Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
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— Hospital Metro General, Nueva York. 2017 —
Stephen Strange se encontraba en la sala del quirófano con sus antiguos compañeros de trabajo cuando vio que el monitor de los signos vitales se distorsionaba y no se veía la información sobre los latidos de Ancestral, haciendo que dejará de funcionar por unos instante. Todos los médicos hacían todo lo posible para hacerla revivir. La atención del hechicero fue directamente al monitor y luego a su mentora, sabiendo lo que significaba. Lo único que pensó fue en separarse de su cuerpo físico para poder hablar con la Hechicera Suprema.
Strange vio como Ancestral salía de la sala del quirófano en su forma astral. Él sabía que Yani no se lo tomaría bien si supiera que su mentora había muerto y no hubiera hecho lo posible para salvarla. Eso sin contar que el ex-neurocirujano le tenía una gran estima.
— ¿Qué estás haciendo? – preguntó Stephen siguiéndola por los pasillos del Hospital Metro-General –. Estás muriendo – los dos se detuvieron en frente de uno de los muchos balcones que tenía el lugar y que daba hacía la ciudad –. Tienes que volver a tu cuerpo. No tenemos tiempo.
— El tiempo es relativo – respondió la Hechicera Suprema con la tranquilidad que tanto la caracterizaba –. Tu cuerpo ni siquiera a tocado el piso – los dos vieron como un rayo iluminaba la ciudad mientras las gotas de aguanieve estaba suspendidas haciendo que tuvieran una hermosa imagen.
>> He pasado muchos años escudriñando el tiempo, mirando este momento exacto. Pero no veo más allá de él. He prevenido tantos terribles futuros. Y después de cada uno, siempre llega otro. Y todos llegan aquí, pero nunca más allá – Stephen se le quedó viendo a su mentora.
— ¿Tú crees que aquí es donde falleces?
— ¿Te preguntas qué es lo que veo en tu futuro?
— No – Ancestral volteó para sonreírle –. Sí – Strange bajo su mirada inmediatamente avergonzado.
— Jamás vi tu futuro. Solos sus posibilidades. Tienes una gran capacidad para ayudar. Siempre destacaste, pero no porque anhelabas el éxito sino por el temor al fracaso.
— Eso me volvió un gran doctor.
— Y también lo que retuvo tu posible grandeza. La arrogancia y el miedo aún evitan que aprendas la más simple y la más importante lección de todas.
— ¿La qué es? – Ancestral volteó.
— Deja de pensar en ti – regresó su atención hacia el exterior -. Cuando viniste a verme, me preguntaste cómo fui capaz de sanar a Jonathan Pangborn. No lo hice. Él, directamente, encausa hacia él la energía dimensional.
