Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
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Kelyani abrió los ojos para darse cuenta que aún se encontraba en su cuatro dentro del Kamar-Taj. Vio su teléfono, dándose cuenta que aún era temprano. No se sorprendió mucho en cuanto vio la fecha. Siempre que era el aniversario de la muerte de sus padres, soñaba con aquella devastadora noche.
- Oye, Yani, ¿estás visible?- escuchó la voz de Mordo del otro lado de la puerta.
- Por supuesto que no. Hoy amanecí completamente invisible- respondió sin moverse de su cama.
- ¿Es verdad?
- Por supuesto que no- respondió aventando su almohada en dirección a la puerta para quedarse sola.
Kelyani escuchó como se alejaba Mordo de su puerta mientras se levantaba rápidamente y empezar su día. Se pregunto cuanto tiempo había pasado desde que se había despertado, pensando en los acontecimientos sucedidos cinco años atrás.
Después de la muerte de sus padres, Kelyani había decidido dejar todo en América. Su vida, su carrera, su familia, sus amigos y su novio sin ninguna explicación para ellos. Ella había decidido irse de viaje a Asia con un poco de la herencia que había obtenido de parte de sus padres. Tenía que buscarse a sí misma porque no sabía que hacer con su vida.
Viajó a la India, China, Vietnam, Laos, Mongolia, Corea del Sur, Hong Kong. La mayoría de su trayecto lo hacia a pie y cuando se sentía excesivamente cansada, se iba en el primer medio de transporte que se encontrará disponible. Su dinero lo utilizaba para bebidas, comida y hospedaje. Estuvo así por un mes, en donde solo dependía de ella. Su único medio de comunicación era un Black Berry al que le cambiaba al chip cada vez que llegaba a un país.
No fue hasta que se encontraba en Bangkok cuando un desconocido le dijo que lo que estaba buscando, probablemente lo encontraría en Kathmandú, en un lugar llamado el Kamar-Taj. Una vez que llegó a la capital nepalí empezó a buscar el lugar, aunque se sentía un poco tonta de que alguien supiera lo que necesitaba se encontraba ahí. En toda la ciudad, estuvo preguntando en donde se encontraba el Kamar-Taj, lo cual recibía respuestas negativas.
- Yo te puedo llevar al lugar que buscas- la chica se dio media vuelta para encontrarse con con un hombre sin cabello y ojos rasgado-. Ella te está esperando.
- ¿Ella?- preguntó confundida y sorprendida.
- Ancestral.
La chica lo siguió a una distancia prudentes mientras esquivaba a la gente de su alrededor. Caminaron por varios lugares concurridos. En su camino pudo ver varios anuncios que ofrecían sus servicios para sanar el espíritu. La castaña esperaba que no se tratará de una trampa para reclutarla algo mucho peor.
- Es aquí- señaló el hombre mientras abría la puerta.
La chica entró al recinto mientras observaba el pasillo. Lo que menos había pensado es que llegaría para quedarse por mucho tiempo. Mucho más de lo que ella pensaba.
