~Vse obo tvoya zhizn'~

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— E...esa es tu decisión...- sentía curiosidad por él, pero no podía pedirle que me contara su historia cuando yo llevaba todo ese tiempo negándome a decir cualquier cosa sobre mí.

     — Te estoy preguntando ratoncito- hizo ese gesto que comenzaba a notar que era típico de él, ladeo la cabeza mirándome con ojos de cachorro.

— Y...yo...quisiera conocerte...

     — Está bien-. Suspiró sacudiendo la cabeza y estrechándome protectoramente— En mi casa...nunca...- hizo una pausa y pude notar que le costaba hablar. Estaba a punto de pedirle que parara, de decirle que no era necesario, pero siguió impidiéndomelo— nunca fui tratado como un humano, yo...era muy pequeño, ni siquiera llegaba a los 10 años cuando la conocí; pelirroja, ojos grises, iguales a los míos de hecho, y una piel muy pálida cubierta de moretones, marcas y cicatrices. Ella tenía 14 cuando la vi por primera vez en un ca...en un callejón de mi ciudad natal, llorando con las manos llenas de sangre, yo en esos años ya sabía muchas cosas a pesar de ser un crío y entendí que algo le había pasado.

     » Me acerqué a ella y la ayudé. Ese día llegué tarde a casa por quedarme hablando con aquella chica, y mi padre me dio una de las peores palizas que recuerdo, y mira que eso es decir; sin embargo no me arrepentía de haberme quedado con Aneko. Al día siguiente estaba demasiado adolorido de todas partes como para ponerme en pie, así que me quedé tumbado en lo que era el suelo de mi habitación todo el día, pero al anochecer, cuando mi padre ya estaba suficientemente ebrio como para no notar mi salida me puse en pie con cuidado de no hacerme más daño y salí por la ventana. Por alguna extraña razón tenía la esperanza de volverla a ver.

Se detuvo, miré su expresión; tenía una sonrisa pero se veía demasiado triste. Me abracé a él sintiéndome muy estúpido, ¿cómo podía estarme lamentando si no había pasado ni la mitad de las cosas que él acababa de contar? Sus caricias en mi cabello se hicieron presentes, era tan cariñoso y eso solo me hacía sentir peor.

     — Desgraciadamente así fue- continuó su relato con voz lejana— volví a encontrarla en aquel callejón abrazada a su propio cuerpo, comiendo un resto de pan quemado, solo podía ver sus rasgos ligeramente iluminados por la casa que había enfrente, en donde se escuchaban los gritos de un hombre. Me acerqué, sus ojos demostraban un terrible miedo que hasta hoy día recuerdo- soltó una ligera risa haciendo retumbar su pecho en mi oído— la verdad es gracioso que me acuerde de muchos detalles que para cualquiera son estúpidos.

     » Me acerqué a su lado, sentándome junto a ella y poniéndome en la misma posición que estaba ella, esa noche no regresé a casa, ambos nos quedamos hablando toda la madrugada y me di cuenta de que realmente éramos similares.

     » Ella me contó que su padre la abusaba en todos los sentidos desde que su madre murió años atrás, yo...le conté que mi padre era alcohólico que me golpeaba y violaba cuando quería- tragó con dificultad y lo abracé más fuerte, no quería verlo así pero no me sentía bien como para decir algo— y de esa forma pasaron muchas noches- soltó una pequeña risa— recuerdo un día en el que la llevé a un lugar cerca del que era mi colegio; a la noche siguiente yo regresé con cortadas y quemaduras en los brazos hechas por el cigarrillo de mi padre y ella tenía unas marcas de manos en su cuello. Ese día le mostré algunas de mis cicatrices y ella me mostró las suyas, se sentía bien no estar sólo, se sentía bien saber que alguien sufría conmigo por más egoísta que eso suene- agachó la cabeza soltando un suspiro, ya no sabía qué más hacer, no podía abrazarlo más fuerte y no tenía palabras para lo que me estaba contando—. El día de su cumpleaños número quince no la encontré donde siempre la veía y a la noche siguiente estaba llena de rasguños, moretones y quemaduras, recuerdo que apenas me vio corrió y me abrazó llorando; me explicó que el día anterior su padre había hecho una "fiesta"- una nueva risa salió de sus labios con amargura— y ella era la "invitada especial".

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora