CAPITULO 98

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Los exámenes llegaron a su fin antes de lo esperado, Scott volvió a casa el mismo que termino, tal y como había prometido a su padre. Orión se sintió triste cuando vio que el beta preparaba la maleta, insinuando que podía quedarse más tiempo con ellos, tenían planeado ir a un pequeño viaje y querían invitarlo. Scott rechazó la oferta, se sentía demasiado cansado para ir a ningún lado.

Los cuchicheos, las burlas y las quejas de algunos de los estudiantes siguieron hasta el final de curso. Scott estaba harto de escuchar como hablaban de su relación con Oliver como si supieran como fue en realidad, muchos de ellos defendían a Jax, en su mayoría eran omegas. Jax comenzó a contar que fue un beta quien le quito a su pareja, ya que él interfirió en su relación, dando pistas de quien podía ser. Los que conocían a Scott, empezaron a mirarlo mal. Orión se enfrentaba a cualquiera que hiciera un comentario hiriente contra su amigo.

-Pequeño Scott, sabes que esta es tu casa ¿verdad? – Orión se sonó la nariz de manera estridente. – Puedes venir cuando quieras. – Scott intento huir de sus brazos, pero fue inútil. – Mi pequeño Scott, quédate con nosotros, yo te cuidaré.

-Orión, su padre lo esperando en el portal. – el alfa hizo una gran mueca. – No es el fin del mundo, sabías que volvería a casa cuando el curso acabará.

-¿Por qué tuvo que ser tan pronto? – se quejó. – Ya me había acostumbrado a él, ahora a quien molestaré cuando me vaya a dormir, Tania no comprendes mi dolor. – Scott se rio del drama que estaba formando su amigo.

-Nos veremos en unas semanas, cuando volváis del viaje. – sonrió. – Espero encontrarme mejor para entonces, a lo mejor podemos ir a la playa o al lago, ya veremos.

Scott se escabullo de un nuevo abrazo antes de que Orión efectuara su ataque, el alfa se sorprendió al ver la rapidez de su amigo, Scott no iba a dejar engañarse de nuevo. Los abrazos de Orión podían ser eternos si él se lo proponía.

-Envíanos un mensajes cuando llegues, por favor. – el beta asintió. – Recuérdalo, envíanos el mensaje cuando llegues a casa. – Orión se acercó a él con disimulo. – No es necesario que se lo envíes a Tania, si no quieres... - sonrió con picardía. – Conmigo es suficiente.

-Te estoy escuchando. – la omega golpeo la nuca de su compañero. – Scott, envía el mensaje a quien quieras. – le guiño el ojo. – Tan solo nos tienes que decir que llegaste bien a casa ¿Vale? – sonrió. – Pronto nos veremos, Lily también tiene pensado venir con nosotros ¿Estás seguro de que no quieres? – asintió. – Tenía que probarlo, te queremos pequeño Scott.

El señor Taylor se despidió de ellos desde la calle, el beta pudo ver como los compañeros de su hijo salieron a despedirlo. Orión gritaba el nombre de Scott desde el balcón, mientras Tania pellizcaba su brazo para que no llame tanta la atención.

-Compórtate ¿Quieres? – le regaño. – Todo el mundo te está mirando. – se quejó. – Estás haciendo que Scott se ponga rojo, se más serio. – el alfa grito con todas sus fuerza. – Serás idiota...

-Scott, te queremos... - el beta sonrió. – Ten buen viaje, recuerda enviarme el mensaje a mí... - rio de manera escandalosa. – Nos vemos, pequeño Scott.

Scott se escondió rápido, antes de que Orión siguiera gritando. Su padre comenzó a reír al verlo, le gustaba ver que su hijo estaba feliz, aunque gruñera por lo bajo de lo dramático que podía llegar a ser el alfa. Podía ver como brillaban sus ojos cuando hablaba de ellos, eso le daba a entender que eran muy buenos amigo.

-Papá, vámonos rápido, antes de que todo el barrio se entere. – sonrió. – Orión seguirá gritando hasta que nos vayamos.

-¿Te lo has pasado bien con ellos? – asintió. – Mi príncipe ¿has avisado a Oliver de que volvías a casa? – la sonrisa del beta se borró. – Él tampoco sabía que te vas a cambiar de universidad.

Hasta el final del caminoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz