Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
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Kelyani se encontraba en la biblioteca cuando sintió la presencia de Stephen a sus espaldas. Dio un suspiro y depositaba el libro que estaba leyendo al estante. Se dio media vuelta para encontrarse con Strange, quien traía puesto una playera gris, un saco azul marino y unos jeans.
- Muy bien, hoy pediré un deseo- comentó la chica divertida-. Usualmente soy la que está vestida de civil. Y tú, usualmente, usas trajes de hechicero.
- ¿Y por qué no estás en el trabajo?- preguntó confundido.
- Porque mi jefe me dio el día libre. Por alguna extraña razón decidió ser chofer de un autobus escolar hoy. Hace una semanas, me pidió que le consiguiera un vuelo redondo a San Francisco, sin decirme que iba hacer allá. No entiendo que es lo que hace cuando me da los días libres.
- ¿Cómo dice que se llama tu jefe?
- Stan Lee-miró a Strange detenidamente-. Y no me mires con esa cara. No te prestaré dinero, que ya me debes mucho.
Los dos salieron rumbo a las escaleras principales, donde se encontraba Wong esperándolos. Yani dio media vuelta completamente sorprendida, definitivamente ese día no sería tranquilo para ella. Strange se acercó a Wong para luego voltear en dirección a la castaña.
- ¿Quieres algo de comer?
- ¿Tienes dinero?- la castaña cruzó los brazos.
La sonrisa del pelinegro se desvaneció en el momento que la chica hizo la pregunta haciendo que la castaña llevará sus dedos al puente de su nariz. Escuchó como Stephen le hacía la misma pregunta a Wong. Definitivamente, se le estaba agotando la paciencia rápidamente.
- Es en serio, ¿no tienes nada de dinero?- preguntó Strange mientras los tres bajaban las escaleras.
- Tú no tienes derecho a reclamar dinero- comentó la castaña molesta-. Aún me debes ese mocachino que le tire a Thor hace meses.
- Apegarse a lo material significa despegarse de lo espiritual.
- Se lo diré a los del Deli. Tal vez ofrezcan un sándwich metafísico de jamón.
La castaña no sabía si reír o rodar los ojos por el comentario de su novio. La chica se detuvo para remover su cartera y tener preparado un billete de cinco dólares a la mano. Kelyani se acercó a Strange, quien también se había detenido.
- En serio, espero un día saber en que demonios te gastas tu dinero- comento la chica retomando su camino.
- Esperen, esperen- los dos se detuvieron cuando escucharon la voz de Wong-. Creo que traigo 100.
- ¿Dólares?- preguntó el pelinegro.
- Rupias.
- ¿Qué equivale a...?- pregunto la chica impaciente.
