Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
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Kelyani soltó un suspiro al pensar lo culpable que se podría sentir Peter. Los recuerdos de la noche de la pelea entre Hulk y Abominación regresaron a su cabeza provocando que sintiera un escalofrío en su espalda. Constantemente se pregunta que hubiera pasado si no se hubieran detenido en esa tienda a comprar, hubiera convencido a sus padres de bajar, o que Hulk y Abominación hubieran tenido su pelea en otro lado, incluso pensó en la posibilidad de que al gobierno no le hubiera ocurrido recrear el suero del supersoldado.
Tocó la puerta para ser atendida por una mujer mayor, quien se le quedó viendo. Kelly alzó su mano en señal de saludo. La mujer se le quedó viendo por unos instantes. La hechicera aclaró su garganta para tener su atención y tranquilizarse a ella misma.
— Buenas noche, ¿aquí vive Ned Leed? – preguntó preocupada.
La mujer habló un idioma que la castaña que lo ubicaba por el sureste asiático. Minutos después, vio a Ned y MJ asomándose por la puerta. La morena le hizo una señal para que entrara mientras que el pelinegro le explicaba a su abuela porque la hechicera se encontraba en su casa.
— ¿Han tenido noticias? – preguntó la hechicera esperanzada de que se hubiera comunicado Peter, después cambió su ropa de civil por su uniforme con magia.
— Aún nada – respondió Ned.
Los tres se acercaron a la mesa del comedor donde se encontraba la Maccina di Kadavus. Todos se encontraban en completo silencio. MJ no dejaba de lanzar constantes mirada hacia la reliquia que resguardaba el hechizo corrupto mientras tamborileaba sus dedos contra la mesa. Kelyani caminaba de un lado a otro como si eso fuera despegar su mente.
— Lo voy a oprimir – soltó la morena haciendo que su amigo protestará –. Dijo que esperará, pero... – soltó un suspiro – lo voy hacer.
— Yo quisiera... – Ned movió las manos con los anillos de los portales puesto en su mano –. Yo quisiera verlo.
Un ruido hizo que la hechicera volteara al lugar de donde había provenido las chispas de magia Eldritch. La castaña vio Ned para recordar las preguntas que había hecho el adolescente el día anterior. A lo mejor tenía sentido el cosquilleo en sus dedos y no fuera un hongo como había propuesto Stephen.
— ¿Hiciste eso? – preguntó Kelly sorprendida.
— Sí, creo... – respondió asombrado.
—Haz eso otra vez – propuso MJ.
— Quisiera poder verlo – volvió a repetir el movimiento de manos junto con sus palabras –. ¿Alguna recomendación? – preguntó el pelinegro viendo a Yani.
— Ten la mente a clara de a donde quieres abrir un portal – respondió la castaña –. Mientras más despejada tengas tu mente, mejor.
— Okey – los tres se encontraban parados –. Quisiera poder ver a Peter Parker.
