Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
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(Maratón 1/2)
Stephen se encontraba caminando de un lado a otro mientras enlistaba las razones por la cual no debían de volver a ayudar a Peter. Kelyani se encontraba absorta con los brazaletes de Cerridwen porque no dejaba de parpadear como si le estuviera anunciando peligro desde que contuvieron el hechizo corrupto de Strange. La hechicera no había puesto nada de atención a su esposo.
—Kelyani, ¿me has escuchado todo lo que acabo de decir? – preguntó malhumorada para luego cambiar su semblante a uno de preocupación en cuanto vio el rostro de su esposa haciendo que se acercará a su esposa –. ¿Yani? ¿Está todo bien?
— Hay algo extraño en los brazaletes – respondió angustiada –. Es raro porque está teniendo la misma señal que tuvieron los anillos de Shang.
— ¿Es el chico de San Francisco que te invitó a no sé donde para enseñarte una forma de combate?
— Sí, ese mismo. Y el nombre del lugar es Ta-Lo. Esto no es normal – alzó su mirada desesperada –. ¿Qué estará pasando?
— No sé. Pero que esto esté pasando después de que Parker haya cambiado el hechizo seis veces, no es una coincidencia.
La pareja caminó en dirección a la biblioteca del Santuario. Strange sacó una de las reliquias para darse cuenta que había algo anormal en el mapa de Nueva York. Kelyani extendió su brazo sobre la maqueta para darse cuenta que el destello aumentaba cerca de las líneas del metro.
— Yani, acerca tu brazalete al mapa – señaló a su otro brazo, que resplandecía más.
La hechicera hizo caso haciendo que Crearwy (que en ese momento se se encontraba en su brazo derecho) resplandeciera más, provocando que los intercambiaran miradas de preocupación. Nada bueno podría venir si los brazaletes brillaban sin razón aparente. Strange abrió un portal para que los dos salieran en los ductos de la ciudad.
Los dos empezaron a caminar por el lugar desolado. Ella le agarró la mano de su esposo para sentirse segura de que nada malo pasaría. Stephen solo continuó guiándola mientras observaba como los brazaletes de Yani continuaban brillando en la oscuridad. Un ruido proveniente del techo hizo la soltará.
— ¿Crees que debimos de enviar una alerta nivel Vengador? –preguntó Kelyani precavida mientras escuchaban como las gotas caían al suelo de manera pausada.
— ¿Y meternos en problemas? No creo. Aparte, no es ninguno de los tres grandes.
La hechicera hizo una mueca que no pudo ser vista por el guardián, ya que lo único que alumbraban eran las reliquias. Los dos se detuvieron cuando volvieron a escuchar como algo se movía en la oscuridad a la par que ellos. El matrimonio se volteó para encontrarse con dos enormes orbes de color amarillo, que los observaba con mucha atención. Kelyani agarró todas sus fuerzas e invocó los Escudos Serafines, provocando que el misterioso ser atacará a Stephen y la castaña lanzará uno de los escudos. Vio que se trataba de un enorme lagarto causando que la hechicera se sintiera insegura de contraatacar para no herir a Strange.
