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Valentina.

Ver mi dedo anular vacío, realmente me ponía triste, pero prefería eso, a estar nuevamente en ese lugar, Mike se acosto a mi lado, y me rodeó con sus brazos, el era mi lugar seguro, el se quedó dormido antes que yo, lo pude observar, si que era afortunada al tenerlo a mi lado, mis ojos se cansaron y se fueron cerrando lentamente.

Desperté y estaba Mike en su celular, el me miró y se puso a mi lado.

—¿Como amaneciste?

—Bien.

—Me alegro, vino el doctor, dijo que tienen que hacerte unas radiografías para tu costilla.—Asentí.—No se demorará, así que le hablaré para que te las hagan de una vez, y el vea si ya te puedes ir a casa.—Sonreí, de verdad quería irme de aquí. El salió unos pocos minutos y después entró. —Ayer no te lo dije, pero atraparon a mi tío, se declaro culpable, de todo.

—Eso quiere decir que Marcos está libre.—El asintió, suspiré.—Ahí están los exámenes que me hicieron ayer, quiero hacer la demanda.

—Lo se, y se las llevaré a Yankel.—Sonreí, el doctor entró, me hizo los chequeos, y después me saco de la habitación, me hicieron mis radiografías, efectivamente, solo fueron unos cuantos minutos, nada tardado, regresé a la habitación, y estaban todos ahí.

—Feliz cumpleaños prima.—Karol me abrazó, seguido de eso, Ruggero, la habitación estaba adornada con globos, y un cartel, sonreí, Ana se acercó a mi lado a felicitarme, les agradecí a todos.

***

Por fin me habían dado de alta, era domingo por la mañana, aún dolía mi costilla, los moretones estaban desapareciendo, me miré al espejo del baño, suspiré.

—Mi amor, ¿Te falta algo? —Salí del baño, y ahí estaba Mike, esperándome, negué. El doctor entró, me dió las indicaciones y mis medicamentos. Asentí a todo, con ayuda de Mike, llegué al auto, el condujo.

—¿Que pasará con la universidad?

—Sabía que lo ibas a preguntar.—Reí.—Tranquila, encontráremos la solución.—Me dio un beso en la mano. Llegamos a casa, me ayudó a bajar, y juntos subimos a la habitación. —Por fin en casa.—Enserio que había extrañado estar aquí. —No bajarás.—Lo miré. —Si bajas, empezaras a hacer comida, limpiar, te vas a desesperar y harás lo que sea, así ya esté hecho. Así que te quedarás aquí arriba.

—¡No!

—¡Si! Al menos que no quieras hacerle caso al doctor y quieras regresar al hospital.—Me quedé callada.—Lo imagine, ahora, nos acostáremos, y veremos una película, o si quieres ir a leer, esta bien.—Me recosté en la cama, poco segundos después, el lo hizo también, lo abracé. —Haría cualquier cosa por protegerte. —Me dio un beso en la frente.—Y también haría cualquier cosa para que olvides lo que viviste, así que si te quieres ir a Italia, a Argentina, o a algún otro país, solo dímelo, y lo haremos, nos mudaremos.

—¿Enserio cambiarías tu vida en Mexico, por mi?

—Si de eso depende tu felicidad, si. —Sonreí. Tocaron la puerta.—Seguro es Yankel, ahorita vengo.—Asentí. El salió de la habitación, estire mi brazo, y tome mi libro, comencé a leer, me levanté, y me serví agua, Mike entró, lleve las pastillas a mi boca, y las tragué.—Mañana iré en la mañana a la oficina, solo por los papeles que necesito, no demoraré.—Asentí.—Me iré después de que llegué Monica.—Tomó el libro que estaba leyendo, y leyó el título.—¿Si sabes que yo te lo pude haber comprado, verdad? —Rodeé los ojos.—Solo decía.

—Tienes que dejar de ponerte celoso de el.

—¿Hace cuándo anduviste con el?—Bufe.

—Terminamos unos meses antes de conocerte, duramos dos años, después seguimos siendo amigos, pero dejamos de hablar cuándo salí de casa, es un gran chico, siempre me apoyó, y ya, nada más.

—Este libro tiene historia.—Rodeé los ojos. Me recosté nuevamente en la cama.

—Es su libro favorito, siempre lo quise, lo estuvimos buscando por mucho tiempo, no lo encontramos, solo me lo prestaba, y ya que estás de chismoso, le escribí una nota detrás de la portada, con la esperanza de que me lo regalara, pero no lo conseguí. Hasta antier que me le dió. —Buscó la nota que le dije, me reí. —¿contento? Ahora ya dámelo que seguiré leyendo.— el me lo regresó, lo tome y lo leí, pero no me podía concentrar mucho.

—¿Podemos ir a hacer el super? —Me volteó a ver.—Estuve encerrada días, y necesito distracción, por favor, o vamos por un helado, algo.—Dije y lo moví como niña pequeña, el se rio. Se levanto de la cama.

—Me vas a volver loco.—Me reí, me ayudo a ponerme una chamarra, y mis zapatos, bajamos las escaleras y nos subimos al coche.—¿Que quieres hacer? Caminar mucho no puedes. Gastar gasolina, lo haces muy bien.—Reímos, lo pensé un poco, ni siquiera sabia que quería hacer. —Eres necia, solo me manipulas.—Volví a reír. —En lo que piensas, te pedire una cosa, no agarres mi coche, de las tres veces que lo haz agarrado, una lo chocaste, y la otra lo dejaste, y lo usaron como evidencias del crimen.—Reí.—¿Y bien?

—¿Me llevarás a dónde quiera? —Asintió, lo dude un poco, pero al final, se lo pedí.—Quiero ir a ver a mis padres.—Me volteó a ver.—Por favor, prometo no volver a ir sin compañía, solo quiero ver a Sergio, no demoraremos.

***

Condujo por unos cuantos minutos, estaba nerviosa, siempre que visitaba a mis padres, no salía para nada bien, me golpeaban, tenía problemas con mi esposo, o me secuestraban, llegamos a la casa, nos bajamos, me acerqué a la puerta, y suspiré, Mike me hizo el favor de golpearla por mí. Unos pocos segundos, y fue abierta por Nadia.

—Mucho habías tardado.—Nos hizo espacio y pasamos, pude ver que había varias cajas, y unas pocas de maletas, se iban a mudar, supongo que era lo mejor.

—¿Y Sergio? —Me señaló la cocina, estaba guardando un poco de cosas, me acerqué a el.—¿Como estas?

—Tal vez mejor que tú. ¿Todo lo hizo el? —Asentí, el caminó hacia la sala, lo seguí, me senté en el sillón.—¿Que hacen aquí?

—Sufriste un disparo con tal de que no me encontrarán, quería ver como estabas.

—Y ni siquiera sirvió de nada, siempre haz sido terca y necia, te dijimos que te fueras.—Dijo Nadia.—Tu esposo fue en representación tuya al hospital, gracias por dejar la cuenta pagada.—Lo miramos.

—No hay problema, Sebastián esta en la cárcel, así que no tienen de que preocuparse.—El me miró, y ahí lo entendí.

—Tenemos que irnos.—Me levanté del sillón. Nadia escribió en un papel.

—Toma, la información que querías.—Le agradecí.—Y si en algún momento quieres saber de nosotros, estamos en esta dirección.—Me sorprendí. —Es un poco alejado, pero queremos comenzar una nueva vida.

—¿Es su manera de disculparse?—Dije y la miré a los ojos.

—El hecho de que no haya sido buena madre, no quiere decir que no te haya querido. Así que si, es mi manera de disculparme, por ambos, también te doy la opción de perdonarnos, o simplemente alejarte, no te culparé, el hecho de que seas dedicada, apasionada, noble, y empatica, no quiere decir que perdonarás algo, o a alguien  que te hizo daño. Ya no eres una niña, sabrás lo que haces, y cuándo lo haces. —Asentí, y sin decir nada más, salimos de aquella casa.

Ustedes que dicen? Que Valentina perdone a sus padres? O que no están tan arrepentidos ? 👀

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now