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Valentina.

Entendía el sufrimiento y el coraje que el tenía, sin embargo, no por eso permitiría que el saliera lastimado, pero fue demasiado tarde, ya lo habían detenido, es que tengo un esposo idiota y compulsivo, me subí al coche y conduje hasta la comisaría, dude en avisarle a Karol, sin embargo, era su primo y ella merecía saberlo, tomé mi teléfono y marqué el numero de Karol, ella me contesto.

—Estaba en discusión con mi novio, ¿que pasa?

—Lo lamento, aunque me alegra que haya vuelto. Te pondré al tanto.— Comencé a platicarle.—Y ahora tu primo, tu padre, y Marcos, están detenidos.—Conclui.

—Mierda, ese estupido solo se mete en problemas, ¿Necesitas algo? Podemos ir por ti, o acompañarte.

—No gracias, estoy manejando hacia la comisaría, quería avisarte, te mando mensaje en cuánto este con tu primo, otra cosa, me ayudarías mucho comunicándote con el abogado de tu primo, no se si ya le llamó o algo.

—Claro prima, te ayudo en lo que sea, gracias por avisarme.—Le colgué, llegué a la comisaría, pedí informes acerca de el, pero no me dijeron nada, me senté, y esperé impacientemente a que llegara el abogado.

Los minutos pasaban, y no podía dejar de estar nerviosa al pensar en Mike, me tallé la cara en forma de frustración.

—Señora Ronda, soy Yankel, abogado de Mike.—Se presentó.

—Valentina Zenere, un gusto.

—Me comunicó Karol de lo sucedido, haré los trámites para su liberación.—Le agradeci, se alejo un poco, después de algunos minutos volvió a mi lado. —Ya lo traen en camino, está bien, solo hay que pagar su fianza.—Asentí, fui a dónde me indicó, pague, lo vi salir, rápidamente lo abracé, nos despedimos de Yankel y salimos de la comisaría.

—¿Manejas tu?

—Cuándo tengas tu coche, manejaras tu.—Reí, le di las llaves y me metí, el condujo.

—Manejo bien, lo sabes.

—Mi amor, te enseñé a manejar, y un día después, chocaste.—Me reí, era cierto, tomo mi mano y le dio un beso, sonreí.—Pero te perdonó.

—Gracias, pero no ha vuelto a pasar, y hoy fui chica responsable. Por cierto, no puedes simplemente irle pegando a todos.

—Ya te habías tardado.

—¿Que piensas Michael? Fue irresponsable de tu parte, cuándo dijiste que lo matarías, pensé que sería en privado, no que te metieran a la cárcel, y luego Marcos, ¿Que pasa en tu pequeña cabeza? Me tenías preocupada, no sabía nada de ti.

—Lo lamento, me pase de la línea, lo se, y pido perdón, yo también estaba preocupado, pero es que, el tuvo que ver con lo de mis padres, es un idiota.

—No lo niego, pero al final, te pones en riesgo tu también, deja que Yankel se encargue, por favor.—El asintió, bajamos del coche, entramos a la casa, era ya un poco tarde, así que nos subimos a la habitación, el se cambio y se acosto a mi lado, lo abracé, el comenzó a acariciar mi cabello.—Prométeme que dejarás que tu abogado se encargue, no te meterás por más enfadado que estés. —Me senté. —Promételo.

—Esta bien, te lo prometo.—Lo miré.—Enserio, no haré nada con respecto a lo de mis padres, pero si hace algo en contra tuya, o de Karol...

—No te importarán las consecuencias.—Asintió.—Lo se.—Lo besé.—Te amo, y me da miedo perderte, después de ti, tengo nada, quiero una familia contigo, quiero una vida a tu lado, no quiero perderte.

—No lo harás, lo prometo, tendremos familia, tendremos una vida juntos.—Sonreí.

***

Me levanté por la claridad del sol, vi la hora, 7:00 AM, agradecía que mis clases comenzaban a las 9:30, me metí a bañar, me cambié y bajé, comencé a hacer el desayuno, huevos revueltos, los puse en los platos, tocaron la puerta, así que fui a abrir. Una señora como de 36 años estaba frente a la puerta.

—Busco la casa de los señores Ronda, soy la encargada de la limpieza.

—Pase.—Ella así lo hizo. —Valentina Zenere.—Me presente.

—Un gusto, soy Monica. —Le explique lo que tenía que hacer, y le di un recorrido por la casa.

—Por las mañanas normalmente no estamos mi esposo y yo, así que no te estorbaremos, los fines de semana puedes tomarlos libres, de la comida me encargó yo, puedes tomar lo que quieras de comida.—Ella asintió. Mike bajó, me saludo y se presentó con Monica. —Ya está el desayunó.

—Comenzaré a trabajar señora Ronda. —Asentí, ella subió las escaleras.

—Señora Ronda, es la primera vez que escuchó que te dicen así.—Sonreí.

—Me gusta como suena.—Lo besé. —¿Irás a la oficina?

—Si, tengo varios pendientes, y puesto a que mi asistente ya no es mi asistente, y mi secretaría no sabe hacer las cosas a mi manera, debo encargarme yo solo.

—Bien... ¿Que te parece si después de la escuela, vamos a la oficina, y te ayudo un poco?

—Si no te afecta, está perfecto.—Sonreí, terminamos de comer, recogimos la mesa y salimos de la casa.—¿Que quieres hacer para tu cumpleaños?

—Nada.—Me miró.—Enserio, así está bien.

—¿Un viaje? ¿O bueno, que quieres de regalo?

—Nada, simplemente será un día más, listo, llegamos, te amo.—Le di un beso y me bajé antes que dijera algo. Salude a Jordi, fuimos a nuestra clase, escuchaba al profesor explicar, mientras que tomaba apuntes, después de unos minutos, la clase terminó, guarde mis cosas.

—¿Vamos por un café?

—Claro.—Salimos del salón, y fuimos a la cafetería, compre un café.

—Ven, te llevaré a un lugar.—Tomó mi mano y caminamos.—Primero, ve este lugar.—Lo miré, había pocas bancas, era área verde.—Se lo mucho que te gusta leer, así que aquí lo puedes hacer, ahora, ven otra vez.—Caminamos un poco.—Aquí esta la biblioteca.—Sonreí, entramos y estuvimos recorriéndola un poco, después salimos. —¿Te gusto la biblioteca?

—Si, es muy bonita, y el lugar es tranquilo, gracias.—Le sonreí, me tomó por la cintura y me abrazó. Fuimos a nuestras demás clases, nos sentamos juntos.

—Se acerca tu cumpleaños, ¿que harás?

—Nada, será un día más, es este sábado, así que descansar me hará muy bien. —No se habló más del tema porque la profesora entró.

Que quieren que pase para el cumple de Valu? 👀

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now