Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Las tres aterrizaron en la plaza que se encontraba destruida en ese momento. Las dos vengadoras se acercaron al lugar donde se encontraba Agatha, quien estaba notablemente molesta por el resultado de la batalla. Kelyani miró a Wanda interesada con lo que iba hacer.
— Que listas – comentó la bruja de Salem con sarcasmo –. ¿Ahora que harán? ¿Encerrarme en alguna parte?
— No, estaríamos siendo condescendientes contigo y podrías manipular más gente – respondió Kelyani tranquilamente.
— No te encerraremos en alguna parte – continuó Wanda –. Aquí.
— ¿Aquí? –preguntó Agatha incrédula.
— ¿Aquí? – preguntó la hechicera sorprendida.
— Te daré el papel que escogiste. La vecina entrometida. ¿Qué opinas, Kelyani?
—Un papel digno de alguien que metía su cuchara cuando nadie se lo pedía –respondió la hechicera haciendo que las dos se acercaran lentamente.
— No. Espera... yo... – suplicó Agatha.
—Como lo siento – respondió Wanda.
— No es verdad. Eres cruel – la pelirroja se acercó a la bruja –. Wanda, no tienes... No tienen idea de lo que liberaron. Van a necesitarme.
—Si te necesitamos, ya sabemos en donde venir a buscarte –comentó Yani.
Agatha continuó suplicando pero Wanda puso sus dedos en la sien de la pelinegra para hacerla cambiar de vestuario por completo. La sonrisa de la bruja de Salem le asustaba a la castaña y en sus ojos se podía ver el sufrimiento de Agatha. A la hechicera no le hubiera gustado llegar a ese punto, pero no les había dejado otra opción.
— Hola, lindas – comentó la pelinegra viendo a las dos –. Oigan, me encanta su nuevo estilo de las dos. ¿Deje el horno encendido o son ustedes las que arden.
— Vas a vivir aquí – sentenció Wanda –. Nadie nunca te molestará.
— Oki, doki. Lo que digan.
— Nos vemos luego, Agnes.
— No si yo te veo primero, linda.
— Nosotras te buscaremos si requerimos alguno de tus consejos – comentó Kelyani,
— No te preocupes. Sabes que mis puertas siempre estarán abiertas.
Kelyani se alejó del lugar para que Wanda pudiera reunirse con su familia tranquilamente. La chica se dio cuenta que los Brazaletes de Cerridwen habían absorbida algo de magia caótica. Definitivamente tendría que mostrárselo a Wong cuando regresará para que pueda analizarlos. Ella alzó su mirada para encontrarse con la de Wanda, haciéndole entender que podía adelantarse.
La hechicera dio un par de pasos para poder volar en dirección a la casa que había vivido en los últimos días. Aterrizó en la acera haciendo que deshiciera el hechizo que había realizado antes de que hubiera sido alcanzado por la de Wanda.
