CAPITULO 21

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Nash miraba a Celia sin comprenderla, la beta le había tendido las llaves de su coche, cuando empezó a oscurecer, Nevan había ido al baño, así que estaban los dos solos. El omega aprovecho para ir a visitar a Dama, la gata estaba en una pequeña habitación esperando a que la operaran, parecía triste, Nevan la saludo para animarla pero no lo vio.

-Quiero que lo lleves al hostal, para que descanse... - le dijo poniendo las llaves sobre su mano, el alfa la observaba perplejo – Nevan necesita descansar, además no puede estar todo el día aquí, los animales podrían tener algún tipo de enfermedad mala para él.

-¿Por qué no lo llevas tú? – la beta puso los ojos en blanco – Nevan no ha hablado conmigo, desde que ha despertado, a lo mejor...

-Llévalo al hostal para que cene y descanse. – le repitió con tranquilidad, mientras cerraba su mano con las llaves con sutileza – Yo me quedaré aquí un poco más, volveré más tarde, cuando sepa cómo se encuentra Dama.

-Puedo quedarme yo, mi prima... - Celia negó con la cabeza, estaba cansada de escuchar sus quejas – Es tu coche, no puedo...

-¿Tienes carnet? – asintió – Entonces, puedes conducir. – Nash iba a volver a quejarse. – Alguien tiene que cuidar a Nevan. – el alfa abrió la boca, pero Celia no le dejó hablar. – Cuando llegaste al hostal, dijiste que tenías una misión ¿no?

El alfa intento negarse a la acusación de Celia, pero ella fue más inteligente. Nash le había contado que conocía a la persona que le estaba intentado hacer daño a Nevan, y quería evitarlo, él se ofreció a cuidarlo para que no le pase nada malo, hasta que ese hombre apareciera.

-Eres el único en el que puedo confiar en estos momentos, para cuidar a Nevan. – Nash aparto la mirada – "Lo protegeré de ese monstruo." Fue lo que dijiste el día que llegaste. – el alfa apretó los labios. – Nevan no te tiene miedo, no lo ha mostrado en ningún momento, él preguntaba por ti todo el tiempo y se quejaba porque no le ayudabas a cuidar a los gatitos. – sonrió con picardía. – Él se siente seguro a tu lado.

-Puedo volver a hacerlo. – Celia apoyo sus manos sobre las de Nash. – Y si golpeo a Nevan sin darme cuenta, tenía la mente en blanco cuando golpee a ese hombre, era como si otro hubiese actuado.

-Si llegases a golpear a Nevan, no tendría un lugar seguro donde esconderte, Nash. – lo amenazó con sutileza – No es a mí a quien debes tener miedo, Nevan se ha llevado el cariño de Joe, él es muy sensible con las historias parecidas a las suyas. Nevan se volvió uno de sus protegidos, aunque sea tan tozudo que no quiera admitirlo. – se burló. – Por favor, lleva a Nevan al hostal para que descansé.

Finalmente asintió, no quería que Celia pensará que tenía miedo, así que forzó su voz para que sonará más segura, y varonil, según él había salido a la perfección, hasta que escucho una pequeña risita de parte de la beta. Nevan apareció unos minutos después con tristeza, arrastraba los pies para ir más despacio.

-Dama tiene un tuvo en una de sus patas. – informó con mohín. – Está despierta, pero parece que no lo este, ni siquiera mueve su cola como de costumbre.

-Nevan... – Celia miro a Nash con una pequeña sonrisa malvada. – El señor Smith se ha ofrecido a llevarte de vuelta al hostal. – la beta cubrió la boca del alfa para que no hablara. – Dice que es mejor que descanses un poco, está preocupado por ti y la bebé.

Nevan lo miró con un pequeño brillo en los ojos, le mostro el pequeño hoyuelo que se le formaba cuando sonreía, el corazón de Nash empezó a ir más deprisa, el omega no pudo decir nada ya que su compañero se levantó del asiento como si hubieses agujas en él. Celia aguantaba la risa, mientras veía los movimientos mecánicos de Nash, el alfa le ofreció su mano a Nevan con cierto miedo a que fuera rechazada.

Hasta el final del caminoWhere stories live. Discover now