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Valentina.

No podía creer que el haya invadido mi privacidad, y para ser sincera, me sentía un poco descubierta, eh hecho de todo para que tuviéramos una vida tranquila, en paz, sin embargo, eso parece no importarle a la vida; pero no más, no dejaría que mi paz, y mi tranquilidad se viera rota, tomé mi teléfono, mi bolsa, y salí de la casa, tomé un taxi, y me dirigí a mi antigua casa, estaba con los nervios de punta, llevaba más de dos meses sin venir por acá, a decir verdad, cierto temor recorría mi cuerpo, tomé mi teléfono y le marqué a Mike, valla sorpresa, me contesto Ana.

—¿Que haces con el teléfono de mi esposo?

—Se le olvidó, no esta aquí, se acaba de ir hace como menos de 5 minutos. —Su voz era pacífica, lo cual me sorprendía.—Si regresa por su teléfono, dire que llamaste,¿o quieres que le diga algo en especial?

—Nada, hablaré con el después... gracias.—Llegué a la casa, pagué el taxi y me baje, suspiré, bien, mi nerviosismo estaba al mil, sin embargo, trate de tranquilizarme, toqué la puerta, Nadia fue la que me abrió.

—¿A quien tenemos aquí? A la mal agradecida, ¿Ya te dejaron? —Rodeé los ojos, pase, estar en este lugar, me daba escalofríos. —¿Que haces aquí?

—Vengo a proponerles un trato. Se quien les dijo dónde estaba, y con quien, necesito las pruebas, en dónde culpen a Sebastian Ronda de eso, a cambio, les daré un millón de dólares.

—¿Como sabemos que lo cumplirás?

—Porque soy su hija, solo necesito hacer unas llamadas al banco, y el dinero estará en su cuenta. Eso si, no los quiero volver a ver, vallanse lejos,no los quiero cerca de mí , ni de mi esposo,el dinero los ayudará para vivir sin preocupaciones.

—No tenemos muchas pruebas, unos cuantos mensajes, movimientos bancarios, acepto el trato, a cambio de que sea un millon y medio. —Sonreí a mis adentros. La platica se vio interrumpida por toques en la puerta, Nadia abrió, dejando ver a Mike, esto tenía que ser una broma. Después de todo, ellos aceptaron, y de cierta forma, ellos tenían razón, éramos familia, y sabíamos que a todos nos convenía eso, salimos de la casa, vi mi mano, mis anillos estaban de vuelta, sonreí. Llegamos a casa, escuché los azotones de puertas, un día, destruirá todas las puertas.

Después de la discusión, subí las escaleras, fui a mi antigua habitación y me acosté me descubrí una parte de mi brazo, tenía un gran moretón, y dolía, y mucho, para ser sincera, salí de la habitación, pero escuché a Mike hablar por teléfono, con Ana. Trate de no pensar mal, o cosas que no me gustaría que pasarán, sin embargo, fue inevitable, después de conocer su historia, suspiré y volví a meterme al cuarto, cheque la hora en el pequeño reloj. 12:45 AM, mis ojos se fueron cerrando, hasta que me quedé completamente dormida.

***

Desperté por la claridad que entraba por la ventana, me levanté y salí del cuarto, sin embargo, todo parecía normal, entré a la habitación que compartía con Michael, y ahí se estaba poniendo su reloj, vestía su traje, sin hacerle caso, saqué ropa y me fui al baño, dejé que el agua recorriera todo mi cuerpo, me relajé, estuve ahí unos cuantos minutos más y salí, pero ya no había rastro de Michael, bajé a la cocina y me preparé el desayuno, una malteada y fruta picada, tomé mi teléfono, deposité el dinero a mis padres, esperaba que con esto, no los vuelva a ver, que se vallan lejos y me dejen en paz de una vez. Puse música, y dejé el teléfono ahí, comencé a limpiar la casa, metí a lavar la ropa, suspire, me senté y comencé a leer un libro, sin embargo, el dolor en mi brazo, se volvió a hacer presenté, lo descubrí y el moretón era aún más grande, junto con el dolor, busqué una pastilla y me la tomé, vi la hora 2:00 PM, me levanté del sillón y empecé a hacer la comida, terminé de hacerla y me puse a doblar la ropa, escuché la puerta abrirse, y entraron Karol, Ruggero, y Mike.

—¡Basta Mike! No puedes pelearte con mi padre todos los días.—Una vez más, el azoton de puerta llego a mis oídos. —Prima, ¿como estás?

—Bien Karol, ¿y tu?

—Ya mejor, aunque me hubiera encantado que no me llamaran para ir a escuchar puras peleas.

—¡A mi no culpes! Puse las cosas en claro, tu padre piensa que puede hacer lo que quiera en mi empresa, y eso no va a pasar, por otro lado, tu hermanito se irá también.

—¡No me jodas! Deja de pelear, ve y díselo a ellos, no a mí, tu mal humor me tiene harta.—La miró y rodó los ojos. Me fui a la cocina, Ruggero fue detrás de mí.

—¿Por que está de mal humor?

—Peleamos, y no nos hemos dirigido la palabra desde ayer. —Estiré mi brazo, pero esté me causo dolor.

—¿Estás bien? —Asentí, el sacó los platos, le sonreí, los llevé a la mesa, ahí estaban peleando, rodeé los ojos, puse la mesa, y serví la comida, platicamos, Ruggero y Mike platicaban entre ellos, y Karol y yo entre nosotras. Terminamos de comer y Karol se ofreció a recoger la mesa, yo lavé los trastes y de ahí nos fuimos a la sala. Estuvimos platicando un poco más, y ellos se fueron, tomé mi libro, mi teléfono, y me subí a la habitación, me puse la pijama que recién había lavado hoy, y me acosté, me dispuse a leer, en poco tiempo me quedé dormida, pero me desperté por gritos en la sala, bajé y estaba Sebastian con Michael discutiendo.

—¡No niño! No eres más que un simple huérfano.

—¡TU ERES UN IDIOTA QUE AÚN DESPUÉS DE LA MUERTE DE MI PADRE,NO SALES DE SU SOMBRA.

—TU IDIOTA.—Dijo y se acercó a mí.—¿CREES QUE PUEDES JUGAR CONMIGO?

—NO TE PERMITIRE QUE TE METAS CON ELLA, SI LE LLEGAS A HACER ALGO, TE JURO POR MIS PADRES, QUE TE ARREPENTIRÁS. —Sin previo aviso, Sebastian le pegó a Mike, me tomó por los brazos y me pegó contra la pared. Mike llegó y lo alejo de mí.—NUNCA EN TU MALDITA VIDA, TE QUIERO CERCA DE NOSOTROS, NI DE KAROL, PORQUE SI LES VUELVES A HACER DAÑO, YO MISMO TE MATARÉ.

—¿ES UNA AMENAZA?

—SI.—Lo tomó por el cuello de la camisa.—SI ES UNA AMENAZA.—Escuchamos las sirenas de la policía. Mike lo soltó.

Que les parecio? 👀👀

Bajo Acuerdo|MichaentinaWhere stories live. Discover now