CAPITULO 82

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Los meses fueron pasando a pasos agigantados, Scott cada vez sentía más miedo con la llegada de la operación, aunque no mostraba ningún rastro de preocupación para no alterar a Oliver. Sentía que ya le había causado demasiados problemas, como para seguir molestando con sus preocupaciones. Intentaba alejar de él, las conversaciones que tenían que ver con su operación, aunque muchas veces era imposible hacerlo. Scott necesitaba preocuparse por otras cosas. Entre ellas el pequeño Woody.

Woody los engaño los primeros días, fingiendo ser tranquilo y mimoso, la parte de mimoso seguía igual, pero él no era para nada tranquilo. Oliver se dio cuenta al ver como desaparecían cosas de su casa, y acaban cerca de su camita. Primero fueron unos calcetines, Scott culpo a la lavadora por tragárselos, después fueron unos adornos que había sobre la mesita de la entrada y empezaron a sospechar, cuando desaparecieron mágicamente algunas de las plantas que cuidaba Lily.

-Es un bebé. – lo protegía Scott abrazándolo, mientras Oliver le regañaba por haber roto uno de sus nuevos juguetes. – Tiene muchos más, no le regañes así, no ves que no lo ha hecho aposta.

-Incluso rompió su ranita. – señalo a la víctima que descansaba sobre la mesa. – Woody, papá no te va a comprar más juguetes, hasta que dejes de ser tan destructivo.

-Puedo arreglárselos. – se quejó Scott. – Es fácil de coser, deja de regañarlo así, Oli, no ves que no es malvado.

El beta mantenía los brazos apoyados sobre su cadera, mientras los observaba a los dos. Scott apenas regañaba a Woody, le dejaba pasar muchas de las travesuras que hacía, sin importar cuan grabes podía ser. Oliver en cambio quería disciplinar a Woody lo antes posible.

-No habrán juguetes hasta que te portes bien. – Scott le replico. – Amor, él tiene que aprender a portarse bien.

-Pero es un bebé. – Woody lamió su mejilla. – Ves, él no es malvado, estoy seguro que fue un descuido... - Oliver le señalo el baúl de los desastre. – Varios descuidos, pero no es tan grave ¿verdad?

-Scotty, Woody tiene que ser castigado en está ocasión... - ambos empezaron a lloriquear. – Me da igual que hagáis presión sobre mí, Woody será castigado sin juguetes.

Scott se llevó a Woody indignado con él, mientras iba maldiciendo a Oliver por lo bajo, convenciendo que él era el mejor papá de los dos. Oliver lo escuchaba sin decir ni una sola palabra, habían nombrado a los "descuidos" de Woody, el baúl de los desastres, ya que todo lo que contenía en él, eran las cosas que destruía sin piedad.

-Scotty, te estoy viendo. – el beta cerró la puerta de la habitación. – Se lo que vas a hacer incluso si cierras la puerta, no le des a Woody ningún juguete.

Oliver se quedó ordenando el salón, desde que Lily se mudó, se volvió algo descuidado. No quería obligar a Scott a limpiar, así que siempre aprovechaba sus berrinches para hacer algo de limpieza él. Además, Woody soltaba más pelo de lo que pensaba, aunque lo cepillara casi todos los días. Sus juguetes estaban en el salón, para que no sé pusiera ansioso a la hora de dormir. Woody solía dormir en su habitación, siempre al lado de Oliver. Lo quería mucho, aunque fuera el que más le castigará. Woody solía despertarlo sin hacer apenas ruido para no despertar a Scott y de manera sutil le pedía salir de la habitación, cuando despertaban siempre lo encontraban en el sofá.

-¿Sigues enfadado? – no escucho respuesta de ninguno de los dos. – Scotty, tenemos que educar a Woody para que sea un buen perrito, no puedes consentirlo siempre que se porta mal, así no aprenderá.

La habitación estaba extrañamente silenciosa, en la cabeza de Oliver solo significaba una cosa. Peligro. Cuando esos dos estaban tan callados, no significaba nada bueno, y si Emily los acompañaba era peor, le empezaban a temblar las piernas cuando eso pasaba, era algo que no podía controlar.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now