CAPITULO 55

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El camino era largo y vertiginoso, el hermano de Lily, Oliver, había conseguido alquilar una cabaña pequeña cerca de donde se encontraba supuestamente Nevan y Emily. Scott consiguió convencerlo para ir con él a ayudarlo, aunque al principio no parecía muy receptivo con la idea, Oliver termino aceptando por las constantes suplicas del beta. Lily, su hermana, también quería ir, alegando que al igual que Scott a ella también le importaba Nevan.

Las indicaciones de Oliver fueron claras, no podían llamar la atención en ningún momento. Iban a hacerse pasar por un grupo de amigos en una escapada al campo. Les advirtió a los dos, que si hacían algo que fuera contra las normas, los enviaría sin ninguna piedad de vuelta al hostal.

-Debéis ser silenciosos. – dijo esto mirando expresamente a Scott. – Lo digo enserio, chico. Si armas algún escándalo, aunque sea mínimo, no tendré piedad en enviarte de nuevo al hostal.

-No estoy haciendo nada ahora. – se quejó apoyando su espalda sobre el respaldo del asiento del coche, Lily se reía por lo bajo. – A ella porque no la regañas, aquí no hemos venido a tener favoritismos por nadie, Oli.

-No es ningún favoritismo, Scott. – el beta no le creía, Oliver siempre había tenido predilección por su hermana. – Liliana se comporta mejor que tú, por eso tan solo estaba hablando contigo.

-Lily y yo tenemos la misma edad. – Oliver comenzó a reírse mientras conducía. – Me conoces desde hace años, sabes que puedo ser silencioso cuando quiero.

Lily miro a Scott por el espejito del retrovisor, Scott se había sentido traicionado cuando Oliver le pidió que se sentara en los asientos de atrás, junto las cajas que no cupieron en el maletero. Scott tenía un hueco casi minúsculo para moverse, se estaba desesperando. Lily en cambio iba amplia en el asiento del copiloto, al lado de su hermano. Aprovechaba la oportunidad para burlarse de su amigo, cuando Oliver no le miraba.

-No es justo. – se volvió a quejar media hora después, cansado de esperar una respuesta de Oliver. – Esto es una mierda, Oli. Es muy incómodo.

-Ya te avise, mi coche es muy pequeño. – se burló. – Tú te empeñaste en llevar todas esas cajas por si acaso, ahora no te quejes.

-Oli, me vengaré de ti, estate por advertido, mi venganza terrible. – lo amenazó señalándole con el dedo. - ¿Recuerdas lo que paso en aquella discoteca? Pues será peor, te lo aseguro.

Oliver era dos años mayor que ellos. El grupo siempre había pertenecido junto, como el mayor, Oli se encargaba siempre de cuidarlos e intentar que no se pusieran en problemas. Aunque a veces era complicado. Podía contralar bastante bien a su hermana, Lily era tranquila casi todo el tiempo, aunque se alteraba si estaba cerca de Scott. Ambos habían sido amigos desde que llevaban pañales, así que se consideraban como familia. Oliver ayudo a Scott a huir de su casa, cuando cumplió los dieciocho años, durante una temporada, ambos vivieron juntos en su piso de estudiante. Era un lugar pequeño y mal acondicionado, pero les encantaba estar allí, Lily los acompañaba de vez en cuando, sobre todo los fines de semana, cuando se dedicaban a ver películas y a quejarse de los vestuarios, maquillajes o actuaciones de los actores. Tenía una pequeña lista de los peores vestuarios de las películas.

Scott, se sentía agradecido con Oliver, aunque hacía tiempo que lo había dejado de ver como un hermano mayor. No estaba seguro de si Lily sabía del pequeño desliz que tuvieron ambos, mientras estaban en aquel pisito de estudiantes. Parecía como si Oliver quisiera olvidarse de lo que paso, pero Scott lo tenía gravado a fuego en su mente. Desde aquel día empezó a llamarlo Oli, algo que copio Lily.

-Pequeño escandaloso, esas cajas son todas tuyas. – le replico el beta. – Toditas, señorito. Ya que decidiste trabajar, mientras investigábamos lo que pasaba con el omega. No te quejes.

Hasta el final del caminoOnde as histórias ganham vida. Descobre agora