Hasta el final del camino

CAPITULO 69

La decisión de salir de casa por primera vez, lo mantenía en continua tensión. Retraso el picnic en dos ocasiones, poniendo como excusa que se encontraba mal, ni Scott ni Celia se quejaron. Esperaron con paciencia a que Nevan estuviera bien, para dar el primer paso. Oliver y Lily también los acompañaron.

Era un día bastante caluroso, para tratarse de principios de primavera. Le gustaba la idea de enfrentarse a sus miedos, en el primer cumpleaños de su hija. Quería que Emily cumpliera su primer año a lo grande, con mucha fiesta de por medio, junto a las personas que los habían acompañado en aquellos momentos.

Incluso, aunque con un poco de vergüenza, invito a Joe y su esposo Noah, no le molestaría que se negaran, ya que no estaban obligados a ir. Le sorprendió que el beta acepte la invitación, y se emocionó mucho cuando los vio en aquel lago.

Oliver le había ayudado a Scott a montar una pequeña mesa, y decorar el lugar donde iban a estar con globos para Emily. Celia preparó la comida junto a Lily y Joe, los tres betas demostraron sus dotes como cocineros aquel día, con una pequeña competición de comida. Nevan pensaba en dar la comida sobrante a los niños que no tenían que comer, sospechaba que no podrían terminarlo todo aunque se esforzaran.

Emily grito emocionada cuando Nevan puso sus pies en la orilla del rio. La pequeña comenzó a chapotear, mojando a su padre y a Noah. Ambos omegas se turnaban para recargar fuerzas y conseguir que la pequeña se canse un poco, antes de comer. Iban perdiendo la batalla, pero no lo iban a aceptar hasta el final.

-Tiene suerte de tenerte. – sonrió Noah. – Tiene mucha suerte de que tú sea su papá.

-No creo que ella piense lo mismo, es demasiado pequeña para comprender lo que pasó. – el omega paso su mano sobre el hombro de su amigo, para darle ánimos. – Me odiara cuando sepa toda la verdad, dentro de unos años.

-Ella no te odiará. – le aseguro. – Emily comprenderá todo lo que hiciste por ella, a mí también me costó aprenderlo, la primera vez.

Nevan lo miró con curiosidad, Noah estaba ocupado apartando las piedrecitas que pudieran hacerle daño en los pies a Emily, mientras le tarareaba una canción, su cabeza estaba evocando las primeras veces con sus hijos.

-También me cuesta entenderlo ahora. – le confesó cabizbajo. – Y no creo que nunca llegue a creérmelo de verdad, aunque mi querido Joe lo intente.

-Celia me hablo un poco de ti, y sobre Joe. – Noah le mostro una sonrisa tímida. – Dice que sois muy buenos amigos.

-Ella también me ayudo a mí, y a mi hijo mayor. – le respondió con emoción. – Por eso le pedí que se convirtiera en su tercera madre, si alguna vez me pasaba algo.

Tuvo que limpiarse el rostro después de Emily lo mojara completamente, Noah reía al verla, le gustaban demasiado los bebés, veía en la pequeña, el rostro de sus hijos, y sus nietos. Se estaba empezando a sentir mayor, aunque Joe le dijera que seguía siendo tan hermoso como la primera vez que lo vio.

-Estuve enfermó, hace unos años, Joe se preocupó bastante en aquel momento, al igual que mi hermano. – Nevan no entendía porque le estaba contando eso. – Incluso me despedí de todos, la operación muy complicada. – Noah se sentó en una de las rocas. – Me sentí la peor persona del mundo por enfermar, pensé que los estaba abandonando.

-¿Por qué me cuentas esto? – el omega encogió los hombros. – El doctor Corbin, está muy feliz de que estés con él.

-Él conoció a una persona importante incluso antes de conocerme, pensé que él era mejor que yo, al principio me asustaba sentir algo por él. – Nevan estaba confuso. – Creía que le estaba quitando el puesto, aprovechándome de que se sentía mal para tener alguien con el cual vivir, estaba siendo muy egoísta en mi cabeza.