CAPITULO 76

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Oliver mantenía sus ojos clavados en la espalda de Scott, el beta caminaba con firmeza en dirección a sus amigos, Emily lo estaba esperando con demasiada energía, quería que le ayudará a elegir cual era la mejor pulsera para ella. Scott la cargo con cariño para que las pudiera ver bien, sintiendo que la sorpresa se complicaría al tener a todos preocupados por él, Oliver el primero. Estaba seguro de que el beta no le dejaría tranquilo ahora que sabía que le pasaba algo, aunque no supiera con certeza lo que le estaba ocurriendo.

-Tío Scott, este brilla mucho más... - Emily le señalo la pulsera con brillantinas azules. – Pero este tiene muchos colores. – estaba demasiado confundida. - ¿Cuál es más bonito?

-Este combina con tu vestido. – la pequeña asintió. – Pero este brilla mucho, y a ti te gustan las cosas brillantes ¿verdad? – sonrió. – Es una decisión complicada, ya se lo has preguntado a papá y a los tíos.

-A papá le gusta el azul. – respondió con certeza. – Y a la tía Lily le gusta el de muchos colores. – cruzo los brazos cansada. – Es muy difícil, tío Scott.

-¿Le has preguntado al tío Oliver? – negó con la cabeza. – Tal vez él pueda ayudarte.

Oliver se acercó a ellos cuando Emily le llamó, Scott lo observo con una sonrisa tímida mientras este señalaba la pulsera azul, no sabía cuánto tiempo más podría ocultarle la información que supo antes de empezar las vacaciones. Emily espero con paciencia a que le pusieran la pulsera, en la oscuridad brillaba mucho más, la pequeña quedo fascinada al descubrirlo.

-Estos auriculares os servirán para escuchar las explicaciones de las diferentes salas. – explico la omega de la entrada. – Debéis escanear este código en vuestros móviles para empezar el recorrido. – se agacho a la altura de Emily. – Para ella hay algo especial.

-¿Qué es? – le pregunto a la mujer. – También brilla mucho.

-Me temo que no. – Emily parecía desilusionada. – Pero podrás hacer muchas fotos... - de la caja saco una pequeña cámara desechable. – Cuando la visita termine, podréis sacarlas en la máquina que se encuentra en la última sala. Si tenéis alguna duda, mis compañeros os ayudaran. Disfrutar de la visita.

Tuvieron que agacharse para pasar por un tubo que los llevaría a la primera sala, Emily los guiaba con emoción, ya que la pulsera que llevaba podía iluminar parte del camine. Tuvieron que ir gateando por unos tres minutos antes de llegar.

-Papá, mira... - no sabía para donde señalar, todos los colores que habían le llamaban la atención. – Tío Scott, mira un oso. – sus ojos brillaban de emoción. – Es más grande que el tío Oliver.

Tan solo era la primera la primera sala y Emily estaba más emocionada que Nevan. El omega escuchaba con calma todo lo que podía identificar su hija, aunque se enfadaba un poco cuando no podía tocar alguno de los animales porque desaparecían. Le pidió a Lily que le tomará una foto con la gran ballena que había aparecido a su espalda, cada pared mostraba animales de diferentes especies.

-Tío Oliver más alto... - grito al intentar alcanzar los pájaros del techo. – Más alto, más...

Estuvieron bastante tiempo en la primera sala, Emily les explicaba que hacía cada animal, ya que lo había visto en los documentales que solía disfrutar cuando visitaba al señor Corbin, Lander solía ponerlos a menudo, al descubrir la fascinación que mostraba al verlos. Lily se quedó sorprendida de todo lo que sabía.

-Los pingüinos no pueden volar, aunque sean pájaros. – le dijo a Scott. – Pero son buenos cazadores, les gustan los peces y unos bichos que son muy parecidos a las gambas que come la tía Celia en Navidad.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now