Hasta el final del camino

CAPITULO 101

La llegada de nuevo a su casa se atrasó varios días, Scott tuvo algunos problemas después de la operación, aunque él dijera que estaba bien, necesitaban confirmar que todo estaba en perfecto estado. Oliver le tuvo que convencer de quedarse dos días más, ya que él quería volver a ver a Woody, ya se estaba aburriendo demasiado allí. Aunque lo visitaran a menudo, siempre era por poco tiempo, por órdenes del hospital, no podía estar más de una hora. Solo su acompañante podía permanecer con él todo el tiempo.

-¿Estás cómodo? – asintió. - ¿Te molesta algo? Puedo poner el cinturón de otra manera para que te sea más fácil moverte.

-Estoy bien así. – Oliver pudo notar un gran alivio de parte del beta. – Date prisa, Woody nos está esperando.

Scott observaba el paisaje por la ventana, algo le decía que iba a tener buenas noticias pronto. La protectora llamó a Oliver para hablar con él sobre Junior, Scott escucho la conversación en silencio mientras pensaba cual era la mejor manera de recibirlo en casa. No quería hacer distinciones entre Woody y Junior, así que convenció a Oliver para comprarle algunos juguetes antes de que llegaran, también debían encargarse del comedero y bebedero de Junior. Woody no era gran fan de compartir sus juguetes, así que la mejor opción era que ambos tuvieran juguetes diferentes.

-Iré a visitarlo la semana que viene... - Scott suspiro. – Debo llenar algunos papeles, les he dicho que no puedes ir personalmente porque te acaban de operar. –el beta hizo una gran mueca. – Tal vez, y con suerte, Junior estará con nosotros en unos pocos días, primero me quiero asegurar de algunas cosas.

-Tenemos que decírselo a Woody. – le recordó con sinceridad. – No sabemos cuan celoso puede ser si tiene un compañero nuevo, es un perro muy bueno, pero ya sabes cómo se enfada si otro compañero distrae demasiado a sus papás.

-Creo que no será muy complicado, los de la protectora me dijeron que se llevaban bastante bien allí. – Scott sonrió. – Woody solía perseguir a Junior para jugar con ellos, incluso durmieron juntos.

-Igualmente tendremos que comprar una camita para él. – lo miro con picardía. – Si son como nosotros, discutirán a menudo, no quiero que duerman en el suelo o en el sofá.

Oliver se había aprendido los cuidados de Scott, el beta no podía limpiar la herida por sí solo, aún le costaba mover los brazos, así que necesitaba bastante ayuda. Scott gruñía cuando notaba que Oliver estaba demasiado tiempo encima de él, su novio podía ser muy pesado en muchas ocasiones, sobre todo cuando estaba enfermó, así que debía mantenerlo en orden.

-Liliana se quedó a dormir en nuestra casa anoche, para no tener que llevarlo todo de nuevo a casa por la mañana. – el beta lo escuchaba en silencio. – Woody durmió en nuestra cama, creo que nos echa de menos, no quiso ir a su paseo nocturno, se resistió a salir de casa.

Lily les ayudo cuando llegaron a casa, cargo las maletas de Scott para que él no tuviera que hacerlo y espero a que subieran a casa primero para que vieran a Woody, él se había portado bastante bien al llegar a casa. Woody los esperaba sentado cerca de la puerta, con su ranita entre las piernas.

-Es como un niño. – sonrió la beta. – Le dije que habíais venido y se sentó ahí para esperaros... - Woody espero la orden de Oliver para poder acercarse a Scott, salió como lo habían planeado. – Tendrás que sacarlo a pasear, hermanito. – se burló. – Este señorito de aquí no quería salir de casa.

-Lily ¿te cuido bien? – Scott dejo que lamiera su mano. – Te saco a pasear todos los días ¿no? Díselo a papás.

-Fuimos al lago. – Woody tiro con cuidado del borde de la camisa de Scott. – Al principio tenía un poco de miedo de entrar al agua, después no podía sacarlo de allí.