CAPITULO 116 (FINAL)

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Hailey miraba a Oliver con cariño, con ocho meses ya había aprendido a decir "papá", palabra que usaba todo el tiempo para llamar la atención de ambos betas. Scott bromeaba diciendo que Woody y Junior se encontraban en peligro estando cerca de Hailey, ya que ella siempre intentaba acercarse a ellos cuando se despistaban.

-Hailey, no tires del rabo de Woody... - podían escuchar la risa de la pequeña cada vez que se ponía a jugar con ellos. – No le quites la comida a Junior. – ambos canes los miraban cansados. – No te subas ahí, Hailey, es peligroso.

Scott estaba preparando el almuerzo de Hailey, a la pequeña le encantaban los yogures, así que le sirvió uno con cuidado, Oliver corría peligro si alcanzaba el yogurt antes de que él se diera cuenta, así que debían de ser rápidos. Aprovecharían de que Hailey estaba jugando con Woody para pasar la comida por delante de él.

-Mañana es el día, Oli. – sonrió Scott. – Estoy un poco nervioso ¿lo tenemos todo? Creo que nos olvidamos de algo.

-Incluso les compraste ropa por si acaso. – se burló Oliver. – Tienen una cama nueva y varios juguetes. – Scott suspiro. – Los papeles están en orden, tan solo debemos ir a por ellos.

-¿Es buena idea dejar a Hailey con Lily? – pregunto preocupado. – Recuerda lo que paso la última vez, podríamos decírselo a Nevan, por la mañana Emily está en el colegio así que podría venir.

-Liliana está emocionada por quedarse de nuevo con Hailey. – la pequeña se acababa de apoderar de Woody por completo. – Estarán bien, le he dicho a mi hermana que no puedo volverlo hacer.

Hailey se puso a llorar cuando Scott la cargo en sus brazos, no quería que el beta le diera de comer, intento quitarle la cuchará un par de veces, ensuciándose las manos y pringando la camisa de su papá. Oliver los dejó solos por un momento, para ir a ducharse, debían turnarse para no dejar a Hailey sola ni un momento.

-Papá Oli ya viene. – le prometió Scott. – Estará antes de que termines tu yogurt, vamos a enseñarle a papá que podemos apañárnosla solos. – Hailey comenzó a berrear. – No puedo dejarte la cuchara, Hailey, ayer casi te ahogas, no te la voy a dar.

La pequeña se quedó en silencio, antes de entrecerrar los ojos. Scott sabía lo que significaba aquella mirada. Su madre le había explicado que él también lo hacía cuando era pequeño, el beta se preparó para un gran berrinche.

-Hailey, no hagas eso... - le advirtió, la pequeña estaba empezado a hacer pucheritos. – Hailey, papá te dará el yogurt, no te preocupes. – sonrió. – Mira un avión, vamos, princesa... - el rostro de Hailey estaba cada vez más rojo. – Con papá Oli no te portas así. – se mostró indignado. – Vamos, que viene el avión, preparada...

Scott puso los ojos en blanco cuando Hailey comenzó a llorar de nuevo, podía escuchar como Oliver se reía de él desde el baño. Scott quería ganarse la confianza de su hija sin la ayuda del beta, se veía capaz de cuidarlo él solo, pero ella no le dejaba hacerlo.

-Si no te comes el yogurt, no te dejaré jugar con Woody y Junior. – las piernecitas de la pequeña golpeaba su brazo. - ¿Me pregunto de quien has sacado ese carácter? Vamos Hailey, solo te quedan dos cucharaditas...

Tras varios intentos, sin éxito, Scott se rindió. Dejo que Hailey tomara la cuchara por ella sola, mientras rezaba que no la tirara por ningún lado. Woody estaba atento para saber si caía algo, Junior estaba escondido detrás del sofá para que no lo encontrara.

-Deja que te ayude. – la pequeña le gruño. - ¿Qué modales son esos? Señorita... - Scott se asustó al recibir la mirada asesina de su hija. – Eres muy pequeña para hacerlo tu sola, deja que papá te ayude, mira... - el beta corría peligro. – Hailey no sigas haciendo eso, por favor.

Hasta el final del caminoΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα