~Seryye glaza~

38 9 8
                                    


     -¿De qué hablas?- gruñó con voz autoritaria; me di cuenta que acababa de cometer un error que podía salirme muy caro, pero ya no había marcha atrás, mi compañero estaba evidentemente molesto y no quería ganarme una paliza.

-E... es sólo que... no tengo permitido salir d... de... estas cuatro paredes...- agaché la cabeza-... no se van a arriesgar...- murmuré y di otro golpe en la pared que terminó de lastimarme la mano, me volví a hundir en mis rodillas quejándome del dolor.

      -En serio debes dejar de hacer eso o no llegarás virgen a mañana- bajó de su cama sonriendo para pararse frente a mí- y... ¿a qué te refieres con que ellos no se arriesgaran?- preguntó acercándose de forma seductora con esa sonrisa que denotaba confianza.

-D...deja de hacer eso...n...no me tocarías...-estaba totalmente apenado y sentía un rubor subir a mis mejillas- no se arriesgaran a que escape de nuevo, solo eso...-me di la vuelta quedando de espaldas al rubio pero casi al instante sentí como se acercaba a mí de forma peligrosa y me giré asustado, encontrándome su amplia sonrisa a escasa distancia de mí,- ¿Pero qué haces?... vamos...no te me acerques t...tengo una...una...cuchara- dije sacando un objeto de metal doblado y torcido que llevaba entre mis ropas- aléjate...

Él solo me dirigió una mirada incrédula que repentinamente cambió a una de miedo desconcertándome un poco, él aprovechó ese momento para quitarme la cuchara de las manos y arrojarla a través de los barrotes de la puerta antes de acorralarme en la pared.

-¡No!... ¡mi cuchara!...-le grite al ver su acción y lo miré con reproche-¿Por qué has hecho eso?- dije con un puchero y bajé la cara para que no viera lo apenado que estaba, él me mostró una cara sorprendida y comenzó a reír a carcajadas cayéndose de la cama hacia atrás, antes de caer me tomó del cuello de la camisa jalándome con él. Al reaccionar ante el hecho de que había caído sobre él rodé rápidamente para quitarme de esa posición mientras sentía un nuevo rubor subir a mis mejillas de forma inevitable- ¿E...estas bien?- él no paraba de reír y me jaló una vez más poniéndome sobre él, riendo aún más al ver mi sonrojo,-no le veo la gracia...déjame levantarme...- dije esquivando su mirada.

      -¿Por qué debería hacerlo?- me preguntó en tono seductor, calmando su risa, y tomó mi barbilla obligándome a verle a los ojos para luego darme un guiño.

-P...por...-bajé la mirada- por favor- el nuevo rubor no tardó en hacerse presente por toda mi cara.

Mi reacción le produjo una nueva risa, puso su mano en mi mandíbula acariciando mi mejilla lentamente con una linda sonrisa, no puedo negar que todas sus sonrisas me parecen lindas pero algunas simplemente me producen escalofríos, es confuso y aterrador.

      -Tranquilo, no pienso hacerte nada- mantuvo su sonrisa mientras se acercaba a mi oído y me susurra- ...por ahora.

Sus palabras y su aliento tan cerca me provocaron un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo y solo pude mirar sus ojos que hasta ese momento no había observado bien, el color gris de estos era cautivador, podría pasar por mercurio que fue inyectado dentro de sus orbes, sin duda una de las mutaciones más bellas es la de los ojos y los suyos parecíaban tener vida propia, como si el líquido dentro pudiera moverse en una danza continua y mágica.

-¿A...a qué te refieres?- tartamudeé perdido en su mirada, su sonrisa cambió a una más pícara cuando depositó otro pequeño beso en mis labios, pero el sonido de la campana que indicaba una inspección me hizo salir de ese estado en que sus ojos me habían dejado.

Me levanté y sacudí el polvo de mis ropas parándome cerca de la puerta para esperar que se abriera, por alguna razón el hecho de saber que la puerta se abriría, aunque fuera solo por unos minutos, me ponía muy emocionado tal vez es porque según entendí no podría salir sin Shima a ningún lado, ni siquiera para comer ya que me darían la comida en mi celda, lo cual era una desventaja si me seguirían alimentando con esa cosa asquerosa de antes.

-Vamos, levántate o te tocará castigo- rogué al verlo todavía acostado en el piso con los brazos cruzados detrás de su cabeza.

      -A tomar por culo- dijo riendo al abrirse la puerta y ni siquiera hizo el menor gesto de querer levantarse, un oficial entró tachando mi nombre en una lista y él seguía sin moverse, el oficial caminó hacia donde se encontraba- ¿Qué problema hay agente?- preguntó divertido destruyendo todos y cada uno de mis nervios, le dirigí una mirada de preocupación, <<su comportamiento no puede darle más que problemas>> me repetía mi mente una y otra vez hasta que de forma casi involuntaria salté entre el guardia y el chico rubio que seguía en el piso.

-E...es que se ha caído y se ha lastimado, yo...-comencé a decir buscando una excusa cuando el oficial me propinó una bofetada que me dejó contra la pared para luego salir de la celda tachando ambos nombres en la lista; su risa volvió a inundar la celda al acercarse y tenderme una mano para que me levantara.

      -El día que se atrevan a ponerme un dedo encima mueren, no creo que siquiera lo intenten a menos que sea algún nuevo- explicó sin dejar de reír.

-No necesito tu ayuda...- dije rechazando la mano tendida frente a mí- no te costaba nada levantarte y no había razón para que fueras tan gilipollas- me volvía a doler la cabeza y ahora se le sumaba el ardor de mi mejilla que seguro estaba roja.

      -Y tú no deberías de meterte en lo que no te importa cariño, aquí cada hombre se salva sólo- contratacó mientras se agacha y me tomaba del brazo levantándome a la fuerza,-como sea, a menos que tengas un compañero no deberías meterte en problemas ajenos, o terminaras igual que ellos si se meten conmigo- dijo dándome la espalda.

-Sólo trataba de ser amable- me dirigí a mi cama; escuché un suspiro de parte del rubio y sentí como volvía a acercarse a mi tomándome de la cintura para darme la vuelta, pegarme a él, y poner su barbilla sobre mi cabeza.

      -Lo siento, gracias...- sus palabras sonaban tan sinceras que no supe qué pensar, definitivamente no estaba esperando que se disculpara, no me parecía el tipo de hombre que aceptara sus errores pero su abrazo era cálido y sentirme estrechado por alguien es algo que extrañaba demasiado así que lo abracé también hundiéndome en su hombro; se separó poco después con una amigable sonrisa en el rostros, creo que me agrada su sonrisa, eso fuera del hecho de que al verlo así un rubor cubrió mi rostro nuevamente.

-E...eh...bueno...pronto será la hora de la comida...de...deberías prepararte- me separé de él y continué mi camino a mi cama dándole la espalda.

      -¿Vendrás?- preguntó tomando una chaqueta de su cama.

-No- respondí secamente pegándome más a la pared.

      -¿Por?- se sentó en mi cama y me miró con curiosidad a lo que yo volteé a verlo, comenzaba a creer que era demasiado curioso por cosas de poca importancia.

-¿Por qué te importa?- dije tratando de usar un tono de enfado sin tener mucho éxito a lo que él comenzó a reír levemente.

      -Por que debo demostrar a todos que eres mío- me respondió en voz baja acercándose más a mí, acorralándome en ese lugar.

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora