CAPITULO 11

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Nevan empezó a visitar a los gatitos del hostal con regularidad, manteniéndose a una distancia prudencial de Nash. Travis era el primero que saludaba al omega, el peludo comenzaba a frotarse en su pierna hasta que conseguía que le hiciera caso y rascara su panza o le diera el pollito que llevaba en el tupper. Jugaba durante una hora o más con ellos, por el día. Mientras observaba como Nash construía su casita, Reyna se estiraba entre las piernas del alfa, intentado ocupar todo el lugar. Blaki seguía a Dama, ambos tomaban el sol juntos.

-Buenos días, Nevan... - sonrió el alfa, al verlo el omega agacho la cabeza con timidez - ¿Has dormido bien? Está noche a hecho bastante frio, tuve que venir a por los gatitos, Celia me dejó una mantita para que durmieran calentitos, aunque Reyna prefirió dormir conmigo.

-No tuve frio, el doctor Corbin me regalo una manta para el frio.

Nash se sentía aliviado de que Nevan le hablará de nuevo, el omega lo había estado esquivando esos últimos días y mirándolo con miedo, tuvo que preguntarle a Celia si le había pasado algo malo al bebé de Nevan, la respuesta fue negativa, pero él se seguía sintiendo mal por lo que había dicho. Nevan comenzó a llorar de la nada cuando se acercó a él, le repetía sin cesar que no le hiciera daño a su bebé. Celia tuvo que ir a calmarlo.

-¿Te encuentras bien? – el omega asintió – Tú bebé ¿Está bien? – cerró los ojos con miedo, no quería que volviera a llorar.

-Mi bebé está muy bien... - sonrió Nevan y acarició su vientre, Travis se quejó ya que dejo de jugar con él – Apenas he tenido nauseas cuando desperté, el doctor dice que eso está muy bien.

-Me alegro que los dos os encontréis bien.

Nevan reía bajito cuando veía a Travis jugar con Reyna, de los tres hermanos, él era el más pequeño y juguetón, siempre los buscaba para molestarlos. Nash estaba terminando de hacer las paredes de la casita, observando discretamente al omega.

-Nevan ¿te gusta pintar? – el omega asintió y se llevó a Blaki a sus brazos, Dama los miraba mientras tomaba el sol, era su pasión – Me podrías ayudar a pintar su casita, tan solo si quieres...

-¿De qué colores? – Blaki apoyo su cabeza sobre la mano de Nevan - ¿Puedo dibujarlos para que sepan que es su casita? – sonrió, Nash lo miraba como si fuera un pequeño ángel – Blaki, serías mi modelo, al igual que tus hermanos y tu mamá ¿verdad? – el gato maulló – Debemos encontrar los colores de los gatitos, señor Smith.

-Me acompañarías a comprarlos... - no hubo respuesta – Hay una pequeña tienda a unas calles de aquí, necesitaré ayuda para cargar las pinturas – mintió, intentando esconder su sonrisita – También estaba pensado en comprarles algunos juguetitos.

-Tengo que preguntarle a Celia, si puedo dejar el trabajo unas horas... - Nash rio, estaba feliz de que no denegará su propuesta – A lo mejor, me pide que pase diez informes a la base de datos, eso me costará un poco.

-Podemos ir está tarde, así tendrás tiempo a pasar los informes... - Nevan asintió – Entonces ¿Quedamos está tarde?

-Aún no he hablado con Celia, debo hablar con ella...

Nevan se quedó con Blaki unos minutos más, y después se despidió de Nash. Iba a hablar con Celia y a preparar los informes, no ganaba mucho dinero con ese trabajo, pero era muy cómodo para él, además había conseguido cambiar varias cosas que estaban mal en el problema, el señor Corbin le dio una gran recompensa por su descubrimiento. Nevan le compro unos chupetes y unos bodis con el dinero que había ganado, Celia lo acompaño, por la noche descubrió que había un pequeño osito en su bolsa de la compra, que él no había comprado. Celia le dijo que era un regalo para el bebé y no podía rechazarlo.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now