~Spasibo Aki!~

21 5 2
                                    


      —Eso depende- me miró directamente, con esos ojos burbujeantes, instalando miedo en mi ser.

—¿De...depende?- bajé la mirada, me lo imaginaba escrutando mi mirada, descubriendo en ella el dolor que me provocaba con sus palabras para al final reírse de mis absurdas esperanzas.

      —Si.

—¿Depende?- volví a murmurar tratando de encontrar algún significado oculto en esa simple palabra, algo que no me destrozara por completo.

      —Pues sí, depende de en qué sentido quieres que te quiera- suaves caricias se hicieron presentes en mi cabello, relajándome, más el miedo se negaba a abandonarme.

—E...entiendo...

Agaché más la cabeza para que siguiera con su juego en mis mechones, podía sentir como sus dedos tironeaban delicadamente de mi cabello, enredándolo para luego soltarlo y volver a empezar, su respiración tranquila se colaba por cualquier hueco existente rozando mi piel provocando muchas sensaciones; en ese momento ya no tenía dudas, yo quería estar con él quería ganarme el derecho de estar a su lado.

      —¿En qué sentido quieres que te quiera?- ¿eso realmente importaba?, no podía importarme menos, ya no, quería el cariño que solo él me brindaba, lo quería a él y nada más.

—¿Eh?...- me decidí a mirar sus ojos pero me sentí tan patético al entrar en esas fuetes de plata que a los pocos segundos volvía a mirar mis dedos con los que jugaba nerviosamente haciendo pequeños nuditos en mi playera que luego eran desatados con algunos tirones— no...no importa lo que yo quiera...

      —Sí, pero ahora te estoy preguntando- bueno, al menos me daba la razón, nótese el sarcasmo, ese chico era excelente jugando con mis emociones y yo se lo permitía, simplemente no podía contra él.

—Yo...-me detuve buscando palabras que no me enviaran directo al vacío— lo que tú quieras está bien...yo...solo...solo quiero poder estar contigo...-confesé encogiéndome en mi lugar, colocó su mano en mi mandíbula, en ese gesto que me encantaba y me obligaba a mirarle.

      —Yo...no puedo quererte.

Un susurro, un simple susurro dicho tan bajo que ni un búho lo habría escuchado, sin embargo ahí estaba, resonando en mi cabeza, tratando de convencerme de retractar mi decisión, pero era tarde para eso, tarde para cualquier cosa, me había perdido en ese mar inmenso y entonces me di cuente de que no sabía nadar.

—Lo sé...

      —Mírame por favor- ordenó— mírame cuando te hablo- alcé la vista topándome con la suya, mis ojos se cristalizaron, me había equivocado al suponer que podría soportar todo para estar a su lado, la realidad es que había algo que dolía demasiado.

—¿Qué más quieres de mí Aki?...- no planeaba decir eso en voz alta pero mis labios se movieron por si solos formulando la pregunta que si bien podría darme la respuesta esperada también podría terminar de sellar mi ataúd.

      —Lo quiero todo de ti- colocó su otra mano en mi mejilla pasando su pulgar suavemente por mi piel.

—Entonces solo debes tomarlo...- podría parecer bipolar o algo así, lo cierto es que ese chico me volvía loco jugando al tira y afloja con mis sentimientos.

      —Mírame- no me había dado cuenta de en qué momento había vuelto a bajar la mirada a mis manos, vagué por sus rasgos hasta regresar a esas dagas que se clavaban directo de mis ojos a mi corazón.

—Sólo puedo mirarte a ti...

      —No puedo quererte- volvió a repetir con tono calmado y una sonrisa, como si estuviera diciendo el clima.

—No es necesario que lo hagas...- no quería volver a escucharlo y él se empeñaba en repetirlo descaradamente.

      —¿Me dejaría terminar?- enarcó una ceja con gesto fastidiado.

—Lo...lo siento...- agaché la mirada pero la regresé a sus ojos al recordar la orden que me había dado.

      —No puedo quererte porque yo te amo Yalek y lo único que no quiero de ti, es matarte, por ahora.

Lo miré con una mezcla de emociones burbujeando en mi interior, me reproché por ser tan desconfiado, el agua salada corría por mis mejillas pero era alegría lo que transportaban esas pequeñas gotas, una dicha total que poseía en cada célula de mi cuerpo, una sonrisa adornó sus labios que luego se pegaron a mi nariz tiernamente, lo rodeé con mis brazos, me junte a él lo más que pude con intenciones de fundirme en su piel, de no volver a alejarme nunca más de la calidez de su pecho.

—A...Aki...

      —¿Qué pasa ratoncito?

—Nada Aki...nada...- una sonrisa se había acomodado en mi rostro, o tal vez la habían tatuado con fuego en él, no importaba porque esa sonrisa no me iba a abandonar en ese momento, demostrando la felicidad que sentía hervir dentro de mí.

      —Ay pequeño, tu bipolaridad tienes que tratarla- reí un poco.

—¿En verdad lo crees?

      —Debería decir que no, pero sí.- volví a reír y salí de mi escondite para mirarlo.

—Entonces así será...gracias Aki...

     —No tienes que agradecerme nada ratoncito.

—No te agradezco nada...te lo agradezco todo Aki...

      —Ven aquí pequeño topo.

Me abrazó envolviéndome en esa calidez que sólo él me podía hacer sentir, me acurruqué y cerré los ojos disfrutando de su compañía, su respiración se fue haciendo profunda a medida que se iba sumergiendo en el sueño, yo lo seguí poco después, pero definitivamente su mente y la mía debían crear cosas muy diferentes. Mi subconsciente se empeñaba en mostrarme cualquier cosa que pudiese herirme, estaba demasiado feliz como para que las imágenes y voces de mis demonios me torturaran, pero fue demasiado tarde cuando vi el oscuro camino a través del bosque helado y al fondo a Aki sonriendo y abriendo los brazos en gesto de invitación.

______________________________________

Hola...

Muero de diabetes...no...la verdad me encanta escribir estas cosas...son preciosos...¿a que si?...

Si les gustó el capítulo pueden comapartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...


No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora