No soy nadie [BL] (EDICIÓN)

~Nuevo lugar~

POV Rune Guri

Conocí a Alva cuando tenía solo 14 años, yo era un niño al que le gustaba jugar a infiltrarse en páginas de alto nivel, me las arreglé para conseguir el código mariposa, los retos de decodificación eran un des estresante para mí, nunca creí que alguien pudiera interesarse en un niño que juega en la red; pero ahí estaba, el chico de ojos de jade en mi habitación, mirando todo como si fuera fascinante cada detalle; ahora que lo pienso fue por él que yo empecé a ver todo lo que me rodeaba como si fuera lo más interesante del mundo. Él no era mucho mayor que yo, sin embargo su mirada poseía una determinación escalofriante que lo hacía verse bastante más viejo.

Sus visitas se repitieron a lo largo de un mes, pasado ese tiempo me dijo que quería que fuera con él, que me entrenarían y me enseñarían a mejorar mis habilidades siempre y cuando les ayudara; no entendía cómo es que yo podría ayudarles, ¿a qué?, o, ¿a quienes?

Mi madre parecía estar encantada con él a pesar de que a mí me daba un poco de miedo, así que no tuvo ningún problema en convencerla de que me iría a estudiar a Japón sin ningún tipo de gasto para mi familia, tampoco lo costó convencer a mi padre para que firmara el documento donde le cedía sus derechos legales sobre mí a un tal Hayashi Kenjiro. Al final los dos fueron a despedirnos al aeropuerto deseándonos lo mejor y no volví a saber nada de ellos.

Durante el viaje en un avión privado mi mente estuvo dando vueltas con demasiadas preguntas, no podía entender la razón para que me llevara a Japón, mucho menos porque era evidente que ese no era su país, ¿cómo es que un niño atravesaba toda Asia y Europa solo para buscarme a mí en Noruega?, ¿qué era lo que quería que yo hiciera una vez que llegáramos a Japón?, y lo más incomprensible para mí fue la facilidad que tuvo para hacer que mis padres aceptaran, creo que eso será un misterio por siempre.

Llegamos a Narita de noche, mis ojos pesaban y agradecí enormemente que me hicieran subir a un auto, no había podido dormir nada en el viaje, sentía que colapsaría en cualquier momento y el estrés no me ayudaba en lo más mínimo. Me despertaron para que bajara, estábamos en un sótano que servía como estacionamiento, solo entonces me fijé en el auto que nos había recogido, era un Lamborghini Aventador, nunca había visto uno en persona y era hermoso, pero eso no impidió que el conductor se robara mi atención apenas puso un pie fuera del auto. Era un chico moreno un poco mayor que el que había ido por mí, su cabello oscuro caía caóticamente sobre su cara, su simple visión imponía alguna clase de sumisión a mi sistema, me sentía intranquilo a su lado.

Caminé detrás de ambos chicos que conversaban animadamente en lo que supuse era japonés, recorrimos bastantes pasillos, después de la sexta vuelta ya no estaba seguro de cómo regresar en caso de que fuera necesario, trataba de entender algo de lo que decían, quería saber por qué estaba yo ahí, no había visto a nadie además de esos dos chicos, ¿dónde se suponía que estaba?

   ―Esta es tu habitación- el de ojos verdes abrió una puerta dejándome ver un cuarto pequeño donde solo había una cama y una mesa, no había ventanas ni ninguna otra salida además de la puerta― traeremos tu equipo por la mañana- me dejó adentro sin decir nada más y salió cerrando la puerta, no tardé en tratar de abrirla nuevamente, no quería quedarme en ese lugar, tenía miedo y podía sentir mis ojos humedecerse rápidamente. Tiré de la puerta un par de veces sin conseguir resultado hasta que se abrió por si sola dejándome ver al chico moreno.

     ― Ya cálmate vato, no me hagas tener que dormirte a huevo- hablaba español, entendía algunas de sus palabras, sin embargo no quería, yo quería irme.

― No, no querer- dije tratando de darme a entender.

     ― ¿Así que hablas español?- me miró recargándose en la puerta- impresionante para un escuincle llorón- no podía saber cuál era exactamente su expresión, realmente no parecía tener ninguna y su cabello dificultaba la tarea de averiguarlo-. Duérmete, yo estaré afuera.