CAPITULO 112

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Scott espero a que Oliver se durmiera para ir a buscar a Daniel, no podía estar muy lejos de allí, tampoco creía que se lo hubiesen llevado a otro lugar. Además, sabía que el doctor Corbin trabaja en ese mismo hospital. Inspecciono el pasillo con cuidado para no encontrarse con ninguno de los compañeros de Oliver, estaba seguro de que lo iban a avisar si lo veían, así que debía ser cuidadoso.

No tenía muy claro, si Daniel se encontraría en el área de niño, el área de omegas o en el área de embarazados. Scott suspiro al ver que tendría que recorrer medio hospital. Joe no siempre estaba en el mismo lugar, sabía que se movía bastante por el hospital.

-¿Pequeño gruñón? – Scott chasqueo la lengua al escuchar al alfa. - ¿Qué haces aquí?

-Solo estoy dando un pequeño paseo... - Ramírez levanto la ceja con sospecha. – Estoy bien.

-Oliver sabe que no estás en la habitación ¿verdad? – el beta asintió. - ¿Te ha dejado salir? Es extraño, estaba muy asustado.

-No necesito que Oliver me dé permiso para salir, Ramírez. – se quejó. – Necesito despejar un poco la cabeza, si no te importa seguiré por este camino.

-Daniel está en la otra dirección. – Scott suspiro. – Aquí no hay nadie, te lo puedo asegurar, solo estaba yo.

-No estaba buscando a Daniel. – aparto la mirada. – Tan solo quería caminar un poco.

Ramírez asintió y se movió hacía un lado para dejar pasar a Scott, él pensaba que el alfa era demasiado listo, si se daba la vuelta, le preguntaría de nuevo, así que espero a que se fuera para ir en la otra dirección. Gracias a Ramírez, sabía que Daniel se encontraba en el área de omegas.

Scott sentía su cabeza pesada, aún le dolía un poco, debió darse con algo, ya que notaba un pequeño bulto en la sien, cuando volviera pediría un poco de hielo. Esperaba que Oliver no se despierte tan rápido, desde que estaba en la segunda fase del tratamiento, el beta tenía el sueño profundo, así que era más fácil engañarle. Si se despertaba antes, esperaba que no se diera cuenta de su pequeña escapada.

Caminaba de puntillas para no hacer ningún ruido, eran casi las cuatro de la madrugada, casi todos estaban durmiendo, aunque podía escuchar algunas voces al final del pasillo. Reconocía algunas, eran los compañeros de Oliver. Esperaba no verse muy sospechoso caminado de esa forma, casi se podía hacer pasar por un paciente, ya que llevaba la camisa del pijama del hospital.

-Dijiste que no ibas a ver al pequeño omega... - Scott se quedó petrificado al escuchar a Ramírez en su espalda. – Es muy tarde para las visitas, él se encuentra durmiendo.

-¿Por qué eres tan silencioso? – el alfa sonrió. – Maldito alfa.

-Oliver ¿está durmiendo? Estoy preocupado por él, se veía muy mal cuando vino al hospital. – Scott entorno los ojos. – Estaba muy pálido, parecía un fantasma.

-Él se encuentra bien, estaba durmiendo tranquilamente.

-Tuvo que tomarse unas pastillas. – suspiro. – Es complicado para él ¿Sabes? ¿Te lo ha contado? Oliver nos preocupa a todos, le pedimos que volviera a casa, pero él se negó.

-¿Qué le pasa? – Ramírez aparto la mirada, había metido la pata. - ¿Qué me tiene que contar?

-Es mejor que vuelvas a tu habitación, mañana podrás ver a Daniel, no preocupes a Oliver.

Ramírez le empujaba con cuidado en dirección a su habitación, era bastante fácil mover al beta, aunque algunas veces oponía algo de resistencia en las piernas, podía escuchar pequeños quejidos de su parte, el beta estaba algo molesto. Ramírez, hizo como si no lo escuchara.

Hasta el final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora