CAPITULO 48

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Los días en el pequeño refugio que había conseguido Nash, eran iguales. Nevan ya le había empezado a preguntar dónde se encontraban los demás o cuánto tiempo tardaría en volver a verlos, el omega estaba ansioso y asustado. No sabía nada de nadie desde que habían llegado allí, no recuerda gran cosa de lo que ocurrió, desde que subió al coche, su mente está completamente en blanco.

-¿Qué hacemos aquí? – Nash paseaba por el comedor absorto en sus pensamientos. - ¿Qué hacemos aquí? Te estoy preguntando.

-Es un lugar seguro para ti, Nevan. – estaba cansado de esa respuesta. – Es por tu bien, es mejor estar aquí.

-¿Qué está pasando? – la mirada del alfa le asusto. – Sé que has escondido mi móvil, te vi hacerlo ¿Qué estás haciendo? Quiero volver al hostal.

El ambiente se empezó a sentir pesado después de decir aquellas palabras, Nash clavaba los ojos en él con furia. Nevan sentía miedo, quería volver junto a Celia, aunque le prometió que le contaría todo lo que dijera Nash, no lo hizo, ya que pensaba que estaba exagerando. Pero ya llevaban más de una semana en aquel lugar.

-Quiero volver, Nash. – le repitió con tristeza. – No me gusta está casa, es... es demasiado grande para nosotros. – se atrevió a decir. – No me gusta.

-En el hostal te quejabas del poco espacio que tenía tu habitación, por eso elegí está casa... - Nevan abrazó a Emily para tranquilizarse. – Aquí caben todas tus cosas y las de Emily, e incluso sobra espacio ¿porque no te gusta?

Nevan había decidido mantenerse a una distancia prudencial de Nash, sentía que algo malo estaba pasando, no entendía que hacían en aquella casa, en medio de la nada. Nash se dio cuenta de la reacción del omega cuando se sentó a su lado, pero no le dio importancia. Le sonrió como siempre para demostrarle que todo iba a salir bien.

-Puedo darte todo lo que necesites, puedo ir a comprar los pañales para Emily o tus inhibidores, por lo que se, falta poco para tu primer celo dicen que después del embarazo es muy duro... - Nevan apretó los dientes con miedo. – Puedo comprarte todo lo que quieras.

-No quiero que me compres nada, tan solo quiero volver al hostal, con Celia...

Se encogió al ver que levantaba la mano, temía ser golpeado por él. Nash fingió que quería coger la toallita que se encontraba detrás del omega, para limpiarle las mejillas a Emily. Nevan quería gritarle que no tocará a su bebé, pero no le salía la voz

-Ella no es una buena persona, tan solo quiere hacerte daño. – respondió con tranquilidad. – Nunca le has importado, ni tu ni Emily, tan solo estaréis seguros a mi lado, yo os puedo proteger.

No pudo controlar su cuerpo cuando empezó a temblar, al ser abrazado por el alfa. Emily emitió un pequeño quejido de dolor cuando Nash la toco, él se apartó con una sonrisa burlona al notar la reacción de la pequeña, para terminar diciendo que era su padre.

-¿De qué me quieres proteger? – se atrevió a preguntar.

-De las personas que tan solo quieren separarnos, ellos quieren causarnos daños a los dos.

Nash se levantó para ir a la cocina, Nevan no podía apartar la vista del alfa, le espantaba la idea de que el alfa quisiera hacerle algo malo cuando no se diera cuenta. Emily había empezado a llorar más seguido, algo que no había hecho anteriormente, al principio Nevan se quejaba de no saber cuánto tenía hambre o sueño. Durante aquella semana, Emily lloraba por cualquier cosa.

-Creo que le ocurre algo... - le dijo con la esperanza de ser escuchado. – Nash, Emily parece estar enferma, necesito llevarla al hospital.

-Emily está bien, tan solo llora porque tiene hambre. – su hija no lloraba de esa manera tan desesperada. – Dale el pecho, veras como se calma.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now