CAPITULO 59

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Scott observaba cabizbajo a Oliver, el beta se estaba preparando para salir a correr, por donde vieron a Nevan. La noche anterior, se quedó en la cabaña para preparar todo lo necesario para el encuentro. Scott le explico por encima como era Nevan, para tener detalles más cercanos a él, de Emily no pudo dar muchos detalles, ya que apenas era una recién nacida cuando la vio por última vez. Aunque recordaba que tenía una marca pequeñita sobre el hombro derecho.

-Intentaré hablar con él. – le avisó a Scott, él había decidido no hablarle, al menos por unas horas. – Una pequeña toma de contacto.

-Quita esa cara de amargado, Scott. – le advirtió Lily un poco mosqueada. – Anoche hablamos sobre el tema, Oliver iría a comprobar si la información es correcta.

Oliver intento darle un abrazó a Scott antes de salir para calmarlo, pero este no se dejó. La noche anterior había intentado convencer sin efecto alguno a Oliver, incluso lo provoco un poco para que le hiciera caso. Pero Oliver era más duro de lo que recordaba, sus intentos de acompañarlo, se vieron truncados por él.

-Scotty, tú serás el encargado de hablar con la policía, recuerda que nos pusimos en contacto antes de la cena. – el beta asintió. – Liliana, tendrás que ayudar a Scotty a hablar con ellos. Aún no podéis dar muchos datos sobre ellos, hasta que estemos seguros.

-Nos llamarás si necesitas ayuda. – Oliver asintió, aunque lo más seguro es que no lo hiciera, la protección de Scott y Lily era muy importante para él. – No hagas locuras.

-Liliana, no puedes llamarme hasta que yo lo haga, o venga a casa. – Scott suspiro con tristeza. – Es necesario que todos pongamos nuestro granito de arena, Scotty. – hizo una pequeña mueca. – Te llamaré a ti ¿vale? Pero no quiero que sigas enfadado.

Lily se despidió de su hermano con un mal presentimiento, desde que anunció que iría a ver a Nevan a solas, su cabeza no paraba de repetirle que algo podría salir mal. Tal vez, hubiese sido buena idea ir con él, aunque fuera a escondidas. Pero sabía que Oliver se enfadaría si lo desobedecían, su instinto de protección era muy fuerte. Scott no le dijo nada, cuando salió por la puerta, aunque se quedó atentó a la puerta durante unos minutos, Lily temía que decidiera correr hacía él, algo que no hizo.

-Voy un momento a mi habitación, no me molestes, Lily. – la beta cruzo los brazos indignadas. – Serán cinco minutos, no te preocupes. No puedo saltar desde mi ventana.

Scott buscó entre sus cajas, una pequeña imagen que guardaba de Nevan durante el desfile. La había recortado cuando la vio en una revista, había guardado esa imagen entre sus cosas para regalársela al omega cuando tuviera oportunidad. La decoro con pequeños detalles del desfile, el marco estaba completamente cubierto por el confeti que usaron aquel día, había tardado varias horas en dejarlo como le gustaba.

-Pronto te la regalaré. – sonrió con tristeza. – Aguanta un poquito más, por favor, Nevan.

-Así que era eso lo que escondías con tanto recelo, Scott. – el beta se asustó al escuchar la voz de Lily, ella estaba apoyada en el marco de la puerta. - ¿Por eso insististe en venir?

-Te dije que no entrarás en mi habitación. – le grito, aun recuperándose del susto. – Lily ¿Acaso no escuchas?

-Técnicamente no estoy dentro de la habitación. – se burló, mantenía una postura relajada, mientras lo observaba. – Mi hermano, estaba seguro de que estabas escondiendo algo, no pensé que fuera eso.

-¡Puedes hacer el favor de salir de mi habitación! – Scott se estaba enfadado. – No te he dado permiso para entrar.

-Tan solo quería saber que estabas bien, me preocupaba que hicieses algunas de tus travesuras. – sonrió. – Hasta que me di cuenta de que tu ventana es demasiado pequeña, como para saltar por ella. Pequeño escandaloso, no me des esos sustos.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now