CAPITULO 66

16 3 0
                                    

Scott había esperado que llegase el día en el que podría enfrentarse a Nash, sin tener miedo. Oliver había aceptado llevarlo con él a un interrogatorio, aunque no le hacía mucha gracia. Scott le prometió portarse bien para no causarle ningún problema. Aunque no estaba muy seguro de cómo iba a reaccionar cuando lo tuviera delante.

-Scotty, siempre debes estar detrás de mí. – le recordó por enésima vez, antes de llegar a la cárcel. – No hables hasta que dé permiso, se paciente, no montes escándalos.

-Ya lo sé. – entrecerró los ojos cansado de la preocupación. – Tampoco puedo tocarlo, ni decirle donde se encuentra Nevan.

Oliver sonrió de medio lado, cuando vio que su compañero comenzaba a quejarse a su lado. Le habían pedido a Lily que no les dijera nada a Celia o Nevan, querían mantener la visita en secreto, ya que no les estaban permitidas las visitas, hasta después del juicio.

-Voy a trabajar, Scotty. – el beta suspiro. – Les he dicho que eres un novato, recuerda que debes referirte a mi como tu superior, para que no te descubran. Eso significa que no puedes llamarme Oli. – dijo en tono burlón.

-Señor Jones. – Oliver sonrió al escucharlo. – Te llamaré Oli, si me apetece. – el beta le respondió poniendo los ojos en blanco.

-Prefiero que me llamas Oliver, si no quieres usar mi apellido. – Scott comenzó a reírse. – Scotty, si veo que corres peligro en algún momento, no dudaré en echarte de la sala.

-Se defenderme yo solo, Oli. – el beta se puso demasiado serio. – De acuerdo, jefe.

Por alguna extraña razón, Scott sentía que Nash lo estaba esperando de algún u otro modo, tal vez estuviera resentido con él, por haber salvado a Nevan de sus manos. No le tenía miedo, es más se enfrentaría a él cara a cara si Oliver no estuviera tan cerca. En sus mejores sueños, se ha visto venciendo a Nash de mil maneras diferentes, haciéndole morder el polvo con sus dientes, hasta pedirle que se detuviese. Se sentía orgulloso por su fuerza, aunque fuera en sueños.

Antes de entrar, tuvieron que entregar sus móviles. Scott tuvo que someterse a una pequeña revisión, para asegurarse de que no llevaba ninguna arma con él, fue un poco incómodo para el beta. Oliver no dijo nada, y lo espero hasta que pudo ir con él.

-¿Por qué no te lo han hecho a ti también? – tenía las mejillas sonrojadas. – A sido demasiado vergonzoso.

-Yo también por una antes. – sonrió. – Además, dijiste que pasarías todas las pruebas necesario para poder hablar con él.

-Haberme dicho que tocarían todo mi cuerpo, maldita sea. – se quejó en voz baja, para que no lo escuchara la omega que estaba cerca de ello. – Me hubiese puesto algo menos incómodo. – el beta sonrió. – Ahora sé cómo se sienten mis modelos, cuando les tomo las medidas.

Oliver se aguantó la risa al verlo tan apenado. Scott parecía estar bastante animado antes de llegar, no se esperaba tener que pasar por eso, su compañero no se lo explico antes de llegar. El beta se acomodó su ropa con tristeza, antes de llegar a un pasillo donde les darían sus identificaciones.

-Lo estás haciendo muy bien, Scott. – acarició su cabello para molestarlo. – Te invitare a comer, después de esto.

-Podemos ir donde yo quiera ¿verdad? – lo miro con picardía, Oliver se arrepentía de haberle prometido una comida.

Los ojos de Oliver estaban clavados en su espalda mientras caminaba, les habían dado una identificación para poder entrar. En la de Scott, estaba escrito su nombre y apellido, junto a la prescripción de novato. Oliver había elegido una foto donde no salía muy favorecido.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now