CAPITULO 91

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La decisión de mudarse fue dura para Oliver, ya no tendría tanto tiempo para ver a Scott y a Lily, además pasaría la mayor parte del tiempo estudiando, así que tampoco podría hablar con ellos. Lo más seguro era que Scott se sintiera un poco triste por estar lejos de él, ya había armado un gran berrinche cuando vio sus maletas en la habitación. Todo el tiempo le preguntaba ¿Por qué se iba? La universidad no estaba tan lejos, podía ir en coche, no entendía su decisión de mudarse tan lejos de allí.

-Oli, no te vayas... - Scott lo abrazaba por la espalda mientras intentaba que no se moviera. – No te vayas, estaré solo si te vas.

-Liliana estará contigo. – el beta se sintió dolido por las palabras. – Aún no has terminado el bachillerato, no puedes venir.

-Oli... - su voz sonaba lastimera, siempre la hacía sonar así cuando algo no le parecía bien. – Oli. – debía ser fuerte, la decisión ya estaba tomado, y también había entregado el primer pago del alquiler. – Oliiii... - hizo un gran mohín, antes de fingir que estaba llorando.

-Vendré tanto como pueda, no te preocupes... - no podía mirarlo a la cara, si lo hacía perdería la batalla. – Vamos, vuelve a casa, va a ponerse a llover no quiero que te enfermes.

Sintió como los brazos de Scott se incrustaron aún más en su cuerpo, no sabía de donde podía sacar tanta fuerza en momentos así. Oliver quería deshacerse de su abrazo sin causarle daño, así que lo tomaba con calma. Pero Scott no le dejaba, no iba a soltarlo por más que lo intentará.

-Scotty, mi papá me está esperando en el coche, no debo llegar tarde... - sus llantos sonaron por todo el parking. – Volveré en unos días, no te preocupes, estaré aquí. – negaba con su cabeza, podía sentirlo en la espalda. – No puedes sobre emocionarte, es malo para ti, así que...

-No puedes irte, no puedes... - Oliver suspiro cansado, era más complicado de lo que pensaba. - ¿Qué pasará si me pongo enfermo?

-Tus padres están en casa, no me preocupo por eso, ellos saben cuidarte muy bien. – sonrió para animarlo. – Además, Liliana está contigo, y mis padres también no estarás solo, lo prometo.

-Pero yo te necesito a ti. – hizo brillar sus ojos para que viera cuan triste estaba, y después dejo caer una lágrima para darle más dramatismo. – Oli, te necesito a ti.

-Ya hemos hablado de esto, pequeño escandaloso... - él inflo las mejillas. – Voy a estudiar, serán unos menos, después volveré, estaremos todo el verano juntos, lo prometo. – no parecía muy convencido. – También intentaré venir en festivos y fines de semana, no te darás cuenta de que no estoy.

Oliver creyó notar que Scott se relajó un poco, su agarre se aflojo, y ya no tenía los ojos tan llorosos. Sonrió aliviado al ver una pequeña sonrisita en su rostro, sin darse cuenta que iba a presenciar un gran escándalo de parte suya. Scott se negaba a dejarlo ir, y se lo demostró con creces.

-¿Qué crees que estás haciendo? – lo regaño. – Bájate de ahí, Scotty. – negó con la cabeza. – Vas a hacerte dañó. – lo miró con indiferencia. – No es momento de jugar, Scotty, bájate del coche ahora mismo. – lo ignoró. – Scotty, bájate de ahí ahora mismo.

Su padre salió de coche al escuchar tanto jaleo, Oliver tiraba de Scott con cuidado para no hacerle daño, mientras él estaba enganchado no sabía cómo al coche de su padre. Oliver le pedía que se soltará y bajase de ahí, sin éxito. Scott negaba con la cabeza mientras se aferraba techo del coche.

-Papá, ayúdame... - le pidió desesperado. – Ha saltado ahí, no sé cómo. – Scott se resistió. – No es momento para actuar así, Scotty... - él le gruño para alejarlo. – Esto no hará que me quede en casa, tenlo por seguro. En el momento que bajes me iré a la universidad.

Hasta el final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora