CAPITULO 99

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Oliver decidió mantener cierta distancia con su familia, y con Scott. Jax insistía en reclamarlo como suyo, advirtiéndole que si se volvía a juntar con Scott, este podría sufrir algún accidente. Al principio Oliver no contó nada, no quería que se preocuparan por él, pero las amenazas fueron subiendo de todo, cada vez sentía más miedo de que le pasará algo al beta.

-Es lo mejor, Liliana... - su hermana agacho la cabeza con tristeza. – No será permanente, encontraré la manera para que me deje tranquilo, por ahora, esto es lo mejor que puedo hacer.

-¿Por qué siempre dejas a Scott en la sombra? – no hubo respuesta, Oliver era incapaz de responder a aquella pregunta. - ¿Qué pasará si él se entera? Se volverá a sentir traicionado, Oliver, creo que lo mejor...

-He visto de lo que son capaces los amiguitos de Jax. – le advirtió. – Yo puedo aguantar los golpes, pero no dejaré que toquen a Scotty. Si para eso tengo que alejarme de él, así lo haré.

-Otra vez le tengo que ocultar todo ¿verdad? – la sonrisa de su hermano no le gusto. - ¿Hasta cuándo?

-No lo sé, Liliana, a me gustaría saber también hasta cuando seguirá así. – necesitaba ponerle un final. – Creo que este es mi castigo por haberle hecho daño a Scotty.

La pantalla del móvil se volvió negra cuando Oliver termino la llamada. El beta se negaba a que se acercaran a él por si acaso, había discutido con sus padres por decirles eso. Incluso tuvo la tentación de mudarse a otro lugar para que Jax lo deje tranquilo, pero no era la mejor solución, si se alejaba, estaría dándole ventaja al omega y no quería que pensará que había ganado.

Iba a luchar por proteger a Scott, aunque eso significará alejarlo aún más de su lado. No le importaba, si con eso conseguía que él estuviera bien, no sería para siempre, de eso estaba seguro. Se moría de ganas de volver a hablar con él, aún no podía quitarse de la mente su rostro triste después de ver lo que ocurría.

Lily se encargó de cuidar a Scott, sin que él se diera cuenta. Agradecía que Tania y Orión le ayudaran en muchas ocasiones, aunque ellos no sabían nada, el alfa seguía enfadado con su hermano. Scott tan solo le contó a ella lo que había visto, y le enseño los segundos que había podido grabar, antes de empezar a llorar de nuevo.

-¿Cómo está Oli? – la respuesta era siempre "bien", para no entrar en detalles, Lily hablaba cada vez menos con su hermano. – Jax ¿sigue molestándole? – no tuvo respuesta. – Lily, Oli está bien de verdad ¿no? Sabes más de lo que me cuentas.

A veces Scott se enfadaba con ella, y estaba algunas horas sin hablarle. Aunque siempre la acompañaba a todos lados, buscaba alguna excusa lo suficientemente creíble para ir a su casa. Decir que debía estudiar, siempre le daba un pase directo. Lily y él estudiaban cursos diferentes, tan solo se juntaban para hacer algunos trabajos. Scott se dejaba maquillar, Lily se dejaba vestir por él. Orión siempre se quejaba de que a él no lo llamaban, así que también hizo algunas prendas para él y Tania.

-Hace dos años que Oliver no entra en su habitación. – comento Lily. – Mamá la ha dejado igual que el día que se fue, espera que decida volver.

-¿Sigue en la universidad? – asintió. - ¿En derecho? – sonrió. - ¿Vive allí?

-Se mudó a unos pisos cercanos a la universidad. – eso hacía que se sintiera ligeramente aliviado. – Su contrato en la habitación se terminó, y no quiso seguir allí.

Scott iba a la habitación de Oliver cuando Lily se distraída, entraba con cuidado para que no se dieran cuenta y se sentaba en la cama con la esperanza de que Oliver lo regañara por deshacer su cama. Sonreía al imaginar la pequeña sonrisita del beta antes de sentarse a su lado, podía sentir como apoyaba su mano sobre el hombro y besaba su mejilla con delicadeza.

Hasta el final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora