~Pytki~

11 4 0
                                    

[Nota de Autora:
Capítulo con intento de lemon,
no me hago responsable de ningún
tipo de daño a la salud que pueda
producirse por leer esto.
Si así lo prefieres puedes saltar al próximo capítulo.]



     — Necesito que subas tus piernas- obedecí lo más que podía, sintiendo su miembro rozar contra mi piel, no podía negar que estaba excitado, pero el malestar que sentía era casi comparable con la necesidad. Comenzó a rozar mi entrada con la punta de su miembro, sin importar nada ya no podría detener lo que ocurría— ya sabes cómo va esto- su voz salía entrecortada, una corriente eléctrica me recorrió. En ese momento solo una idea se me vino a la cabeza, lo complacería y trataría de encontrar el placer que pudiera compartir con él en su extraña obsesión"

Asentí dándole a entender que estaba listo para lo que quisiera y mordí u hombro recordando sus palabras "Muérdeme, rasgúñame, aráñame, golpéame y destrúyeme; haz lo que quieras, soy tuyo". Sentí cama centímetro que se introducía lentamente, apreté los ojos conteniendo las lágrimas y ahogando los sollozos en su hombro.

     —No me moveré hasta que estés bien- sus caricias en mi cabello me reconfortaron, sus palabras me dejaron un sabor dulce, su autocontrol solo para mí me calentó el corazón que hace mucho se había comenzado a congelar para el mundo fuera de las únicas tres personas que habían llegado a conocerme. La molestia de la intromisión comenzó a desvanecerse y mi mandíbula se aflojó poco a poco, liberando la carne que presentaba cortes sangrantes debido a la fuerza que había aplicado sin ser consciente de ello, repasé la silueta rojiza con mi lengua, llevándome cualquier rastro de sangre conmigo. Agradecí inmensamente que continuara con sus caricias en mi cabello, me daba la sensación de calidez y protección, ese tipo cariño que no había tenido nunca antes, todo lo que Aki me daba con cada una de sus acciones, no me alcanzaría la vida para agradecerle todo lo que hacía por mí.

— Aki...s...soy tuyo...- susurré tallándome en su cuello, sabía que me comportaba como un animal pequeño, pero me era inevitable querer tener su aroma impregnado en mí, mi cuerpo parecía suplicarme llevar algo de él adherido a cada célula por miedo a no volver a tenerlo cerca. Su movimiento comenzó con el ya conocido dolor que no tardó en pasar dejando solo la fricción de su carne contra la mía.

Podía notar cómo ahogaba sus gemidos, pero yo no sentía la necesidad de hacerlo, tal vez porque por alguna razón no había ninguno atrapado en mi garganta, simplemente estaban ausentes de mi ser; no fue hasta que su mano comenzó a recorrer mi miembro que un gemido ronco y medio ahogado salió de mi boca.

A partir de ahí me perdí en las sensaciones, disfrutando de cada contacto entre los dos. En algún momento mi uñas fueron a parar a su espalda, pero no fui demasiado consciente gracias a que sus movimientos se hicieron más rápidos arrastrándome a un sitio donde solo estábamos él y yo; nada importaba más que nosotros, estaba flotando a la deriva en ese mar de caricias que combinaban su brusquedad con la ternura que solo él era capaz de dar. Ambos gemíamos, ambos disfrutábamos, volví a recordar sus palabras y mis dientes se hundieron en su piel acompañados de mis uñas, esparcía marcas por su espalda y hombros; tarea que se me dificultó notablemente cuando una estocada rozó ese lugar que me llevaba al cielo y de vuelta en cuestión de segundos. Mis acciones ya no eran conscientes, sino el resultado de mis esfuerzos por no desfallecer por todo el placer que estaba sintiendo.

— A...Aki...- hilos de líquido caliente mancharon mi abdomen y seguramente el de él también, y un par de embestidas después el líquido también escurría por mis piernas que apenas y podían sostenerme mientras los dientes de Aki me regresaban un poco del daño que yo había causado a su piel. Me costaba regular mi respiración y sentía el sudor mojando mi piel— Aki- apenas podía pronunciar palabra, tampoco es que tuviera mucho que decir, así que solo me abracé a su cuello dejando pequeños besos en la piel que tenía a mi alcance.

     — Yalek- alcé un poco el rostro para mirarlo recibiendo un beso en la frente de su parte, me como un niño, pero que él fuera el que provocara esa sensación hacía que no fuera tan mala, al contrario, era algo que disfrutaba al estar entre sus brazos.

— Aki...

      — Aunque nunca lo digas, sé que me quieres.

Su tono era burlón, pero no podía negar sus palabras, lo quería demasiado, y esa verdad teñía mis mejillas de carmesí; volví a mi escondite, pero como tenía que pasar, el dolor volvió a presentarse aplastando mis huesos y cada musculo de mi cuerpo.

— ¿Pu...puedes bajarme?...- no quería que lo notara, solo debía vestirme y dormir un poco, solo era mi falta de costumbre en cuanto a la actividad física se refería, debía pasar rápidamente.

     — No lo creo- me sujetó un poco más fuerte pero de forma cuidadosa, como si fuera lo más delicado que hubiese sujetado en su vida y temiera que pudiese resbalarme y caer rompiéndome en mil pedazos. En lugar de reclamar su acción solté un suspiro resignado recargando mi barbilla en su hombro, sin embargo me incorporé espantado por la gran cantidad de sangre que corría por mi brazo. La herida no había terminado de cerrar, pero no debía estar tan mal, lucía como si estuviera recién abierta, tan profunda y dolorosa como el primer día—. Creo que sí debería bajarte- sin perder tiempo me llevó hasta la cama depositándome en ella. Noté todas las marcas que se veían rojas, moradas y algunas verdosas por todo mi cuerpo, me cubrí sintiéndome impotente y avergonzado— Yalek, ¿qué te está pasando?- me miraba con preocupación—. No es normal, ni siquiera en ti- soltó una risa que demostraba su nerviosismo, no lo había visto así antes y eso me preocupaba aún más.

— N...no...no lo sé...d...duele...- forme puños sobre la manta, en verdad me hubiera gustado saber qué ocurría conmigo, pero no tenía la menor idea y el miedo comenzaba a adueñarse de mi sistema.

     — Yalek, vístete, aunque sea ponto unos calzoncillos- lo vi recoger sus ropas y ponerse rápidamente el pantalón y una chaquete, busqué mis prendas comenzando a vestirme pero el dolor y la sangre me lo hacían casi imposible.

— ¿Qué ocurre Aki?- estaba asustado y confundido, pero quería saber qué estaba pasando y porque su repentino comportamiento tan aprehensivo.

     — No lo sé. Necesito que te quedes aquí un momento, ahora vuelvo- tomó mi mano mirándome con el reflejo de mi propio miedo en los ojos— quédate aquí- y salió dejándome en la celda con mi dolor.

_______________________________________________________

Hola...

No me maten...pido piedad...

Podría darles muchas excusas pero mejor les digo la verdad...estoy muriendo...



Es enserio, la uni no me deja ni respirar y lo poco que puedo relajarme me da un bloqueo horrible y no puedo escribir...así que lo mas probable es que empiece a solo actualizar una vez por semana cada historia, esta y la de Aki...más o menos sería...
Lunes: Yalek                                          Jueves: Aki
Si puedo escribir algun capítulo extra entre semana pues ya veré si lo subo o no...por otro lado, irá primero el capítulo de Aki...porque el orden va así...si no leen primero el de Aki y planean leer las dos pues me temo que se harán un spoiler to flamas en el final...(no estoy diciendo que ya se vaya a acabar, que todavía da para largo, pero pues me di cuenta que lo estaba subiendo alrevez).

Entonces ya saben, si están leyendo esta primero me temo que sabran el final de Aki antes de que lo lean de parte de él...

Si les gustó el capítulo pueden compartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα