Capítulo 122 || Strange Awakens

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La apenas visibilidad del lugar hacia difícil diferenciar el camino que fuera apenas perceptible en medio de la oscuridad

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La apenas visibilidad del lugar hacia difícil diferenciar el camino que fuera apenas perceptible en medio de la oscuridad. Alzó su mirada para encontrarse con su compañero de misión, haciendo que se sintiera culpable de que la acompañará. Él se detuvo para poder ayudarla a subir a lugar donde se encontraba la Gema del Alma.

— No puedo creer que hayas venido acompañarme, Steve – comentó la hechicera mientras continuaban caminando por la senda –. Eres más indispensable en Nueva York que aquí.

— ¿Lo dices para conseguir la Gema de la Mente? Apuesto que los demás podrán manejarlo bien sin mí.

— No era necesario – respondió Kelyani mientras  la brisa movía sus mechones que salían de su trenza.

— Lo es para mí.

Kelly se hizo a un lado al divisar una figura acercándose a los dos viajeros del tiempo. Steve acomodó su escudo dispuesto a pelear mientras la hechicera sacaba el Bastón de Rama. Poco a poco, el rostro se hizo visible para divisar a un ser con cráneo rojo que se acercaba a ellos.

— Steve hijo de Sarah – miró al que alguna vez fue su enemigo durante la Segunda Guerra Mundial –. Kelyani hija de Alexander.

Los dos se encontraban cerca del borde del acantilado. Kelly pensó en todo lo que había pasado en su vida. Uno dos los dos se tenía que sacrificar. Alguien debía de morir. Una alma por una alma. El rubio y la castaña intercambiaron miradas. Steve no podía ser porque el mundo todavía lo necesitaba para lo que sea que fuera suceder. Ella solo era una hechicera que por azares del destino que había terminado en Kamar-Taj.

— Lo haré yo – anunció la chica mientras se quitaba el cinturón donde siempre había estado resguardado su reliquia –. Tengo que ser yo

— Kelyani, no – la detuvo agarrando su brazo –. Stephen te estará buscando, al igual que tu hermana cuando regresen. Y Clara estará preguntando por ti.

— Y el mundo necesitara al Capitán America – lo interrumpió –. Habrá otra persona que cubra mi lugar, pero tú no. El mundo necesitará a Steve Rogers.

— Knowlton, te prohíbo que hagas eso. Debemos de encontrar otra manera de obtener esta Gema. Tenemos que...

— Steve, el guardián de la Gema fue claro al decir una alma por una alma. No hay otras opciones.

Antes de que pudiera hacer algo, le lanzó un hechizo para inmovilizarlo el tiempo necesario. Soltó un suspiro sabiendo cual sería su destino. Se quitó los brazaletes de Cerridwen para dejarlos junto al Bastón de Rama. Sus dos fieles reliquias de las que se tenía que separar en algún momento.

— Steve, como mi última voluntad, quiero que trasmitas mis últimas palabras. Dile a Clara que ella ha sido lo mejor que me ha pasado en mi vida. Dile a mi hermana que hice esto para que regresará y que me perdone por no estar ahí. Y a Stephen dile que lo he amada como nunca imagine que lo haría, pero que este era la única manera. 

>> Lo lamento, Steve.

Kelyani se limpió su rostro mientras se alejaba del abismo para tomar carrera. Ella empezó a correr en dirección al borde mientras tomaba la fuerza. Antes de brincar, se dio media vuelta para no saber cuanto tardaría en caer. Cerró los ojos cuando se dio cuenta que el borde empezaba a alejarse en lo que escuchaba como Steve Rogers gritaba su nombre.

Se despertó asustada con su respiración agitada haciendo que se diera cuenta que se encontraba en la habitación del Santuario. Sintió como el brazo de Stephen rodeaba su cintura provocando que fuera imposible moverse. Los dos se habían quedado dormidos en lo que veían Everything Everywhere All At Once en la tablet de Stephen. Ella logró zafarse de su agarre para dirigirse al espejo. 

— Solo fue un sueño – pasó sus manos por su cara –. Solamente eso.

Ella abrió el armario para sacar el vestido azul marino con bordados rojos y mangas cortas que Luke Jacobson le había diseñado para la ocasión. Era bonito y elegante, aparte de que no llamaba la atención para que todas las miradas se encontraran sobre Christine. Entró al baño para poder darse una ducha y arreglarse como era debido. Clara y Arthur se habían quedado con su hermana desde la noche anterior para que pudieran asistir a la boda de la doctora Palmer. Al salir, se dio cuenta que Stephen la estaba viendo.

— ¿Qué pasa? – preguntó Kelyani para dirigir su mirada al vestido –. ¿Me veo mal? Porque si no le reclamaré a Luke por mentirme.

— No, te ves hermosa – respondió divertido para acercarse a besarla –. No, hermosa no. Estás preciosa. Ya quiero que llegue la noche para... – Stephen se acercó a su oído para decirle algo, haciendo que se sonrojará –. Aprovechando que no están los niños.

— Stephen, solo hay una una boda por la cual estaría dispuesta a llegar tarde y esa fue la nuestra. No quiero llegar tarde por respeto a Christine. Y todavía tienes que arreglarte.

Strange entró al baño con el traje que usaría ese día. La hechicera terminó de maquillarse y arreglarse. Stephen se aclaró la garganta para pedirle ayuda a su esposa para que terminara de acomodarle el nudo de su corbata que había hecho con magia. Kelly alzó su mirada para encontrarse con los ojos verdes de su marido.

— ¿Está todo bien? – preguntó la castaña poniendo su mano en la mejilla del guardián del Santuario.

— Contigo a mi lado, todo está bien – le sonrió –. Lo demás no importa.

Los dos se besaron para dirigirse a la salida para tomar un taxi que los llevaría a la iglesia donde se celebraría la boda. Solo era un día normal, fuera de todas sus actividades, para pasarla como una pareja normal haría.

— ¿Está lista, señora Strange? – preguntó Stephen abriendo la puerta de la residencia.

— Por supuesto que sí – el hechicero puso su mano en la espalda de la castaña –. Adoro cuando te pones romántico.

— Creí que detestabas mi lado romántico – los dos se pararon en la acera para esperar el primer taxi que se detuviera en frente de ellos.

— Solo lo odio cuando estamos a la mitad de una batalla – le regaló una sonrisa.

Stephen rodó los ojos para luego alzar su mano para pedir el primer taxi que se detenía en frente de ellos. Los dos subieron haciendo que Kelyani le agarrara la mano en lo que llegaban a la boda de Christine Palmer.

(Nota de la autora:

Declaro inaugurado el sexto y último acto de este libro. Les aclaró que por lo mismo, de este acto no saldrán ni Arthur ni Clara que no saldrán, pero habrá un par de sorpresas que no lo verán venir. Así que ya estoy ansiosa por leer sus comentarios.

Y ahora, ¿quién está emocionadx por ver The Marvels? Yo si lo estoy por ver a Kamala y Monica. Carol no es santo de mi devoción, pero si no fuera por ella, no tendríamos a Photon ni Ms Marvel. Yo solo espero que tenga su relación como padre-hija entre Kamala y Stephen como en los comics, y así tendría oportunidad de interactuar con Kelyani porque siento que la ayudaría mucho.

Sin más que decir, nos leemos en el próximo capítulo.

April Hdzz Capaldi fuera.)

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