CAPITULO 36

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Ya habían empezado a preparar lo necesario para la llegada de Emily. Nash consiguió una cunita a muy buen precio, Nevan insistía que no hacía falta, ya que su hija dormiría con él en la cama, pero el alfa insistió. No siempre podría ponerla en la cama, aunque le gustase dormir con ella, Emily también necesitaba su propio espacio, finalmente aceptó a regañadientes.

-Esto es el mejor, Nevan... - el omega inflo las mejillas cuando vio entrar a Nash y Scott con la cunita a la habitación. – Es bueno para ti y para ella.

-Emily apenas la usará, ella dormirá en mis brazos. – le recrimino, Scott soltó una pequeña risita al notarlo molesto. – He leído un documento donde decía que los bebés sienten como si le clavaran espinas cuando los acuestan en la cunita.

-¿Dónde has leído eso? – rio Nash, el omega lo miro de reojo enfadado, mientras acomodaban lo que él veía como un arma.

-En la página de papás primerizos omegas. – respondió convencido. – Hay un artículo que ocupa la mitad de la página, donde recomiendan que el bebé duerma en la cama con su papá omega, lo dicen expertos.

Nevan se sintió traicionado cuando vio que sus dos amigos se burlaban de él, quería sonar convincente para que le quitaran ese trasto que ocupaba la mitad de su habitación, pero parecía que no iba a funcionar. Sus rivales eran más fuerte que él, además contaban con la ayuda de su mayor rival en aquel momento, el doctor Corbin, el cual había intensificado los ejercicios que debía realizar antes de que naciera el bebé.

-Nevan, debes prepararte, pronto debemos ir a la clase de preparación... - el omega suspiro cansado. – Sé que no te gustan, pero es para ayudarte a la hora de dar a luz, además, la mujer que te da las clases siempre te regala alguna golosina.

-Hay muchos alfas en el lugar. – refunfuño bajito mientras se ponía los zapatos, echaría de menos sus pantuflas de vaquita durante las horas que debía estar fuera. – Podríamos hacer los ejercicios aquí, ya me los se...

-Deben controlar los latidos del bebé al principio y al final de la clase. – el omega quiso asesinarlo con la mirada. – El doctor Corbin está preocupado por su estado, estos días no te has movido a penas y eso ha pasado factura a Emily.

-Sois unos malvados. – gruño al pasar por delante de Nash. – Vámonos Emily, antes de que nos obliguen a correr un medio maratón.

-No haría eso, Nevan. – el alfa poso su mano sobre su hombro y sonrió.

Al salir le pidió ayuda a Celia, si la beta decía que se había dejado algo por hacer el día anterior, podría quedarse y terminarlo, pero su compañera le dio el día libre. Se sentía traicionado por ella también, Scott se ofreció a llevarlo a las clases, pero Nevan lo reclino, desde que Nash se había ofrecido a ejercer de padre de Emily se encargaba de todo lo que acarreaba la bebé. Incluso llevo a Nevan a sus últimas, se había convertido en su niñero en pocos días.

-¿Esos pantalones son cómodos? – asintió agotado por su presencia. - ¿Estás seguro? No te aprietan, puede que molesten a Emily en las clases, si quieres puedo coger unos de repuesto para que puedas cambiarte.

-Con esto voy bien, Nash. – el alfa se sentía orgulloso de que Nevan empezara a usar su nombre en vez de su apellido cuando se refería a él. – No me molestan, mira... - estiro el pantalón para que viera que cabía otro omega en él. – Es muy grande, no me molesta.

-¿Seguro? – Nevan puso los ojos en blanco y siguió caminado enfadado, Nash lo seguía cargando la maletita, llevaba la ropa de repuesto por si acaso. – Nevan ¿prefieres ir en coche o en bus?

-Preferiría quedarme aquí y dormir un poco más. – le respondió con lastima, si era lo suficientemente convincente podría engañar a Nash. – Estos días duermo muy poco, entre las contracciones y los ardores, no puedo pegar ojo en toda la noche.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now