No soy nadie [BL] (EDICIÓN)

~Mne nechego skazat', chto ya tvoy~

Me sentía nervioso, mi instinto me decía que nada bueno saldría de esa situación, que debía alejarme a tiempo si quería realmente salvarlo.

― Aunque nunca tuve muchas opciones realmente- murmuré tratando de controlarme, no podía dañarlo, debía ir con cuidado.

     ― Pero yo pregunto si las hubieras tenido.

― No puedo saberlo supongo...- no quería alejarme, no quería perderle, pero la sensación de que algo peor ocurriría se había instalado en mí.

     ― Eres un poco ¿lógico?- su expresión y su tono de duda me parecieron extremadamente tierno, no podía negarlo, mi inconsciente terminaba orillándome a analizar cada una de las posibilidades, yo era un ser racional.

― Solo soy científico- nunca me había llamado a mí mismo de esa manera antes, simplemente no era necesario.

     ― Puede ser- plantó un beso en mi mejilla haciendo que el calor subiera a mis mejillas.

― Creo que me acostumbré a ser así...

     ― Yalek, ¿qué tan bien puedes ver?- desvió la mirada evitando mirarme, yo no podía sentirme peor en ese momento, la simple idea de confesar que era un topo me mataba, era poco más que vergonzoso; no, era mucho más que eso.

― ¿Eh?...y...yo...normalmente diría que suficiente...- agaché la mirada jugando con mis dedos, normalmente no hubiese importado, pero no iba a mentirle; podía desplazarme por los pasillos sin problema, y encontrar las cosas dentro de nuestra celda, pero se debía más a mi facilidad por recordar los caminos y conocer los espacios; en esa celda que no conocía no podía llegar a la puerta sin chocar con cien cosas en el camino― pero supongo que no es la respuesta que buscas...

     ― Me refiero a ahora- acunó mi mejilla en su mano haciendo que lo mirara.

― Y...yo...solo veo colores...- nunca había aceptado eso en voz alta, muchos se daban cuenta de mi poca visión, pero casi nadie sabía que realmente me era casi imposible distinguir formas― manchas difusas...

     ― ¿y puedes ver de qué color es mi rostro?

― Bu...bueno...ahora con todas esas marcas que tienes se ve rojo y un poco morado en algunas partes, también hay verde...- acerqué mis manos lentamente a su rostros señalando suavemente las zonas que parecían más heridas ganándome un suspiro por su parte.

     ― Pues nada, te tendrás que conformar con un novio morado- sonrió contagiándome con su humor, dejé que una pequeña risa se escapara liberando un poco de la tensión que se había acumulado por un buen rato.

― Tonto...

     ― Pero si yo soy tan bueno como el pan.

― Pues si serás morado supongo que tendré que acostumbrarme a dormir con una mora gigante...- fingí pensarlo encogiéndome de hombros en gesto resignado siendo él quien soltó una pequeño risa.

― Y te quejas de mí- reclamó riendo levemente.

― Yo sé que me quieres...- al terminar de decir esas palabras me sentí más avergonzado de lo que esperaba, cubrí mi rostro para que no viera que me había convertido en un tomate con la mera idea de su cariño combinada con el nerviosismo de que me desmintiera sin dudarlo.

     ― Eso no te lo voy a negar- acarició mi cabello detrás de mi oído e inconscientemente me recargué en su mano para disfrutar del toque de sus dedos entre mis mechones.

― Ñya...

     ― Ratoncito, entre cómo estás vestido y esa actitud me estás poniendo demasiado.