacío.—Además, yo quiero de fresa, no de vainilla.

—Debido a que no quiero que mi hija salga con cara de helado, iré por el.—Me reí, se despidió con un beso en mis labios, subí las escaleras y fui directo a la habitación que sería de la pequeña.

—Tu padre nos ama tanto, te aseguró que no te va a hacer falta nada, aunque, debes saber que cuándo se enoja, puede gritar mucho, pero no te preocupes, seguro contigo no se enojará jamás. Esté será tu cuarto, obviamente faltan muchas cosas, pero estará listo para tu llegada.—Camine hacía mi habitación, me cambié por la pijama, y me acosté suspiré.—Te esperamos con ansias mi pequeña, debo de admitir, que tu padre está ansioso por conocerte, me alegra que traigas felicidad a esta casa.

Desperté por caricias en mi rostro, abri mis ojos, y vi a Mike, sonreí.

—¿Tanto me demoré? —Negué. Me mostró un bote de helado, sonreí.

—No lo se, me quedé completamente dormida.—Dije mientras comía del helado.—¿Haz pensado en algún nombre? —El negó.

—No lo se... soy mejor con los apodos.—Me reí.—Tenemos que pensar muy bien el nombre de chiqui.—Sonreí al sentir una pequeña patada en mi vientre.

—Al parecer, Le gusta tu voz.—El sonrió, se hincó y acarició mi vientre.

—Hola chiqui, en menos de lo que crees, estaremos juntos.—Le dio un tierno beso a mi vientre.

—Debido a que ya salí de vacaciones, y aún falta para mi homeschool, mañana empezaré a adornar la habitación de la bebé.

—Bien... recuerda que hay que ir a Italia.—Asentí, el me dio un tierno beso en mis labios.—Te amo.—Sonreí.—Mi pequeña y fuerte coneja.—Me acaricio mi mejilla.—Haré todo por protegerlas, siempre.

—Lo se.—Lo besé.—Me alegra que nuestra hija te tenga de padre.—Me llevé la cuchara a la boca, me levanté de la cama y llevé el bote de helado al refrigerador, fui a la habitación.—Alessa.—Me miró.—¿Y si nuestra hija se llama como tu hermana? Alessa Ronda.

Como creen que ellos seran como padres? 👀👀👀

(Nótese que  perdí la anterior página de facebook y me tuve que hacer otra

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(Nótese que perdí la anterior página de facebook y me tuve que hacer otra.🥺)
No olviden de comentar y votar.💕

Síganme es completamente gratis.

L@s amo.

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now