~Pesnya~

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    -Yalek, Yalek despierta...

Abrí los ojos pero no pude ver a nadie, miré alrededor y noté que estaba en una pequeña cabaña de madera, hacía mucho frío y lo sentía más ya que solo llevaba una delgada playera blanca de manga larga y un pantalón suelto, me acerqué a una ventana tratando de ver algo afuera y me sorprendí al encontrarme con un paisaje blanco y congelado, una suave ventisca jugaba con la nieve y mecía lentamente las ramas de los árboles.

    -Yalek, cogerás un resfriado, vamos, acércate al fuego.

Me giré viendo al dueño de la voz, o al menos eso era lo que creía; era una silueta humana, alta y con lo que supuse era su cabello largo que bailaba alrededor de él.

    -Tranquilo quieres- se dibujó algo así como una sonrisa en el rostro de la silueta, sentí escalofríos por lo perturbadora que resultaba la imagen frente a mí.

-¿Q...quién eres?

    -Jaja, no puedo decirte eso Yalek, al menos no ahora.

-¿D...dónde estoy?- comenzaba a sentirme muy asustado, algo en ese lugar me daba mucha tranquilidad pero también miedo.

    -Tranquilo- la silueta agachó la mirada y suspiró- sigues en la celda Yalek, solo que quise regalarte algo por haber sido tan bueno conmigo así que...-hizo una pausa girándose y caminando a la puerta, lo seguí inseguro- este es mi regalo y agradecimiento Yalek.

Al decir eso abrió la puerta dejando que el aire helado entrara, me estremecí pero una sonrisa se formó en mis labios, extrañaba demasiado esa sensación que calaba hasta los huesos, salí y sentí la nieve bajo mis pies desnudos.

-Brrr...-temblé un poco mirando a la silueta que sonreía ampliamente y sin embargo pude notar tristeza en su mirada- ¿Qué...qué tienes?

    -No es nada, no debes preocuparte por ahora ¿sí?- se acercó a mí llevándome hasta un árbol- sube- pidió mirando hacia arriba- ¿te gusta subir los árboles todavía?

-¿Eh?...s...si... ¿cómo lo sabes?-miré hacia arriba y sentí nostalgia mezclada con alegría.

    -Bueno parece que no has cambiado después de todo...-sonrió y me arrastró con él a la cima del árbol.

Al estar arriba dejé que el aire frío golpeara mi rostro y se metiera en mi nariz congelando momentáneamente mis pulmones, sentí que me abrazaban por los hombros como lo haría un niño pequeño.

    -Yalek...-me llamó- por favor, deja de culparte...- sus palabras me helaron la sangre aún más que el aire que comenzaba a ser más fuerte- no fue tu culpa, créeme...

Me desperté al sentir como Aki se movía en mis piernas con la sensación de haber olvidado algo importante en mis sueños pero no logré recordar siquiera vagamente lo que había visto en ellos; lo vi hacer una mueca de dolor.

-¿Estás bien?- pregunté con preocupación recibiendo como respuesta una mirada asesina de parte de mi compañero.

      -Mimimimimi- me asusté y en un acto reflejo me hice hacia atrás haciendo que su cabeza cayera de mis piernas directo al piso, su cráneo azotó y se sobó instantáneamente el golpe- mimimimimimi.

-Lo...lo siento...-dije acerando mi mano al lugar donde había recibido el impacto, fui rechazado violentamente por él mientras me volvía a fulminar con la mirada- dis...disculpa...-dije abrazando mis rodillas sin volver a tratar de acercarme- ¿Qué puedo hacer para que estés mejor?

No dijo nada, solo se quedó mirándome y cada vez su mirada me daba más miedo, cuando se enojaba parecía que el mercurio en sus ojos borboteara salvajemente.

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Where stories live. Discover now