Después de la muerte de sus padres, Kelyani Knowlton decide irse Asia para encontrarse con ella misma. En su viaje se encontrará con Ancestral, quien dará al inicio a sus enseñanzas por las Artes Místicas así como revelaciones de secretos familiares...
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Una vez que apartó la tela, se encontró con las familiares calles abarrotadas de Katmandú. La gente caminaba de un lado a otro mientras la mezcla de los olores llegaban a sus fosas nasales haciendo que fuera una delicia. Era una de las cosas que más le gustaba a la hechicera era pasearse por las calles de Katmandú, aunque en ese momento. se le hacia insoportable los olores.
- Así que tomaste un vuelo sin regreso a Asia, alejaste a todos los que querías de tu vida y estuviste vagando por carreteras y autopista hasta que decidiste venir a Katmandú. Supongo que a buscar respuestas - Agnes se acercó a la hechicera -. ¿Qué tipo de respuestas?
- Unas que no te interesan - respondió Kelyani irritada -. Eso es lo único que te debe de interesar. No es necesario me lo digas. Entro yo a escena.
La castaña sintió como empezaba a envolverse en el recuerdo mientras sentía como su espalda se sentía el peso de su mochila, en una de sus manos sostenía el nombre del Kamar-Taj y en la otra, se encontraba el mapa de la ciudad. Ella se acercaba a las personas para preguntarle sí sabía donde se encontraba el lugar, pero parecía nadie lo conocía. Ella continuaba caminando viendo a su alrededor mientras sonreía. Nunca se le había ocurrido que Katmandú fuera una ciudad tan mágica. Ahora comprendía porque Marion le gustaba el lugar en la primera película de Indiana Jones.
De un momento a otro, sintió como alguien le tapaba la boca mientras le quitaban en la mochila haciendo que empezará a patalear para evitar que le hicieran algo. Era imposible llamar la atención de alguien debido a que la multitud que se encontraba a su alrededor por lo que empezó a forcejear en un intento de escapar. Fueron los minutos más largo de su vida hasta que sintió como la soltaba provocando que terminara en el suelo. Ella alzó su mirada para encontrarse con un hombre con ojos rasgados, el cabello demasiado corto y traje guinda que había dejado a dos hombres inmóviles en el piso.
- ¿Te hicieron algo? - preguntó el desconocido preocupado mientras Kelyani se tocaba el cuello.
- No - respondió la castaña mientras el hombre que la había salvado, la ayudo a levantarse del suelo -. Si no fuera por usted que llegó a tiempo, no se hubiera sido de mí.
- Creo que esto te pertenece - le entregó su mochila que había sido su única compañera en las últimas semanas.
- Gracias - la chica volvió a acomodar su equipaje en su espalda para extender su mano -. Soy Kelyani Knowlton.
- Yo soy Wong - el mencionado estrechó la mano de la castaña -. Escuche que estás buscando el Kamar-Taj. Yo te puedo llevar ahí.
Kelyani se le quedó viendo por unos instantes. Se encontraba completamente insegura de lo que tenía que hacer. Wong la había ayudado a escapar de esos hombres, que solo Odín sabía que era lo que tenían planeando hacer con ella. Su salvador lo había ayudado a escapar y por sus facciones no parecía nepalí. Aunque él trasmitía seguridad, cosa que no pasaba tan seguido.
