CAPITULO 46

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Nash se mantenía alerta de cualquier cosa que pudiera pasar, según lo que le había contado Celia, sus madres se negaron a marcharse en un principio, incluso hubo algunos gritos entre ellas pidiendo explicaciones de porque no les dejaba ver a su hijo. Finalmente, Celia tuvo que pedir ayuda a algunos de sus empleados para expulsarlas del hostal de la manera más pacifica posible.

La única explicación que les dio la beta fue que Nash no quería verlas en aquel momento y era mejor que se fueran. Lisbeth insistió en que le dejará hablar con su hijo, alegando que habría tenido algún problema de comunicación con él. Celia se negó en varias ocasiones, se sentía presionada por la omega, Clarisse en cambio se mantenía en silencio. No fue hasta que estuvieron fuera que se atrevió a amenazarla.

-Vamos a volver, y será mejor que nuestro hijo este aquí. – señalo a Celia con despreció. – No sé qué te habrá contado, pero esto no es manera de tratar a unas madres preocupadas por su hijo.

Celia se quedó en silencio, hasta que las dos se fueron. Sentía una presión en el pecho por culpa del estrés que le habían ocasionado aquellas personas. Estaba acostumbrada a tratar con todo tipo de personas, sabía cómo debía responder en cada momento. Pero esas mujeres le causaron un gran dolor de cabeza.

Tan solo esperaba que Nash supiera agradecérselo de la mejor manera posible, se conformaba con un desayuno en el bar cercano al hostal o un día de picnic cerca del lago. No era mucho pedir, según ella, además tuvo que soportar los gritos de Lisbeth por varias horas, cuando les dijo que debía irse. Era lo menos que podía hacer con ella.

Lo que no se esperaba era la proposición del alfa, a los pocos días de aquel acontecimiento. Por su rostro, podía notar que apenas dormía, sus ojeras eran muy notorias y siempre estaba triste. Algo muy poco común en él. Su protección hacía Nevan creció sobremanera aquellos días, no soportaba la idea de dejar solo al omega sin supervisión. Ya no solo le tenía miedo a Jaxon.

-Seguro que han buscado imágenes sobre él, saben cómo se ve... - dijo con voz cansada. – Quiero que este en un lugar seguro, saben que estamos aquí, Nevan corre peligro.

-No deberías pensar las cosas de manera tan precipitada. – Nash apoyo su cabeza en la pared. – Habrán otras formas para protegerlo, no tiene que irse de aquí de esta manera...

-Repito, Celia... - entrecerró los ojos. – Saben dónde nos encontramos, saben que Nevan es importante para mí, son capaces de hacerle algo malo si no estamos atentos. No es seguro para él seguir aquí.

-¿En qué has pensando entonces? – el alfa saco su móvil para enseñarle unas imágenes.

Había estado buscando casas alejadas del barrio de los omegas y la ciudad, no estaba muy seguro por donde saldrían sus madres. Aunque tampoco podía alejarse mucho de la ciudad, debía tomar una distancia prudencial de lo que conocían sus madres. También busco nuevos hospitales, donde llevar a Nevan y Emily para sus revisiones, llevaba pesándolo durante unas noches.

Necesitaba un lugar donde pudiera tenerlo todo a mano, pero que fuera difícil de encontrar. Un lugar donde Nevan no sospechara nada y tuviera una vida tranquila, junto a su bebé. No era algo muy complicado, había estado en situaciones peores antes. No le importaría un cambio más.

-¿Quieres llevártelo a las montañas? – el alfa asintió despacio. - ¿A las montañas? – repitió furiosa. - ¡Estás loco!

-Es el lugar más seguro para ellos. – le explico de nuevo con calma. – No sé lo que son capaces de hacer, además, sería bueno para él, he leído que es un lugar tranquilo y...

-Me niego a que te lleves a Nevan. – lo cortó cabreada, comprendía lo que estaba pasando y podía entender que era duro para él. - ¿Por qué no te vas tú?

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now