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Michael.

Era ilógico que ella no quisiera nada para su cumpleaños, fui a una agencia de autos, me baje y entré, vi todos los autos, elegí uno no tan pequeño, lo pagué, salí de ahí y me dirigí a la empresa, agradecía no tener que verle la cara a Marcos, llegué a mi oficina, ahí estaba Ana y Giovanna discutiendo.

—Es mi trabajo.

—Pero no sabes como hacerlo, los papeles no van así, porque no los estás poniendo en orden de urgente, y esto es urgente.

—No te metas Ana. Michael se enfadará si...—Decidí interrumpir.

—¿Que haces aquí?

—Vine a hablar contigo.—Asentí, entramos a la oficina, ella se sentó. —Lo lamento, enserio.

—Los leíste.—Asintió.—Lo último que quiero es que se pongan en riesgo, lo mande para tenerlo seguro, solo eso.

—Lo se, pero no pude evitarlo, ¿Como estás?—Le platiqué lo sucedido, ella solo negaba.—Valentina debió dejarte dormir ahí.—Me reí. Lo hubiera hecho, sin duda, pero si las cosas hubieran sido diferentes, me respondí. —¿Como te va con Giovanna?

—Pésimo, y Valentina no la quiere.—Ella solo se río.

—Es tu día de suerte, quiero volver.—Arqueé una ceja.—Entendí mi lugar, no soy la mujer que amas, pero si en quien confías, no eres mi pareja, pero si eres mi amigo, y no importa que no este cerca de ti, si me necesitas, me buscas, así que quiero estar aquí, y no que me tengas que buscar, quiero que sepas que mi papel en tu vida, es solo ser tu amiga.—Sonreí. —No te pido que me regreses a ser tu secretaría si no quieres, o si Valentina no se siente cómoda...

—Le alegrará verte aquí, comienza por traerme mis pendientes por favor.—Sonrío, ella se levanto.—Gracias.—Me abrazó. —Te quiero Ana. —Le sonreí.

***

Aquí estaba yo, esperando a Valentina, cuándo me tocaba esperar a alguien siempre decía que no era el chofer de nadie, y aquí estoy, esperando a Valentina, me tocaron el vidrio, Katja.

—¿Que haces aquí extraño? No me haz vuelto a llamar.

—Lamento eso, digamos que han pasado varias cosas, los últimos meses.

—¿Quieres platicarlo en mi casa? Hoy por la noche. —Me reí. —Tal vez te haga olvidar un poco.

—Lo agradezco, pero ya tengo a alguien.—Sonreí. La platica se vio interrumpida por la puerta, volteé. —Creo que ya conoces a mi esposa.

—¿Te casaste, enserio? —Asentí.—¿Que paso con eso de nada serio, solo follar? Lo siento Valentina, soy...

—No te preocupes Katu.

—Mejor me voy.—Sin más se fue. Salude a Valentina.

—¿Quieres tener una cita conmigo en mi oficina? —Reímos.

—Quiero hamburguesa.—Me desvíe del camino, compramos las hamburguesas, y de ahí fuimos a la oficina. Llegamos.—¿Ana volvió?

—Así es, y con su regreso, me di cuenta que tengo demasiados pendientes, Giovanna no me daba todos.—Ella río.—Ana, ¿Tienes el despido de Marcos?

—Así es, toma, con su antecedente de que estuvo detenido.—Sonreí.—Necesito que confirmen su asistencia en la fiesta de los socios, y todo esta en tu oficina. Hola Valentina.

—Esto es eficiencia.—Entramos a la oficina, Valentina se sentó en la pequeña mesa que había.—Mi amor, ¿iremos a la fiesta?

—Son tus socios, por mi esta bien.—Me sonrió.

—Siento que hoy no te eh besado el tiempo suficiente. —Se levantó y se puso de puntas, sonreí y la besé. —¿Comemos?—Asintio. Empezamos a comer, me platicó de su día, la veía realmente feliz, y eso hacía que me alegrara automáticamente yo también, terminamos de comer, ella comenzó a hacer sus tareas y demás, firme los papeles.

—¿ESTA ES TU MANERA DE CORRERME? —Vi a Valentina sobresaltarse, me levanté. —QUE NO SE TE OLVIDE QUE ESTUVE AHÍ POR TU CULPA.

—MIRA IDIOTA, VETE DE MI OFICINA, Y DE MI EMPRESA, NO SOLO DE ESTA, SI NO DE TODAS LAS DEMÁS, Y QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE TU VIENES Y ME GRITAS.

—TE HAZ CASADO CON UN IDIOTA VALENTINA.—Se iba a acercar a ella pero Valentina se alejó.—EL TE HACE CREER COSAS QUE NO SON, NO SOLO A MI PADRE LE PUSO ORDEN DE RESTRICCIÓN, SI NO A MI TAMBIÉN. ¿QUE PASO CON NUESTRA AMISTAD?

—DÉJALA MARCOS, NO QUIERO VERTE AQUÍ, SI MAÑANA LLEGO Y NO TE HAZ IDO, ME ASEGURARE QUE NO PASES SOLAMENTE UNAS HORAS EN LA CÁRCEL.—Ana entró con seguridad. Le agradecí con la mirada, todos salieron, recogi los papeles y los guardé en el maletín. —Ana, ya me voy, mañana no vendré, tomate el día. ¿Valen, nos vamos? —Ella asintió. —Espérame aquí, iré con Karol rápido.—Le di un beso en la frente, fui a la oficina de Karol, le platiqué lo sucedido. —Creo que tu madre te necesita.—Ella se quedó callado.

—Creo que si...—Sonreí, la abracé. —Lo platicaré con Ruggero. —Asentí, salí de ahí y fui con Valen.

—Basta Marcos, creo que es lo mejor, que tu y yo estemos lejos.

—¿Dejarás que el te manipule?

—No, es por decisión propia.—Marcos iba a hablar, pero lo detuve.

—Ya te lo dijo mi esposa, vete por favor.—Sin más el salió, tomé mi maletín, y la mochila de Valentina, me despedí de Ana y salimos.—¿Enserio es por decisión propia? —Me miró.

—Si, lo es, no quiero tener nada que ver con el.—Sonrió. Llegamos a casa, ahí estaba Mónica haciendo el aseo, la saludamos.

—Tengo tu regalo de cumpleaños.—Me miró. —Y tu decides que hacer ese día.

—No quiero nada Michael, enserio, será solamente un día más.

—¿Por que?

—Porque si.—Rodeé los ojos. Iba a hablar, pero como siempre me detuvo.—No es tema de discusión. —Me entró una llamada, Yankel, conteste.

—Mike, necesito que vallamos a Italia lo antes posible, hay que testificar en contra de Meredith, y debido a que tu eres el involucrado, te necesito ahi.—Miré a Valentina.

—¿Cuándo?

—Será rápido, a más tardar dos días, tu elige cuándo quieras ir, y me avisas.—Le agradecí y colgué. La cara de Valentina decía que esperaba una respuesta.

—Tengo que ir a Italia a atestiguar contra Meredith. Es odioso, parece como si esto nunca terminará. —Sin más subí las escaleras.

Que creen que pase ahora que Mike estará lejos?👀👀

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now