Abrí los ojos lentamente sintiéndolos pesados, pero un peso mayor comprimía mi estómago complicándome la tarea de respirar; mi ropa estaba húmeda y rasposa por zonas, parecía que me hubieran puesto cemento encima.
― Q...que...d...do...- la voz no me salía como quería, las palabras que estaban en mi mente eran expulsadas en fragmentos sin sentido y sin ninguna fuerza.
― Shhh, tranquilízate, no te muevas- escuché la voz del chico pelirrojo demasiado cerca e inmediatamente después mis ropas fueron tironeadas descubriendo mi cuerpo.
― ¿Qué...qué haces?...- no veía nada, cosa que me hacía sentir mucho más vulnerable aun tratándose del chico que me había estado cuidando.
― Tranquilo, ni que fuera a violarte- las prendas desaparecieron de mi torso seguidas de lo que supuse era un paño húmedo en mi frente; no podía con la vergüenza, no quería que viera las marcas, no quería responder preguntas que eran un misterio para mí; me cubrí con mis brazos como pude y giré buscando refugio en la fría pared de concreto― Eh, te he dicho que no te muevas, que así me haces más difícil esto.
― Lo...lo siento...- me puse de nuevo boca arriba cubriendo mi rostro con mi brazo, él no merecía que yo volviera a causarle molestias, simplemente debía cooperar y todo pasaría rápido. No tardé mucho en sentir el contacto de tela mojada en mi piel, estaba fría y mis nervios reaccionaron al instante, pude sentir cómo se enchinaba cada uno de mis bellos poniéndome la piel de gallina― ¿Qu...qué...qué pasó?...- realmente no quería saberlo, ya me suponía que había sido otro ataque inexplicable, pero quería distraerme un poco de las sensaciones tan extrañas que capturaban mi cuerpo en ese momento.
― No lo sé realmente, cuando desperté estabas lleno de sangre, y mis brazos y piernas también.
― ¿Cu...cuanto tiempo pasó?...- me sentía demasiado entumido como para haber dormido solo una horas, sin embargo tampoco estaba muy seguro de querer saber la respuesta, solo era una molestia y una carga para todos.
― Pues creo que han sido un par de días.
― E...entiendo, gra...gracias...
― Necesito que te pongas de espaldas- con dificultad me giré sobre la acolchada superficie para dejar que la fría tela recorriera también mi espalda en movimientos circulares. El chico comenzó a tararear en voz baja, era tan tranquilo, me recordaba los cuidados de mis padres, sus atenciones cuando estaba enfermo o herido, incluso creí escuchar una segunda voz que se unía suavemente a la primera, más baja y profunda, una voz tan familiar que era tan dolorosa como el nombre que se resbalo de mis labios.
― A...Aki... ¿d...dónde está?...A...Aki...
― Aki, aquí no está, aquí solo estamos tú y yo- una lágrima silenciosa rodó por mi cara, solo era mi imaginación deseosa por saber que estaba bien, mi anhelo de volverlo a ver, escuchar sus tontos chistes y que me abrace como siempre al dormir―. Voltéate nuevamente- el tortuoso ritual de girarme sobre la cama se repitió, debía parecer alguna extraña especie de insecto, un escarabajo quizá.
― ¿Pu...puedes seguir cantando?...- quería seguirlo oyendo aunque fuera solo producto de la hechizante voz del pelirrojo― se...se oye muy lindo...
― Con gusto- una risa salió de sus labios― pero n...no te muevas- comenzó a tartamudear recorriéndose al final de la cama, no entendía por qué el repentino cambio hasta que sentí la tela de mis pantalones deslizándose por mis muslos.
― ¿Q...qué?...- si no había gritado era solo porque no tenía la fuerza suficiente para hacerlo, de otra manera me hubieran escuchado por todo el complejo― n...no...no hagas eso...- mis mejillas ardían y sentía mis ojos cristalizándose; curiosamente era una sensación diferente a Andrya, no tenía miedo del chico, solo no me gustaba la situación, me sentía muy extraño.
ESTÁS LEYENDO
No soy nadie [BL] (EDICIÓN)
Teen FictionVi mi vida desmoronarse, pedazo a pedazo sin piedad mientras trataba de evitar el fin del mundo, pero ahora mi mundo se ha destruido, ya no importa nada más, sólo la fría escencia de un beso de nadie... "Lo perdí todo, fue mi culpa y no puedo hacer...