Hasta el final del camino

CAPITULO 94

Las cosas no mejoraron entre ellos dos, Scott llegó a pensar que molestaba de alguna manera a Oliver, así que dejó de visitarlo tantas veces a su habitación. Oliver siempre le repetía que estaba ocupado con sus estudios cuando le pedía hablar un momento con él.

-Scott, iré de visita a tu universidad. – le anunció Lily. – Vamos a ver la exposición, estoy deseando de ver tus dibujos, hace mucho que no veo nada dibujado por ti. – Scott sonrió. - ¿Cómo estás? Perdón, no puedo llamarte tanto como quisiera, soy un desastre.

-Estoy bien, no te preocupes. Un poco cansado, entre las clases y el teatro no tengo mucho tiempo. – mintió. - ¿Cómo estás? Siempre me lo preguntáis a mí, y yo nunca lo pregunto. – rio. – Lily ¿todo bien?

-Sí, todo está perfecto. – el beta sonrió aliviado. – He conocido a varias personas interesantes aquí, y he tenido algún que otro lío, nada importante. – se burló. – Solo un desfogar, ya me entiendes. A veces es necesario, la verdad.

Lily notaba desanimado a Scott, en las últimas ocasiones, él siempre hablaba sin parar del teatro, pero en esta ocasión estaba más callado de lo habitual en él. Le contó que había besado a un chico y una chica, el mismo día, por una apuesta y se lío con la chica porque le pareció más interesante. No le dio muchas explicaciones, solo se rio al decirle que algunas de las poses le parecieron imposibles.

-¿Y mi hermano? – Scott sintió un nudo en el estómago. – El muy idiota me cuelga en medio de la llamada, le daré una paliza cuando lo vea. Espero que no te importe.

-Está ocupado... - lo defendió. – Es muy complicado, por eso se estaba esforzando mucho.

-Scott ¿ocurre algo? – no le respondió. - ¿Te encuentras mal? Te escucho un poco mal.

-Me duele un poco la cabeza, nada con mucha importancia, anoche apenas dormí. – Lily rio con picardía. – No es nada de lo que estás pensado, tuve que terminar un trabajo, me faltaban algunos detalles.

-Entonces, tu voz suena así porque estás cansado ¿verdad? – asintió. – Menos mal, pensaba que tenía que hablar seriamente con mi hermano. – se quejó. – Estos días está muy distante, incluso con mis padres, no sabemos lo que le pasa.

La llamada duro más de una hora, Lily se rio cuando le dijo que lo había acompañado a sacar una fotocopias, le gustaba ir a pasear con él, aunque fuera por medio de una llamada. Scott no le contó en ningún momento, lo que le estaba pasando con Oliver. Creía que todo era por su culpa, y por eso no quería darle demasiadas vueltas. Prefería guardarse sus temores para él.

-Entonces el viernes nos vemos. – afirmó. – Dicen que la cafetería de tu universidad es muy buena, vamos a comer algo, podré ver al idiota de mi hermano también.

-No sé si podrá quedar. – se lamentó. – Estará ocupado, siempre está ocupado, este cruzó es más complicado que el anterior.

-Siempre tiene media hora para su hermana, aunque tenga que sacarlo de las orejas. – amenazó. – Me debe un café, yo le pague el anterior.

Oliver llego a medio día, Scott estaba dibujando en el sofá del salón, le agobiaba estar tanto tiempo en la habitación, ya que le recordaba en cierta medidas a las noches que debía quedarse en el hospital. Oliver ni siquiera lo miró antes de entrar en la habitación.

-Ha llamado Lily. – asintió. – Dice que el viernes viene a ver una exposición y quiere comer algo con nosotros.

-Scotty, estoy ocupado... - el beta suspiro. – No puedo perder el tiempo en estas cosas, tú tampoco deberías, queda poco para terminar ¿va todo bien?

-Lily dice que te sacará de las orejas si te quejas. – Oliver no le respondió. – Le debes un café, así que quiere que vayas, no te vas a librar... - no le miró. – Eso es lo que dice ella.