CAPITULO 37

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Ya era demasiado tarde para arrepentirse, Nevan intentaba no pensar en lo que estaba a punto de suceder. La llamada de los padres de Jaxon lo tomo por sorpresa, estaba a punto de acostarse para dormir, cuando el móvil sonó. Al principio pensó que era una equivocación, o que la falta de sueño le hacía tener alucinaciones, pero volvieron a llamar una segunda vez. Contesto la llamada asustado y confuso, el padre alfa de Jaxon, le dijo que debía ir a su antigua casa para hablar con ellos y colgó. No dio mucha más información, no tuvo ni tiempo para negarse.

Desde que despertó aquella mañana, se sintió extraño. Algo le decía que no debía ir, que era mejor pertenecer en el hostal, pero había otra parte de él, que le pedía ir a ver qué pasaba. Tal vez, Jaxon hubiese decidido al fin aparecer. Escondió su sonrisa cuando vio a Nash, el alfa lo saludo con un pequeño abrazo para comprobar su estado, saludando también a Emily.

-Estás extraño, Nevan. – le dijo al desayunar con él, Nash lo miraba para descifrar lo que estaba pasando con él. - ¿Te encuentras mal? – negó con la cabeza. - ¿Seguro? Puedo llevarte al hospital si notas algo extraño ¿Emily está bien?

-No tienes que ejercer de padre todo el tiempo, Nash. – le refunfuño, mientras el alfa le preparaba sus platos para que comiera. – No soy un niño ¿Cuántas veces tendré que decírtelo? Puedo hacerlo yo solo, mis manos siguen funcionando como siempre.

-Te has despertado de mal humor... - bromeo Nash con una gran sonrisa. – Te noto alterado ¿Estas nervioso por algo?

No le respondió, Nash limpio sus manos con delicadeza cuando se ensució con las migas de las magdalenas. No le había quitado la vista de encima en toda la mañana, incluso cuando estaba jugando con los gatitos, mantenía los ojos en él. Nevan le gruño en varias ocasiones para que no siguiera haciéndolo, y después le daba la espalda.

-Creo que te pasa algo, Nevan. No es normal que estés tan irritado por la mañana. – el omega lo miró amenazante. - ¿Quieres que hablemos?

-Estoy bien, los dos estábamos bien, no necesito que estés detrás de mí todo el tiempo, ese no fue nuestro trato. – Nash se quedó en silencio. – Dijimos que cada uno seguiría con su vida, sin meterse en la del otro.

-Estoy preocupado, falta poco para el nacimiento de Emily, el doctor Corbin dijo que debías prepararte, ya que en cualquier momento podía nacer.

-Se lo que dijo el doctor Corbin, estaba delante ¿recuerdas? – asintió, el pequeño omega estaba demasiado enfadado en aquel momento, podía notarlo en la forma de sus cejas. – Me voy a hacer la siesta, estoy cansado.

Nevan se detuvo al llegar a la puerta del jardín, sabía que Nash lo estaba siguiendo de nuevo, el alfa no tardo en ponerse a su lado, puso los ojos en blanco cuando lo vio. Sería complicado salir del hostal sin que ese dichoso Nash lo estuviera vigilando. Apoyo su mano sobre su hombro cuando estuvo a su misma altura.

-¿Te has tomado la medicación? – el omega asintió. - ¿Seguro? No puedes mentirme, Nevan.

-Nash, necesito un poquito de espacio. – le recrimino y quito su mano del hombre. –Me gustaría poder dormir un poco más, a solas y sin un alfa que me siguiera todo el tiempo.

-Eso significa que quieres estar solo ¿verdad? – era una respuesta obvia, Nevan optó por no responderle. – Entonces, yo me quedó aquí y tú vas a dormir a tú habitación ¿no?

-Lo entendiste muy bien, Nash. – se burló, el alfa se sentía un poco triste. – No te preocupes, si necesitas algo, te llamaré.

-Ten el móvil cerca, por cualquier cosa, aunque sea mínima... - el omega suspiro. – Faltan dos semanas, aunque dijeron que se podía adelantar, si sientes algún malestar...

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now