Bajo Acuerdo|Michaentina

56•

Michael.

Me desperté por mi alarma, bufé, me levanté de la cama y me metí a bañar, estuve un poco ahí y salí, me puse mi traje, vi entrar a Valentina pero nos ignoramos, me puse mi reloj y salí del cuarto, tomé una manzana y salí de la casa, conduje a la oficina, llegué y me fui directo a mi oficina, ahí ya estaba Ana, la saludé y entré.

—Toma tu teléfono, tu tio te estuvo marcando, lo tuve que apagar.—Me reí.—según yo, ya llego al país, Karol esta en su oficina, y Marcos también, les dije que querías que se reunieran cuándo llegara tu tio. —Asentí procesando sus palabras.—Tus pendientes están ahí, y hay mas en archivos, tienes mucho trabajo.

—Bien... gracias Ana.—Asintió y salió.

Tomé los papeles y los comencé a revisar, la puerta fue abierta por Karol, se sentó frente a mí.

—¿Que mierda quieres? A mi me sobraba una semana de vacaciones.

—Tengo que hablar con tu padre, y tu hermano, firma estos papeles.—Se los di, tomo una pluma y los firmo.

—Mike, ya llegó tu tio, y ya se fue al salón de juntas.—Asentí, le di los papeles y me fui junto a Karol, entramos, el la iba a saludar pero ella se alejó.

—¿Por que me hiciste venir?

—Fácil, tengo un comprador para la empresa, yo no invertiré ni un solo centavo, así que hay solo dos opciones, o la vendemos, o la perdemos, así que.—Entró Ana y nos entrego un folder.

—¿Quien es el comprador?

—Yo.—Entró Ruggero.

—Yo no estoy de acuerdo, así que no venderé mi parte.—Habló Marcos.

—Bien... entonces, estás fuera de la empresa. Firmo para tu despido.—Firme los papeles, y se los entregue a Karol, ella miró a su padre. —Te lo pondré fácil Karol, o el se va, o yo me voy.—Ella me miró.

—Déjalo que se valla hija, podremos sin el.

—No lo creo, no competiré con Mike, y no me vuelvas a llamar hija, me quedó claro que tu no eres mi padre.—Ella firmó.—Listo, el esta fuera.

—¡No pueden hacer eso!

—Claro que podemos, nuestros porcentajes si se juntan, hacen mayoría, así que vete Marcos, y tu Sebastian, también vete, no quiero saber nada de ti, y ya que la empresa le falta un socio, yo compraré la parte restante, y no te quiero ver nunca aquí.—Sin más, salí de la oficina.

—MÍRAME BIEN NIÑO, YO NUNCA DEJARE DE SER TU SOMBRA.

—TE PUEDES IR A LA MIERDA SEBASTIAN, PERO EN MI EMPRESA, NO ERES BIENVENIDO, NI TU, NI TU HIJO.—Sin más me fui de la empresa.

A decir verdad, iba con una sonrisa, por fin estaba logrando que el fuera saliendo de mi vida, que todo marchará bien, al menos en esta empresa ya no iba a ver a Marcos todos los días, esto solo era el comienzo de lo que le iba a quitarle, a el y a Marcos, conduje hasta casa, llegué, vi a Ruggero y Karol bajarse del coche, ahí iba su sermón, entramos a la casa, solo faltaba una cosa por resolver, Valentina, sin embargo, ese era otro problema más grande, comimos y cada quien estaba en su plática, ellos se fueron y una vez más, Valentina y yo no dirigimos palabra.

***

Estaba harto de papeles, sin embargo, estos significaban más, pues eran los papeles para comprar la empresa, sonreí, me llegó una llamada de Yankel.

—Hola Yankel.

—Hola Mike, te informo que le han llegado los papeles de la demanda a tu tío, tienes que tener en cuenta, que cualquier cosa que tu le hagas a el, como daño físico, o amenaza, cualquier cosa que pase, infórmame, así sea lo mínimo, todo son pruebas.

—Gracias Yankel, de verdad, te mantendré informado.

—Denada Mike, para eso estamos.—Colgué, escuché mi teléfono sonar nuevamente, Ana.

—Mierda Mike, hasta que contestas.—Dijo sollozando. —Te eh intentado marcar, pero me sonaba ocupado.

—¿Que pasa Ana, algo con Franco?

—El está bien— Un alivio recorrió mi cuerpo.—Tu tio, el va para tu  casa, y no va contento, se entero de tu demanda.—Escuché los bruscos toques en la puerta.

—Ya llegó, llama que traigan una unidad de policias.—Sin más colgué, fui a abrir la puerta.

—¿CREES QUE PUEDES DEMANDARME ASÍ NADA MÁS? YO TE DI TODO MICHAEL.

—Baja la voz, estás en mi casa, y no te permitiré que vengas a gritar. Así que nuestras visitas sólo serán supervisadas por mi abogado. —Los gritos despertaron a Valentina, quería realmente golpearlo, pero me contuve, aunque claro, tratándose de Valentina me fue imposible, escuché las sirenas de la patrulla, así que lo solté, Valentina fue la que abrió.

—¿Sucede algo aquí?

—Mi tio, vino a mi casa, me golpeo, y también agredió a mi esposa. —Lo esposaron.

—Necesito que vallan a hacer la denuncia, lo antes posible, si no, no quedará en su expediente. —Asentí, ellos se llevaron a mi tío, volteé a ver a Valentina, tenía lágrimas en sus ojos, la abracé.

—¿Estás bien? —Asintió, mientras escondía su cara en mi cuello, acaricié su cabello. Ella se alejó de mí.—Iré a hacer la denuncia, ¿quieres quedarte? —Negó. Ambos salimos de la casa, le marqué a Yankel y le conte lo sucedido, llegamos a la fiscalía, bajamos y entramos, se llevaron a Valentina a una revisión debido al golpe que tuvo cuándo Sebastián la empujó, firme los papeles de la denuncia y me senté a esperarla.

—¡Mike! —Volteé y vi a Franco, acompañado de Ana, lo saludé.

—¿Que haces aquí?

—Yo no quería darle tu dirección, lo juro, pero después el se puso violento, y no me quedó de otra.—Lloró.—Mike, no tuve opción, tenía miedo por Franco.

—Ana, maldita sea.—La abracé. —Lo siento tanto, enserio. ¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve al doctor?

—Estoy bien, me revisaron y estoy bien, ¿tu? —Le conte a detalle lo sucedido.—Lo lamentó Enserio. —La volví a abrazar.

—Mike, ya nos podemos ir.—Escuché la voz de Valentina, me alejé de Ana. La ví con una pequeña ferula en el brazo. —Te espero afuera. —Sin más salió.

—Me tengo que ir.

—Te llevaré a mi antiguo departamento, ahí estarán bien, al menos por esta noche. —Iba a hablar, pero no la deje. —Sin reproches.—Salimos de la fiscalía, vi a Valentina textear algo.

Parece ser que el fin de Sebastian esta cerca.👀👀

(Nótese que  perdí la anterior página de facebook y me tuve que hacer otra.🥺)
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L@s amo.