CAPITULO 68

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Nevan sentía que el tiempo se estaba escapando de sus manos. Estaba estancado en un mismo lugar, recordando cada día lo que había ocurrido. Nash lo perseguía por todos lados, incluso creía verlo en su casa todo el tiempo, lo escuchaba aunque no quisiera. Tenía miedo de encender la televisión, incluso le atemorizaba que alguien le preguntará por él.

Su vida en aquel momento constaba en despertar y notar como las paredes se volvían más pequeñas con el paso del tiempo. Ver como Emily crecía poco a poco, sin poder detenerla y no poder cuidarla como quisiera, le asustaba que su propia hija lo odie por lo que estaba pasando.

Notaba el esfuerzo de los demás para darle una buena vida, y le daba lástima que gastaran su tiempo en él. Supo que Scott fue a la comisaria, aunque este no se lo confirmo, al oler las feromonas de su ropa y verlo tan cansado, Oliver lo acompaño aquella tarde, siendo algo extraño. Ya que el beta no solía visitarlo entre semana.

-¿Qué película te apetece ver hoy? – le daba igual, no iba a prestarle atención. – Emily está empezando a gatear, debemos ir con cuidado. – sonrió Scott.

Oliver lo observaba en silencio, siempre lo hacía, si Nevan no le hablaba, él tampoco. Mantenía cierta distancia con él, no estaba muy seguro de porque lo hacía. Era diferente con Emily, a ella le sonreía y jugaba.

-¿Cómo te sientes hoy? – le pregunto Oliver. – Celia dice que has podido dar un pequeño paseo al parque. – lo felicito con una gran sonrisa. – Es un buen avance.

-Solo estuvimos diez minutos, Emily no pudo jugar... - respondió apenado. – Por mi culpa.

-No te preocupes, pronto lo conseguirá, yo creo en ti. – Scott sonrió al escuchar a Oliver. – No tienes que correr, pequeño ángel.

Scott le enseño un pequeño baile a Emily, mientras miraban la película. Ella correteaba por el salón, Celia tuvo que poner algunos seguros en las puertas para que no pudiera abrirlos, algo que no le gusto demasiado. Emily intentaba trepar la pierna de Oliver cada vez que tenía la ocasión, para conseguir alguno de los dulces que tenía en la mano, Scott la animaba en silencio a hacer travesuras, para después escabullirse de sus regaños.

-Nevan, cuando quieras podemos quedar para dar un paseo... - le confirmo el beta. – Iremos a un lugar donde no haya mucha gente ¿te apetece hacer un picnic? Pronto vendrá el buen tiempo, Emily se divertirá mucho, te lo aseguro.

No le respondió, necesitaba pensárselo un poco más. Salir de casa era algo que no había conseguido en el último tiempo. Su visita al parque había sido corta y no quería recordar su visita al hospital, sentía que había hecho el ridículo y que Scott tuvo que soportarlo.

Joe lo visitaba a menudo, con la excusa que iba a ver a su hermano. Aunque muy pocas veces los había visto juntos, el doctor le tomaba la temperatura y hablaba con él con tranquilidad, la pregunta más frecuente de todas las personas que conocía era como se encontraba en ese momento. El doctor las intercambiaba por sus síntomas aquella semana, cuando sabía que su celo se acercaba, quería saber si se encontraba bien para asegurarse de que no iba nada mal con su tratamiento. Era una prueba, ya que no sabía hasta qué punto podría funcionarle de verdad, por el momento, Nevan no presentaba ningún problema. Eso era un gran alivio para todos.

-¿Te duele algo? – negaba con la cabeza, mientras el doctor Corbin palpaba su vientre. - ¿Te sientes mareado?

-Esas pastillas me están ayudando. – le sonrió. – Muchas gracias, doctor.

Sus visitas eran cortas, y siempre terminaban con un pequeño recordatorio de que debía llamarlo si se encontraba mal. Lo mismo le repetía a Celia antes de irse, y fingir que iba a ver a Lander, el alfa pocas veces se encontraba en su casa, así que Joe se iba en silencio.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now