CAPITULO 79

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Los primeros días del tratamiento fueron muy cansados para Scott, el beta sentía que no tenía fuerzas ni siquiera para moverse. Oliver le tenía que ayudar la gran parte del tiempo, algo que le molestaba bastante, ya que pensaba que estaba molestando demasiado a su novio. Era consiente que aunque se quejará, Oliver seguiría ayudándolo como de costumbre, incluso se sentiría ofendido si le dijera que le estaba molestando demasiado en aquel momento.

-¿Has tomado las medicinas? – Scott asintió. - ¿Todas?

-No te fías de mí. – lo miró de reojo. – Puedes comprobar el pastillero que tu mismo organizaste.

-¿Cómo te sientes hoy? – el beta suspiro. - ¿Sigues cansado?

-Es como si me hubiese pasado un camión por encima. – se quejó agotado. – Siento agujetas incluso en mis dedos, ya no sé cómo sentarme o acostarme sin cansarme.

-Serán unos meses, pequeño escandaloso, después todo irá bien. – Scott le hizo una mueca. – Lo estás haciendo muy bien, estoy seguro de que la operación saldrá perfecta.

-No cantes victoria tan pronto, Oli.

Muy a su pesar, Oliver llevó a Scott al hostal. No quería que el beta estuviera solo en casa, tenía miedo de que le ocurriera algo mientras él no estaba, además Liliana había estado muy ocupada los últimos días. No había visitado la casa desde hacía más de una semana.

-No hagas esfuerzos innecesarios. – le regaño. – Nada de jugar con Emily hasta agotarte, puedes estar con ella, sin hacer gran cosa.

-Eres muy pesado, Oli. – el beta sonrió, al mismo tiempo que beso su mejilla. – No estoy tan mal, no te preocupes.

-Recuerda que debes tomar dos pastillas, después de comer. – Scott le gruño. – No te preocupes por si te olvida, se lo dicho a Celia, así que estará atento.

-Puedo cuidarme solo. – cruzó sus brazos enfadado. – No necesito que otros estén pendientes de mí.

-Si tienes sueño, o te sientes mal. Celia ha preparado una habitación para ti. – puso los ojos en blanco. – Les he dado el menú que debes tomar, y una mochila con todo lo necesario. No debes preocuparte por nada, Celia y Nevan estarán atentos.

-Les estás dando mucho trabajo innecesario, Oli. – el beta no le replico. – Puedo encargarme yo solo.

Para provocarlo, Oliver fingió que iba a darle un beso. Scott se enfadó mucho cuando le puso el collar con su número de móvil, por si acaso se desmayaba o se encontraba indispuesto. Pensaba que era demasiado dramático en todo el asusto de su tratamiento, incluso compro una cámara para cuidarlo mientras él trabajaba en su estudio.

-Es necesario, Scotty. – sonrió con travieso. – Está mi número y tu tipo de sangre.

-Me siento demasiado controlado. – Oliver se rio. – No es gracioso, Oli. Tengo que avisarte de todo, incluso cuando me voy a dormir.

-Es para preparar la máquina que te ayuda a respirar, últimamente sufres mucho mientras duermes. – lo abrazo con cariño. – Por si acaso, he traído la máquina pequeñita. Celia ya sabe cómo usarla, así que ella podrá ayudarte.

Scott estuvo gruñéndole todo el camino al hostal, creía que podía estar tranquilo, al menos durante unas horas sin estar cerca de Oliver. Se sentía agobiado con todas las medidas que estaba tomando el beta para ayudarlo. Creía que Lily había escapado para no tener que seguir sus indicaciones todo el tiempo. Oliver podía ser prexistente y pesado cuando se lo proponía. Era capaz de organizarlo todo en un tiempo record, y tener segundos o terceros planes, por si acaso uno de ellos fallaba.

Hasta el final del caminoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang